L’Entourloop – La Clarté Dans La Confusion (Face B-X-Ray)
Podría uno preguntarse hasta qué punto Francia ha conseguido arrebatar el monopolio británico de los ritmos jamaicanos y caribeños. O podría uno darse cuenta de ese crecimiento exponencial de la escena francesa de esos géneros que oscilan entre el dub, el reggae/ragga y el grime, a ritmo de vetusto sound system y de exquisito maltrato al turntable escuchando, por ejemplo, la bendita locura la de los franceses L’Entourloop. El dúo tanto monta monta tanto formado por Sir James y King Johnny (a ver, tampoco vamos a eliminar todo lo anglocaribeño de un plumazo) llevan mucho tiempo, tanto como desde 1980, fusionando estilos y aterrizando su propuesta de bases electrónicas altamente asimilables a esa esfera de ritmos jamaicanos y al hip hop.
Sería conveniente en este punto recordar que la escena hip hop francesa, siempre potente, es casi comparable a la importante escena electrónica, pero que solo en pocas ocasiones han podido encontrarse. En este nuevo elepé, La Clarté Dans La Confusion, optan pues por seguir escupiendo propuestas contundentes y, mayoritariamente, de color negro-verde-y-amarillo, consolidando las bases especiadas con una nómina de colaboradores de lujo que le dan, si se puede todavía más, un empaque muy sólido a la veintena de temas que componen el disco.
Así desfilan, sin pasaporte en mano, las colaboraciones instrumentales de N’Zeng en la apertura homónima y en “Get Back” (en la que Chali 2na deja sello personal), las contundentes voces de Alborosie (“Calling Dancers”), Bounty Killer y Try Berkley (“Magistral), General Levy (a ritmo del dancehall de “People Is Massive”), la cuña indostana de Manudigital (“Mumbai 808”), los malotes Troy Berkley y Dope Saint Jude (“Drop”) o la elegancia de Ken Boothe y Lion in Bed (“Eternal Roses”). Para el interés nacional, que siempre está bien saber que se cuenta con él más allá de los Pirineos, aguardan en “Way To Be Happy” las barcelonesas Las ninyas del corro, enchufando en espanglish unos versos que parecen provenir del old skool más venerado en el rap patrio antes de que todo se sumiera en la basura autotune que todo lo iguala (por abajo).
Resumamos, que se me va: L’Entourloop, al final, propone aquí la base, y la ristra de artistas que vertebran la lírica ponen el resto, fundamental para dar esencia a esa electrónica orientada a los ritmos jamaicanos (a veces urbanos) con los que podríamos estar hablando de apropiación cultural y demás wokadas veinte años o más, o bien pasar un buen (buenísimo) rato ante el buen rollo que estos franceses han dejado que se perpetre. Ustedes eligen. Yo bailo.