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Cinco nombres propios en el universo Björk: Repasamos algunas colaboraciones en la carrera de la islandesa, que publica disco próximamente

Dime con quién andas, y te diré quién eres.

La cultura popular es muy sabia e ilustra por qué Björk Guðmundsdóttir ha conseguido posicionarse como una artista icónica y todoterreno que abarca múltiples disciplinas de forma única y absolutamente personal. La islandesa es una creadora musical inquieta que ha sabido apoyarse en un universo visual y artístico del que elige lo más vanguardista y lo asimila a su propia imaginería, rodeándose de verdaderas fuerzas creativas a lo largo de su carrera. Artistas, no sólo músicos, que la han llevado a sumar complejidades, añadir personalidades y dar más matices a su obra.

Aquí repasamos cinco nombres de una larguísima lista de personajes peculiares y sobresalientes. Cinco solamente, en representación del pequeño ejército de colaboradores de Björk.

Nellee Hooper

En 1992 The Sugarcubes se separan y Björk se marcha a Londres para lanzar su carrera musical en solitario. Allí empieza a trabajar con Nellee Hooper, con quien compone cinco de los temas que acabarán en su disco Debut, y que además participa en la producción de este disco.

La faceta como productor de Nellee Hooper no se limita a un estilo o sonido, y su heterogénea lista de créditos abarca de MadonnaSmashing Pumpkins, All Saints, U2 o Gwen Stefani, además de cantar y producir en la banda que le dio la fama, Soul II Soul, y componer bandas sonoras o hacer remezclas para otros artistas. Fue esta versatilidad y facilidad para absorber géneros, además de la pasión de Hooper por los sonidos de la música electrónica, lo que llevó a Björk a interesarse por colaborar con él. El resultado, un nuevo giro en la carrera de Hooper y la primera piedra en la carrera en solitario de Björk.

Alexander McQueen

Björk no es solamente música. La islandesa es una artista compleja que cuida el acabado de los temas y las letras tanto como su imagen gráfica o visual. En su pasión por situarse siempre al frente de lo trasgresor, Björk ha apostado por construir su propia imagen junto a diseñadores multidisciplinares que, como ella, cruzan las fronteras entre disciplinas para unir la moda con el arte e incluso la tecnología. Son ya memorables su vestido cisne en la alfombra roja de los Oscars (del diseñador macedonio Marjan Pejoski), su colaboración con Iris van Repen para el diseño del vestuario de la portada y la gira de Biophilia o uno de los atuendos sin duda más inquietantes de su carrera: las máscaras-gorro de Maiko Takeda, inspiradas en Hellraiser, con las que apareció en 2013 en el festival Bonaroo.

Gran amiga del diseñador de moda Alexander McQueen, en 1997 colabora con él en la realización del estilismo de la portada de su disco Homogenic. McQueen se definió siempre en su carrera por ser brillante, con talento y con una gran maestría y dominio de la técnica, tres características que comparte con la islandesa. En 2010, tras la muerte del diseñador, Björk puso música al corto que el director y fotógrafo Nick Knight realizó como homenaje.

Matmos

Más que músicos, Matmos se pueden definir como un dúo de experimentadores del sonido, en un dulce limbo entre el ruido natural y el ruido estético, jugando a hacer música electrónica con samples de cortes de pelo o descubriendo la belleza en el sonido de una gota de agua en la boca. Drew Daniel y Martin Schmidt parecen pues los compañeros de viaje ideales para Björk: experimentales, trabajadores, minuciosos y con un punto extravagantes. La colaboración era inevitable.

La llamada les llegó en 2001, los pilló jugando al Sim City (palabras textuales) y los llevó a iniciar una fructífera colaboración en el estudio que se plasmó en los discos Vespertine (2001) y Medúlla (2004). Y a una gira de casi un año en la que los de San Francisco pasaron de tocar para aforos muy minoritario a hacerlo en grandes estadios. Una vez pasado el terremoto, los dos «científicos» sonoros siguen enchufando sus micrófonos hacia el mundo que les rodea para hacer brotar música de lo cotidiano.

Scott Snibbe

Uno de los últimos pasos que le quedaba por dar a Björk era explorar el mundo interactivo digital y colarse en los dispositivos electrónicos que llevamos en el bolsillo o la mochila. No es la primera artista en crear una app para dar soporte digital a su música. Ni siquiera es la primera que explora nuevas posibilidades visuales y técnicas en este entorno. Pero la app de Biophilia sí que es la primera en pasar a formar parte de la colección de un museo de arte moderno: el MoMA de Nueva York la ha adquirido para su colección permanente.

El encargado de la creación de esta aplicación fue Scott Snibbe, investigador y desarrollador de aplicaciones musicales, entre las que se encuentra una colaboración con Brian Eno, aunque con un acercamiento muy artístico y personal a la parte visual de la tecnología. En definitiva, de nuevo el colaborador perfecto para encarar un proyecto visionario con una artista como Björk. Igual que antes lo fueron Michel Gondry o Chris Cunningham.

Arca

Sin duda, una las cosas más interesantes que le ha pasado a la música electrónica en los últimos meses es la publicación de Xen, el debut largo de Arca (proyecto del venezolano Alejandro Ghersi). Arca, que ha colaborado con Kanye West y producido el disco deFKA Twigs, practica una música electrónica errante y misteriosa, rara y turbadora, a medio camino entre lo terrenal y lo espiritual. Y, desde luego, más cerca del Pompidou que de la pista de baile. Estamos de nuevo ante un artista desbordante con la etiqueta vanguardista y regeneradora que representa en sí mismo el prototipo de colaborador de Björk.

No hizo falta esperar demasiado para que, hace apenas unos días, se confirmara la participación de Ghersi en Vulnicura, el que será el próximo nuevo disco de la islandesa. Arca ha sido el encargado de co-producir el disco y además participó en la composición de dos de los temas. Tanto si lo que se ha filtrado con meses de antelación son las versiones definitivas de los temas como si falta pulir el sonido, la mano del venezolano se nota en los temas en los que participa, en sus efectos y el acercamiento industrial y lleno de eco del sonido. Björk lo ha vuelto a hacer: ha cogido lo mejor de cada genio y se lo ha llevado a su universo para que el resultado sea mucho más grande que la suma de las partes.

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