La biografía definitiva de Joy Division contada por sus protagonistas
Con una breve carrera que incluyó dos álbumes y varios conciertos legendarios, Joy Division se convirtió en la banda alternativa más exitosa e interesante de su generación. La formación tenía en su ADN el espíritu de la transformación social y física que flotaba en los setenta sobre un Manchester maltrecho, en los albores del thatcherismo. Protagonistas del post-punk y predecesores de géneros como el indie rock, la promesa quedó truncada cuando su líder, Ian Curtis, se quitó la vida antes de iniciar una gira por Estados Unidos (recuerda nuestro especial por el 40 aniversario de su muerte).
Una luz abrasadora, el sol y todo lo demás es la crónica de cómo una banda resucitó a una ciudad, de cómo se reunieron sus descomunales talentos en unas circunstancias tan azarosas como extraordinarias, y de cómo su música transformó a toda una generación de fans, artistas y músicos. Es también un relato acerca de unos jóvenes que, armados con guitarras eléctricas y buen gusto literario, cambiaron el mundo con cuatro acordes y temas de tres minutos y medio. Y es también una historia sobre cómo la enfermedad y los demonios interiores lograron arrebatarle al mundo a un cantante y líder asombroso, de cualidades chamánicas, un letrista de alto voltaje poético, un verdadero visionario.
Jon Savage, uno de los máximos exponentes mundiales del periodismo musical, ha reunido entrevistas realizadas a lo largo de tres décadas a los principales actores de la historia para construir un relato humano y luminoso sobre una ciudad y cuatro jóvenes que encontraron en ella un éxito que no todos supieron manejar.
La historia oral de Joy Division se publica el próximo 4 de junio a través de Reservoir Books y deja perlas como estas:
Bernard Sumner: Tengo la impresión de que, aunque confiábamos en que la música nos sacara de nuestro vacío interior, nunca, ninguno de nosotros, mostró interés por el dinero que pudiéramos ganar con ella. Lo único que queríamos era hacer algo hermoso de escuchar y que agitara nuestras emociones.
Peter Hook: Ian fue el instigador. Solíamos llamarle el Vigilante. Ian podía estar sentado allí mismo y te decía: «Esto suena bien, vamos a acompañarlo con la guitarra». Tú no podías discernir qué era lo que sonaba bien, pero él sí, porque simplemente escuchaba.
Stephen Morris: Era bastante reservado en cuanto a lo que escribía. Era tímido, hasta que se bebía un par o tres de Breakers, el licor de malta. Eso le animaba un poco. La primera vez que vi a Ian siendo Ian en el escenario, no me lo pude creer. Aquella transformación en un molinillo frenético.
Deborah Curtis: Era muy ambicioso. Quería escribir una novela, quería componer canciones. Parecía que todo se le daba bien. Joy Divison fue el lugar donde confluyó todo.
Tony Wilson: Todavía no sé de dónde salió Joy Division.
hostia, pintón
Es un libro muy bueno, John Savage vivía en esa época en Manchester y está muy bien documentado. El Señor Savage es una de las personas que piensa que Ian Curtis es el mejor cantante, letrista, compositor y poeta(igual que yo).