Especial: 20 años del Californication de Red Hot Chili Peppers
Corrían los primeros meses de 1999 cuando saltó la noticia, John Frusciante regresaba a Red Hot Chili Peppers (consulta nuestro ranking de discos del peor al mejor) e iba a haber nuevo disco. Es decir, la formación que grabó el mítico Blood sugar sex magik volvía a reunirse para crear nuevas canciones. La cosa tenía lo suyo, porque Blood sugar sex magik había sido uno de los discos más importantes de la década que terminaba, un trabajo de rock alternativo que había triunfado conquistando a las masas. Es decir, que daba igual que te gustara el rock and roll, pero en algún momento habías cantado “Under the bridge” y “Give it away”. Lo más importante es que Blood sugar sex magik llegó al público más amplio sin hacer concesiones. ¿En serio hay algo pretendidamente comercial en él? No, ni siquiera la aparente dulzura de “Under the bridge”, en realidad un relato sobre soledad y chutes de heroína.
El caso es que en mitad del éxito de Blood sugar sex magik, John Frusciante abandonó la banda. El guitarrista genio dejó a sus compañeros que intentaron salir adelante con Dave Navarro, que además de ser cool hasta más no poder, venía de Jane’s Addiction, por lo que tenía pedigrí. One hot minute, el disco grabaron con él, estuvo muy bien, de hecho es muy reivindicable y Navarro encajó perfectamente en el grupo aunque su estilo y forma de ser fueran muy diferentes a las de Frusciante, que como hemos dicho es un genio pero tiene mucha vida interior y el rollo del estrellato le da absolutamente igual. Pero al final Red Hot Chili Peppers y Navarro también tomaron caminos diferentes, tras lo cual se dio retorno del hijo pródigo.
El regreso de Frusciante fue una buena noticia porque la banda tendría continuidad y porque así regresaba el grupo que había confeccionado el todopoderoso Blood sugar sex magik. ¿Era tarea suya intentar superar su mejor disco? ¿Es acaso esa la función de un músico? La respuesta es que no. Que un músico lo que tiene que hacer es aspirar a conmover y remover al público, y eso es lo que hizo Californication con sus catorce canciones. No tenía ni el atrevimiento, ni el descaro, ni la fuerza pero Blood sugar sex magik por la sencilla razón de que los tipos que lo grabaron ya eran otros. Habían pasado ocho años. Sin embargo, Californication sí tenía atrevimiento, un poquito de descaro y fuerza para dar y tomar. Hoy se cumplen veinte años de su edición y hay que poner distancia. Es importante.
Hemos escuchado tantísimas veces sus singles en la radio y televisión que nuestra percepción del disco ha sido dañada, hemos estado demasiado sobrexpuestos a él y él a nosotros, pero fue un lujazo de disco con canciones estupendas. Hasta las explotadísimas “Otherside” y “Californication” eran muy buenas, por mucho que hoy no las soportemos más. ¿Más dulzonas y pegajosas que de costumbre? Desde luego, pero también bien hechas y siempre jugará a su favor esa melancolía que destilan. Porque Californication contenía mucho drama, fijaos en la tensión que también mantiene en pie “Scar tissue”, “Parallel universe”, “Road trippin’”, “Easily” y “Emit Remmus”. No tenían la acidez de Blood sugar sex magik pero sí desolación, encontrando consuelo en el funk festivo de “Around the world”, “Right on time” o “I like dirt”.
Evidentemente, Californication sí que tenía ese instinto comercial que Blood sugar sex magik había obviado pero en su defensa hay que decir que se apreciaba mano artesana en la composición de sus canciones. Todas eran radiables (a excepción de “Savior” y “Porcelaine”), ¿pero no lo eran también muchas de las canciones de The Beatles y Beach Boys que hoy consideramos clásicos? Red Hot Chili Peppers nunca fueron una banda indie, siempre grabaron para majors. Ni si quiera eso se les podía echar en cara. ¿Por qué no se aceptó de pleno su entrada en sonoridades más dulces si ni siquiera dejaban de ser ellos mismos? ¿Juzgarías el carácter de tu padre porque se aplaque con la edad? ¿Se vuelve acaso peor persona? ¿Deja de ser tu padre?
De hecho, cuando Red Hot Chili Peppers evolucionaron más radicalmente fue con el siguiente, By the way, en el que empezaron a cultivar la melodía como si no hubiera mañana, facturando un disco de hermosura y detalle que para muchos fue un clavo más en el ataúd que había sido Californication. En realidad fue una fase más en una transformación que seguiría alienando fans mientras a la vez los ganaban a puñados para convertirse definitivamente en una banda de rock de estadio. Por cierto, ¿qué banda de rock de estadio no resulta controvertida?
Escucha Californication al completo:
Casi a la altura de Blood sugar sex magic
Les descubrí con 12 años y ha sido mi banda fetiche por muchos más! Siguen teniendo un directo brutal!!
su último gran disco