Lord Malvo – Carrera De Obstáculos (Lunar Discos)
Desde el sello Lunar Discos siguen llegando referencias poco reseñadas y francamente reseñables. Centrados en la publicación de artefactos pop de todo tipo y procedencia, siempre con el vínculo en común de la frescura y la posible relevancia futura, una de sus apuestas más recientes es la de esta banda malagueña que acaba de grabar y editar su primer álbum, una especie de catálogo multicolor donde sonidos del más variado pelaje, con el colorido y la energía como base, fructifican en una excelente colección de canciones. Corta y directa (nueve temas en continua efervescencia), redondeada por ese halo de pop contemporáneo y universal que sienta tan bien a otros grupos de su mismo percal, de los que beben sin prejuicio alguno para fortificar sus propios límites y superar una Carrera De Obstáculos en la que llegan a la meta sin que parezca que encuentren dificultades reseñables.
Lord Malvo es el ente tricéfalo que ha parido este disco de precioso diseño, con una portada maravillosa en la que el impresionismo y el surrealismo se dan la mano, casi como en sus canciones. Adrián, Mario y Nonak, con puntuales adiciones y colaboraciones, se reparten voces, instrumentos y composición en unos temas que no hablan de nada que ni el lector ni quien suscribe estas líneas consideremos en absoluto ajeno. Las cuitas de vivir en una gran ciudad, las falsas promesas de futuro, el desolador panorama laboral e inmobiliario, las amistades moribundas o el deseo inconsciente de encontrar la estabilidad emocional. No faltan la ironía ni la mala baba, como en “Socialdemocracia” o “Matrícula azul”, esta última posiblemente la muestra que deberían entregar en cualquier concurso como aval de su sonido. La psicodelia, las idas y venidas de guitarras y los arreglos acomodando a la canción y no al revés son otra de las claves del acierto de titular un tema tan extraño como “Apuñala la rata”, a la que ellos definen como un cruce imposible entre el universo excesivo de Gaspar Noé y la militancia independiente de Él Mató A Un Policía Motorizado; o la osadía de ponerse a construir una canción a partir de un meme visto en X (o Twitter, que es lo mismo, con el permiso de Ellon Musk) que les da para hablar de tabaquismo, destierros voluntarios en Noruega y criptomonedas, porque eso es lo que contiene “Plateado”, uno de los mejores momentos de un disco marcado por la euforia pop de “Niños tristes” o el estribillo peleón de “Rey de un castillo”, el himno festivalero que se guardan en caso de que su presencia sea requerida en dicho contexto. Al final, también muestran el lado tierno, que no blando, en “Un regalo”, el inevitable episodio a medio gas que nos enseña que también pueden ser buenos baladistas. Completísimo, en resumen.
Si alguien ha escuchado detenidamente a gente como Camellos, Pony Bravo o los prolíficos King Gizzard, encontrará en el debut de Lord Malvo un refugio perfecto para adorar el pop con mayúsculas y todo el radio de acción que lleva consigo el término. Es sólo una descripción aproximada, lo justo y apropiado es que se les preste atención por lo que son más que por lo que representan.