Francisco Nixon – El Perro es Mío (Siesta)
Fran Fernández es un clásico de la música independiente nacional. En la década de los 90 encabezó el llamado Xixón Sound capitaneando a Australian Blonde, mientras que en los últimos años formaba, junto al desaparecido Sergio Algora, la parte inalterable de la banda más prolífica del país: La Costa Brava. En ésta última formación dejó numerosas muestras de su excelente momento compositivo en castellano, algo que certifica con los temas incluidos en este segundo trabajo bajo el nombre de Francisco Nixon.
Tras las escenas otoñales de Es Perfecta (Siesta, 06), esta continuación muestra instantáneas más soleadas, siempre en busca del estribillo perfecto. Con la figura de la mujer como denominador más o menos común, el asturiano tiene el poco habitual don de coger lo cotidiano y transformarlo, con asombrosa sencillez, en una bonita canción en la que cualquiera puede ver reflejado algún pasaje de su vida. Lo hace a través de ocho de los once temas incluidos en el elepé, comenzando con “Inditex”, dedicada a una chica Zara, y “Erasmus Borrachas”, candidata a canción pop nacional del año. A destacar también el pegadizo ritmo caribeño de “Mereces toda mi atención” y el sonido pretendidamente sucio de “Los Viajes de Simbad”, mientras que cuestiones como la madurez de la mediana edad (“Nombres y Teléfonos”) o la belleza alejada de tópicos (“Brackets”), suenan fluidos a través de los altavoces.
La total autoría de los tres cortes que completan El Perro Es Mío pertenece a Ricardo Vicente, ex Tachenko y miembro de la última alineación titular de La Costa Brava. Según confiesa el propio Fran, solicitó los temas a Ricardo para completar los treinta y pocos minutos de la referencia. El invento salió francamente bien y, lejos de desentonar, las composiciones del zaragozano encajan perfectamente en el ambiente recreado por el disco. “Museo Británico” y “Notre Dame” brillan por sí mismas, y sólo “Reactor Nº 4” baja levemente el nivel. Franciso Nixon se despide en esta entrega con “Cruzando La Calle”, donde deja el punto melancólico de la ruptura sentimental no superada.
Grabado en los estudios del omnipresente Paco Loco, el álbum está dedicado a la memoria de Sergio Algora, y deja la deliciosa sensación de que sus cortes hubiesen podido formar parte de esa entrega de La Costa Brava que ya nunca llegará.