Kasabian – Velociraptor! (Sony Music)
Meighan, Pizzorno y compañía por fin lo han conseguido: definitivamente se la han dado. A juzgar por sus anteriores intentos, que esquivaban el drama en el último momento, creo que deberíamos enviarles una postal con un “Congratulations” bien grande. Y quizá unos globos. Velociraptor! ya es el peor disco de Kasabian, y eso que acaba de salir.
Después de que West Ryder Pauper Lunatic Asylum nos abriera un poco la puerta de la esperanza, ha llegado Meighan con su jeta de pocos amigos para cerrárnosla en las narices con un gran “fuck you” dibujado en su cara. En esta ocasión, además, tienen la mala suerte de que Velociraptor! coincide en el tiempo con obras que sí son genuinamente buenas como las de Miles Kane, Arctic Monkeys o el mismo Alex Turner con la banda sonora de Submarine.
Kasabian vuelve a caer en su pecado más mortal: una enorme falta de personalidad que, por habitual, no deja de ser alarmante. Velociraptor! es un nuevo ejemplo de la falta de una brújula que guíe el camino y enderece el rumbo de los ingleses. Repleto de lugares comunes y temas intrascendentes, el cuarto disco de Kasabian es corriente y vulgar desde la portada y el título hasta la última canción.
Perdido en sus propios ecos, y en los de The Last Shadows Puppets (“Let’s roll just like we used to”) y Arctic Monkeys (comparen “Goodbye kiss” con “The hellcat spangled shalalala”), Velociraptor! ni siquiera cuenta con un “Shoot the runner” o un “Underdog” que nos invite a ser benevolentes. Hay intentos (“Velociraptor!”, “I hear voices”, “Re-wired”), pero al final el disco no deja de ser una caricatura de la peor versión de Kasabian.