Grizzly Bear
El sonido viene del tipo de música que escuchamos en cada momento y con el que disfrutamos, y que en nuestro caso siempre es un tira y afloja entre la sensibilidad pop y los sonidos más experimentales
El año pasado, los neoyorquinos Grizzly Bear publicaron Veckatimest. El disco acabó siendo uno de los trabajos del 2009 y llevó a la banda a un torbellino de portadas de revistas, innumerables conciertos y entrevistas y excelentes críticas tanto de medios musicales como del público en general.
Ya han pasado unos meses y aprovechamos su visita a nuestro país para charlar con Ed Droste (fundador de la banda) y Chris Bear (batería y voces). Nos encontramos en una terraza de un bar-restaurante cualquiera, donde el ajetreo de camareros y comensales contrasta con la calma de Droste y Bear, que nos hablan de Veckatimest y de toda la locura que han desatado dentro del panorama indie:
Ed Droste: Ha sido un año excitante y sorprendente. Lo hemos vivido como algo muy natural: somos una banda desde hace cinco años y cada disco ha sido siempre un poquito más famoso que el anterior, así que ha sido una progresión bastante natural. Aún así han pasado un montón de cosas sorprendentes y estamos muy agradecidos de que la gente haya recibido tan bien este disco y de poder haber hecho tantas cosas … como tocar en algunas salas en que hemos tocado o visitar algunos países a los que no habíamos ido nunca… Portugal, Japón, Australia. Mirando hacia atrás podemos decir que este disco ha sido una experiencia muy positiva, aunque frenética.
Veckatimest es un disco de pop tan original como barroco, con instrumentaciones, arreglos y voces que parece difícil de adaptar al directo. ¿Cómo es ese paso de llevar el disco a un concierto? ¿Es algo que tenéis en mente a la hora de poneros a trabajar en un nuevo disco?
Ed: Grabamos tal como en ese momento lo sentimos y después ya nos preocuparemos por llevarlo al directo.
Chris Bear: Trasladar el disco al directo siempre es un proceso. Siempre tenemos que adaptar cosas hasta un cierto punto, me refiero a no pretender recrear todas las texturas, por ejemplo. Pero creo que Veckatimest es un disco que se aproxima bastante a lo que hemos estado haciendo sobre el escenario en los últimos años, así que de alguna forma ha sido menos difícil adaptar este disco para el directo de lo que fue hacerlo para Yellow House. Pero hay canciones del Veckatimest que no hemos tocado aún en directo porque no se trasladan tan bien.
Ed: Siempre hay algunas canciones en los discos que luego no tocamos en directo. En Yellow House las había y en éste disco las hay. Nos sentimos seguros con diez de las doce canciones del disco. Hay dos de ellas que nunca hemos tocado en directo. Y de esas diez, una de ellas sólo la hemos tocado en acústico, en sets en la radio y cosas así. Pero me gusta que haya esos dos tipos de temas: canciones que sólo tienen sentido en disco y canciones que funcionan bien en directo.
Aún a pesar de la minuciosidad del Veckatimest, es curioso que el sonido final de la grabación no sea todo lo pulido que se podría esperar en un trabajo tan detallista y complejo, teniendo a veces un aire incluso casero, con sonidos que se cuelan ahí al fondo.
Chris: Creo que tiene bastante que ver con los diferentes espacios en los que grabamos. Cada sitio era un ambiente totalmente diferente. El primero era una sala enorme con techos super altos y ventanas con cristales y la batería sonaba genial ahí, pero el sonido por supuesto no era como el que se hubiera conseguido en un estudio profesional. Otro era una pequeña granja. Así que los diferentes espacios acabaron aportando sus propias sensaciones, muy diferentes a las que se hubieran conseguido con la calidad de un estudio.
Ed: Sí, algunos de los sonidos de fondo simplemente se colaron ahí de forma natural mientras grabábamos.
Chris: Literalmente había un fuego en la chimenea detrás de nosotros y se oyen las chispas y el ruido en el disco. Creo que este sonido natural es una parte importante de cómo es la grabación y creo que está bien que todos esos ruidos estén ahí.
Por si el disco no fuera lo suficientemente intrincado en lo musical, también las letras son complejas e incluso crípticas en algunos momentos.
Ed: Personalmente disfruto mucho las letras de canciones con significados abiertos. Quiero que sean personales pero no quiero que sean demasiado explícitas o específicas, en el sentido de que yo mismo, cuando escucho música, disfruto con la posibilidad de encontrar mi propio significado de un tema. Así que cuando escribo, no quiero revelar demasiado, porque es bonito para el que escucha, creo, ser capaz de encontrar su propio significado del tema y su propia conexión personal con el tema. Y ese es el tipo de canciones a las yo mejor respondo emocionalmente. Más que las que son historias muy muy específicas con las que muchas veces no conecto y es muy difícil sentirse parte de ellas.
Además, las voces actúan como un instrumento más del disco, compenetrándose con el resto de la instrumentación.
Ed: Las voces son muy importantes para nosotros. Las letras lo son, pero también la forma en que cantamos y cómo integramos las voces con la instrumentación. Definitivamente, el tratamiento que le damos a las voces es muy importante.
Pero no se trata solamente de cuidar el aspecto musical del disco. El nivel de meticulosidad de este Veckatimest también se refleja en su portada, las imágenes promocionales o los videoclips que acompañan a los temas. Todos estos aspectos visuales están tratados como si de pequeñas obras de arte se tratasen.
Chris: Este es un aspecto muy importante para nosotros. Incluso aunque mucha gente ya no compre físicamente discos, sí que ven anuncios de nuestro disco por internet, o fotografías. Y yo personalmente disfruto mucho cuando veo que la música conecta con el aspecto visual.
Ed: Creo que la música es algo muy etéreo y también muy visual, así que es una parte muy importante. Por ejemplo, cuando buscamos un director para un vídeo, miramos qué es lo que ha hecho, pero si nos gusta lo que ha hecho hasta ese momento y lo elegimos para dirigir el vídeo, le damos absoluta libertad para hacer lo que quiera y no le decimos “no puedes hacer ésto” o “no puedes hacer lo otro”, porque básicamente es su obra de arte, donde fondo está nuestra música. Entendemos que será algo así como dos piezas de arte juntas, una inspirada por la otra. Para el artwork del disco, para nosotros era muy importante encontrar algo que capturara la atmósfera general del disco. Y creo que lo hemos conseguido. Y también para las fotografías de promo hemos tenido la suerte de trabajar con un fotógrafo muy bueno que entendió muy bien cuál era nuestro rollo.
¿Se puede decir que ha habido una evolución en el sonido e Grizzly Bear, que ha ido de la experimentación de los primeros trabajos al pop del Veckatimest?
Chris. No creo que conscientemente decidamos cómo va a sonar el siguiente disco. No decimos “vamos a hacer algo más poppie o más experimental“. Cada uno de nosotros tiene sus sensibilidades…
Ed: Es que de hecho no creo que Veckatimest sean tan poppie. Creo que el sonido viene del tipo de música que escuchamos en cada momento y con el que disfrutamos, y que en nuestro caso siempre es un estira y afloja entre la sensibilidad pop y los sonidos más experimentales.
¿Y ahora qué?
Ed: Pues a seguir haciendo conciertos y a seguir haciendo música. Y si le gusta a la gente, mucho mejor! Pero seguro que nos gustará a nosotros.
Ya está aquí el primer plato y ellos tienen prisa para ir a la prueba de sonido (del que será, horas más tarde, su concierto en el Primavera Sound 2010) así que nos dependimos no sin antes comentar, medio en broma, sobre la pugna que protagonizó Veckatimest con el Merriweather Post Pavilion de Animal Collective por encabezar muchas de las listas de final de año.
Ed: No hay tal pugna! [se ríen, divertidos, delante del plato humeante. Me parece que no es la primera vez que responden a ésto]. Animal Collective son una banda que respetamos mucho y la verdad es que tampoco estamos tan preocupados por encabezar rankings…
Así, a punto de hincarle el diente a un plato de espaguetis, dejamos a la mitad de los Grizzly Bear mientras un poco más allá una chica reconoce a Droste y se lanza hacia la mesa, cámara en mano. Sorprendentemente, para ser una de las bandas más cool del panorama indie, ellos son unos chicos muy cordiales y muy sencillos.