Herbert, Klaus & The Happy Amish – The Wings You Made For Me (Estrategias Musicales)

La idea comienza a gestarse allá por el año 2000, cuando dos amigos de la cuenca minera asturiana, casi más por hastío que por otra cosa deciden poner en común sus inquietudes musicales en un proyecto que según ellos mismos afirman «mezclase el country y el pop sin inclinarse demasiado hacia ninguno de los dos estilos». Y así nace este conjunto de nombre impronunciable, que tras varios cambios de formación y numerosas incorporaciones, va entregando poco a poco canciones en forma de tres maquetas en las que se puede comprobar claramente su evolución, del folk-country lo-fi del comienzo a un pop mucho más elaborado y (re)cargado de arreglos de la última entrega, convirtiéndose en el secreto a voces que todo el mundo compartía en Asturias.

Llegados a este punto, y con el primer premio del concurso de maquetas de los 40 Principales bajo el barzo, a Herbert, Klaus and the happy amish les llega la oportunidad de editar de manera oficial su primer álbum, en el que retoman la idea primitiva de entregar canciones más bien desnudas, con arreglos puntuales y no hacer una exhibición de todos los adornos con los que se presentan en directo (viola, flauta, teclado, sintetizador, coros…). Finalmente podríamos decir que consiguen el resultado que buscan ya que entregan desde canciones como la festiva «A song for Madelaine» con su característico olor a country, hasta otras en las que la banda al completo suena a pop -eso sí, siempre oscuro y languido- como «Christie», «America » o «Preacher’s song», pasando por aquellas en las que hacen de la contención y la delicadeza su máxima, que es donde encuentran los mejores resultados, los cuatro interludios «1», «2», «3» y «4», sobre todo el primero con apenas una melódica y una acústica, la preciosa «The wings you made for me», o la recuperada de su primera maqueta «On the high seas».

Realmente no sabemos si este era el disco que querían publicar Herbert, Klaus and the happy amish, lo que sí sabemos que al final han grabado 15 canciones de manera más que digna, y que si le ponen ganas llegarán al público que se merecen, y poco nos importa si la producción no es exquisita, si no son unos virtuosos instrumentistas o si su inglés es mejorable, porque sabemos que en The wings you made for me hay 15 trozos de vida, muchos sentimientos y sinceridad raudales; bastante más que en la mayoría de discos que se editan hoy en día.