Kurt Vile – B´lieve I´m Goin´ Down (Matador)
A la chita callando, Kurt Vile se ha trabajado una sólida discografía desde su salida de The War On Drugs. Seis álbumes en siete años y una sensación de crecimiento entre uno y otro que culminó en una obra mayor como fue Wakin on a Pretty Daze (2013) y que encuentra en este B´lieve I´m goin´ down (2015) una notable secuela, en lo que viene a ser un compendio de todas las virtudes desarrolladas hasta ahora.
Con un sonido característico, basado en su sobrado dominio del fingerpicking, Vile teje mantras sonoros que sabes cómo empiezan pero no tienes ni idea de cómo ni cuándo acabarán. En ellos se vislumbran destellos del más clásico sonido americano, que se traducen en canciones que dejan un poso placentero, que arropan y dejan una agradecida sensación de confort. Aquí no hay estribillos sino que la música busca caminos menos obvios y evoluciona sin ataduras, dibujando líneas retorcidas que se entrelazan en continuas repeticiones hasta llegar a un clímax que llega de forma natural, sin pautas ni guiones.
Para empezar, qué mejor que hacerlo con su single más directo hasta la fecha, la ágil y brillante «Pretty Pimpin´» que consigue poner de acuerdo a seguidores y no seguidores. En ella, juguetea con las simpáticas revelaciones de un asentado padre de familia en conflicto consigo mismo «I woke up this morning. Didn´t recognize the man in the mirror. Then I laughed and I said: Oh silly me, that´s just me». “I´m An Outlaw” y “Dust Bunnies” recogen el testigo y funcionan como otros de los momentos más directos del álbum. En contraste, “That’s Life, tho (almost hate to say)” o “Kidding Around” permiten mostrar a Vile sus virtudes vocales para las canciones más desnudas apenas adornadas con los mínimos elementos.
La dupla formada por «Life Like This» y «Lost My Head There» merece también atención y redondea un trabajo que como todos los suyos habrían funcionado algo mejor con algún retoque en su minutaje, pero que en general convence y consolida a su autor como una apuesta segura en lo que a rock de factura impoluta e innegable pegada se refiere.