Entrevistas

Eric Fuentes

El conflicto es básico para la creatividad, y el amiguismo entre escenas y artistas tiende a evitarlo. Pero no pasa nada, es una valoración estética


 
Hablar con Eric Fuentes siempre es un placer. Su sinceridad, capacidad de reflexión y compromiso artístico son indiscultibles. El músico catalán regresa con un triple disco que ha servido para dar sentido y ordenar todo su trabajo actual, en definitiva, para seguir creciendo.
 
Disco triple y con título «Barcelona». ¿Es como si fuera echar la vista atrás y hacer un repaso de tus últimos veinte años? 
 
De algun modo sí, aunque no desde un punto de vista nostálgico sino más bien con intención de hacer mi propio inventario de recursos. La oportunidad de poder grabar durante muchos días en un estudio me abrió las puertas a recuperar canciones que tenía a medias, producir a mi manera las últimas composiciones hechas en los últimos meses, y darle todas las vueltas necesarias al repertorio de canciones que había acumulado en forma de demos y que necesitaba que vieran la luzo para poder seguir con menos lastre. Se me acumulan las ideas y de esta manera he podido materializar muchas de ellas de golpe para seguir más ligero con cosas nuevas.
 
¿Se está volviendo a reencontrar Eric Fuentes a si mismo tras el fin de The Unfinished Sympathy (TUS)? 
 
Si lo dices por haber vuelto a hacer canciones rock, en comparación a mi disco anterior, podría ser, reencontrarse digamos uno mismo con su esencia rockera, no te diré que no. Pero mi esencia no es solamente rockera, con lo cual no es tan un reencuentro personal sino el reencuentro con el ampli Marshall que tenía criando polvo. No hay tantas diferencias entre la manera de trabajar con TUS que en solitario, lo creas o no los cambios entre una formación y otra tienen que ver más bien con factores de recursos humanos, logística y organigrama de trabajo… Y, eso sí, que TUS era un grupo que tocaba un palo musical muy específico y que sin esa marca puedo adentrarme en otros terrenos porque nadie espera nada, a nivel genérico, de mi.
 
30 canciones (inglés, catalán y castellano) y muchas colaboraciones. Sabemos de tu gran capacidad de trabajo, pero ¿cómo «leches» se gestiona un trabajo así? 
 
Se trata de ordenar. Ordenar libros, discos, papeles, camisetas, trasteros, archivos informáticos… y canciones. Y ordenar es lo que más me gusta del mundo. Llámame ordenador. Tampoco es que tenga un procesador muy potente, más bien un Pentium 2 justito, o un Commodore 64 en mis momentas de máxima incompetencia, pero me encanta ordenar. Y en el fondo una canción es un montón de variables que hay que ordenar. Como más consigues ordenar, más armonía y precisión. Aunque la gestión del caos es igualmente meritoria; ordenar no significa necesariamente que todo quede bonito y políticamente correcto, sino tener control sobre los factores de caos o el formalismo.
 
¿Qué sensación te dejó tu anterior trabajo? Reconozco que me costó mucho, que eché mucho de menos las guitarras.
 
Sensación de injusticia e incomprensión por parte de ciertos círculos, sobretodo los que presumen de vocación reformista y creen en la reinvención artística. El mundo indie es muchísimo más conservador de lo que a priori uno esperaría. A la gente que no le gustó, no le gustó porque las canciones o el sonido o las letras no fueran buenas, ni tan solo porque no fueran de su agrado, sino porque se les hizo un cortocircuito en la cabeza en pensar «¿Este tío? ¿El de Unfinished? El de los guitarrazos? ¿Haciendo un disco de piano? Uy uy uy, mi no comprende!».
 
Diría que has sido de alguna forma crítico con la industria desde la educación y has mostrado respeto por los demás grupos y obras, aunque te sintieras alejado…  ¿te consideras un outsider dentro de la escena nacional? ¿Cómo enfocas tu actual proyecto personal? ¿Anhelas tiempos pasados?
 
El respeto tiene que ver con la ética. Si una música no me gusta no tengo que tener ni respeto ni carencia de él. Si digo que un grupo es una mierda, estoy tratando de definirlo, que quede claro, estéticamente. Que sus perpetradores sean buena gente (éticamente) y que por lo tanto merecen respeto es totalmente obvio. Se mezcla demasiado la ética y la estética, y es de sabios distinguirlas. Por ese «respeto» del que tu hablas se unen bandas y artistas mediocres, que uniformizan la diversidad estética en un «todos somos amigos», porque nadie quiere que los otros hablen mal de uno. Por lo tanto, todos unidos y sin criticarnos. Pues muy mal, como pseudo-punk, detesto el rock progresivo. Como amante de rock progresivo detesto el tontipop de los 60. Como amante del rock detesto los Mods, y como amante del pop siniestro detesto el folk de ukelele. El conflicto es básico para la creatividad, y el amiguismo entre escenas y artistas tiende a evitarlo. Pero no pasa nada, es una valoración estética. Hablando éticamente, y de respeto, naturalmente toda la humanidad lo merece, pero son dos cosas completamente distintas.
 

 
¿Tu experiencia como Hang the dj qué reflexiones te deja sobre el modelo ideal para la edición y distribución de un arte como es la música?
 
Ahora todo el mundo está embobado descubriendo que mola tener una colección de vinilos. Gente que en su vida había comprado un disco, ahora va loca para hacerse con reediciones en vinilo de sus clásicos. La industria del vinilo ha resurgido, y Hang The Dj fue de los primeros sellos indies en darse cuenta cuando en 2008 empecé a sacar cosas solamente en vinilo, descartando el CD (más tarde lo recuperaría). Pero eso pasa porque, así como todos podemos plancharnos CD-Rs en casa, no podemos planchar vinilos domésticamente. Pero eso va a cambiar porque las impresoras 3D van a permitirte que te hagas vinilos a medida en casa, y el valor del vinilo volverá a decrecer. El valor de estas cosas los da el monopolio de la fábrica: si hay monopolio, pagas lo que te pidan y vas loco por hacerte con una copia porque es algo exclusivo. Cuando eso se democratice, tentremos toneladas de vinilos de grupos de colegas en casa y ya no les daremos el mismo valor.
 
Y Bcore sigue siendo una gran familia… Con tienda física incluida. 
 
Así es, y yo estoy ahí montando actividades, sesiones de Dj, expos de fotos y de ilustraciones, presentaciones de libros, etc…
 
¿Para los directos de este «Barcelona» seguirás contando con El Mal?
 
En algunos sí, depende de mil factores; seguiré con El Mal como power-trío, pero también haré presentaciones con una banda llena de invitados, y también seguiré haciendo conciertos yo solo, o con Bernat Sánchez (El Mal Menor) si se da el caso. La fecha principal es el Sant Feliu Fest en agosto.
 
Hablas de una «sensación de injusticia e incomprensión por parte de ciertos círculos, sobretodo los que presumen de vocación reformista y creen en la reinvención artística. El mundo indie es muchísimo más conservador de lo que a priori uno esperaría…»  y no te falta razón, me apunto a ese grupo que no hizo el esfuerzo que el disco merecía. Y lo siento, porque sí valoro ejercicios como el que hiciste. Hablas de los recursos que tienes ahora frente a los que tuviste con TUS, ahora para vivir tienes que tocar y sumar otras actividades que me apuntas, imagino. Y hablamos de vivir en Barcelona que es una ciudad muy cara. ¿No te han dado ganas de irte de Bcn? ¿Y de dedicarte a la docencia que es lo que estudiaste? 
 
Llevo una época en la que estoy muy a gusto donde estoy dedicándome a lo que me dedico, solo deseo que dure.
 
¿Qué músico/banda de Barcelona te parece el/la más destacado de los últimos veinte años? 
 
Aina
 
Lo de incluir temas en castellano imagino que no fue una necesidad, no lo sé. ¿Cómo surgió? 
 
Efectivamente, no fue necesidad, de hecho solamente hay tres entre 30, la próxima vez intentaré hacer más! 
 
Artista valiente y comprometido, dicen algunos. ¿Te sientes así? ¿Uno se siente mejor siendo valiente hoy en día? 
 
No creas, es dedicar toda una vida a intentar encontrar la rendija adecuada por la que pueda ir avanzando en un mundo bastante tupido que dificulta el avance, aunque esas son las condiciones para todos, unas reglas de juego en que gana quien tiene la habilidad para no desperdiciar su vida por el beneficio de otro o de nadie.
 
La educación musical de tu padre. ¿Cuánto os ha marcado a tu hermano Pol y a ti? 
 
Totalmente, siempre ha sido un melómano y a finales de los setenta, principios de los ochenta estaba en su momento álgido de escuchar música y comprar discos, que han sido alimento abundante tanto como para mi hermano como para mi.
 
¿En algún momento habéis hablado de una posible reunión de TUS? 
 
De momento no la habrá, estamos por otras cosas.
 
¿Para cuándo un libro de Eric Fuentes? ¿Te han ofrecido escribir alguno? 
 
Cuentos cortos sí, y lo he hecho, pero un libro largo es algo que me asusta. Sé que si me pongo hay un par de editoriales que quizá lo publicarían, ya veremos!
 
«Sí, la cultura se regenera mediante la fusión, es verdad. Pero no sé si es bueno porque convergemos seguramente a una neutralidad absoluta. Me gusta que la música, la estética y la cultura se muevan como reacción a otra cosa, como conflicto contra algo que persiste, que te lo cargas para hacer algo nuevo» Cita que extraigo de la entrevista publicada en Blisstopic. Hablemos de conflictos, del actual que vivimos todos los ciudadanos de este país. Da la sensación de que hemos pasado de la indignación a la resignación, de que no hay reacción. Estamos entregados a un sistema que nos va matando… Cómo lo ves tú? ¿Tenemos futuro?
 
Creo que la trayectoria de la humanidad es la correcta. Excepto por temas de ecología en que habría que tomar medidas más drásticas, los conflictos culturales, sociales, religiosos, la miseria y la injusticia creo que avanzan positivamente, estando todavía lejos del objetivo. No soy nostálgico de ningun momento anterior de la historia, y creo que no hay involución sino evolución.
 
 

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