Maika Makovski
Nadie sabe muy bien quién o quiénes son Maika Makovski hasta que se nos ve en directo
«No suelo ponerme reglas ni restricciones, dejo que salga lo que ha de salir». Y de todo ello surgió el luminoso disco que Maika Makovski publicó este año: Thank you for the boots.
Makovski nos habla sobre su nuevo trabajo, su creación, su inspiración, sus inicios musicales e incluso de sus próximos proyectos y su nuevo álbum en directo.
¿Cuál es la principal característica que diferencia tu última obra de las anteriores?
Es un paso más… No suelo ponerme reglas ni restricciones, dejo que salga lo que ha de salir, y creo que esta libertad va en aumento. Así que naturalidad. Este disco es el más natural de los que tengo.
¿Hacia dónde va tu música? Te ves yendo hacia otros estilos distintos?, cuáles serían?
Pues espero que acabe siendo como esos abuelos a los que ya les da igual y dicen lo primero que se les pasa por la cabeza. Me gustaría en un futuro trabajar con arreglistas y músicos de sinfónica y hacer un disco de medios tiempos, a la Bacharach.
¿De dónde surgió tu inspiración para tu nuevo álbum?
De las ganas de tocar… ¡Se retroalimentaron! «No News» fue el primer tema de la familia, y recuerdo dar botes en la banqueta mientras lo escribía. Era como si ya lo estuviera tocando en directo.
Dijiste que necesitabas hacer un disco más alegre, ¿qué te ha llevado a ello?
Tres años de discos más oscuros.
¿A quién le das las gracias por las botas en tu nuevo álbum?
En general a las personas que he tenido de apoyo estos años, que han sido mis suelas todoterreno.
Pintura, fotografía, teatro… ¿qué tiene la música que no tienen las otras artes?, ¿qué te aporta experimentar en estos otros campos?
Mi padre es músico, y yo he crecido con eso. No hay nada que pueda hacer para tener la mente tan abierta como en la infancia ya, así que tengo suerte de que se llenara de instrumentos y sonidos y de que me dieran los medios para aprender a tocar. Todas las demás teclas que toco en cuestión de arte complementan a la música, no al revés. Nunca siento que mi música complementa a mi pintura, por ejemplo. Y aunque lo hago solo porque me apetece, creo que me da mucho el tener la posibilidad de exponer los mismos temas de distintas maneras.
¿Qué tal fue tu experiencia en teatro Junto a Juan Echanove?
Maravillosa. Fue un regalo bien gordo, y ahora lo veo más que durante el tiempo que duró en cartel. Me dio la oportunidad de escribir basándome en un material como el de Edgar Allan Poe, sentarme frente a un piano de cola rodeada de niebla, al lado del gran Juan Echanove y tocar esas canciones que había escrito metida dentro un vestido de tres mil euros. Cuándo iba a hacer algo así en mis giras habituales? Pude vivir una obra de arte de Calixto Bieito cada noche, viajar por nuestro país, por Europa y Sudamérica haciendo algo en lo que creía mucho.
Pensamos que tus canciones respiran y se expanden mejor en directo, ¿Cómo los afrontas?
Estoy de acuerdo. Creo que nadie sabe muy bien quién o quiénes son Maika Makovski hasta que se nos ve en directo, y entonces algo se aclara, es como «aaaah… Vale… Lo entiendo». No puedes irte a Spotify y hacer click en las canciones destacadas esperando obtener una buena idea al respecto, porque a primera vista parece ecléctico. Y es verdad, a veces las formas que utilizo son muy diferentes entre sí, y por desgracia no hay mucha gente con tiempo para escucharse tu discografía de cabo a rabo y con atención como para atar cabos. Así que es en directo cuando a las formas las hila una energía y un punto de vista que hace que todo conviva bien y dos canciones hermanas que a primera vista no lo parecían te enseñen sus dedos meñiques del pie totalmente idénticos y su oreja derecha igual de deforme.
¿Para cuándo un disco entero en español?
Me gustaría… habrá que esperar a que me haga con el idioma, la sonoridad… O quizá llegará como un golpe de inspiración.
Aún no has cumplido los 30 y llevas más de 15 años unida al mundo del espectáculo ¿Cómo fueron tus primeros pasos en la música?
Mi padre es músico, ya lo he dicho antes… Así que en cuanto pude librarme de la atadura del piano clásico para empezar a tocar acordes en la guitarra por mi cuenta y escribir un par de canciones, lo primero que hice, después de adornarle el contestador automático fue meterme de intrusa en sus shows y tocarlas para su público. A los trece grabé mi primera maqueta. A los quince años me apunté a un concurso que por entonces tenía bastante peso y quedé segunda pero, supongo que por la edad que tenía, llamó la atención y empecé a hacer conciertos por aquí y por allá. A los dieciocho empecé a dedicarme más en serio y el resto ya es otro tomo.
¿Cuáles son los próximos planes en tu carrera?
Tengo un disco en directo listo para ver la luz que me hace una ilusión especial. Al fin no vamos a oír aquello de «¡En directo moláis más!». Después de verano habrá otro disco de estudio y durante el año esperamos ponernos la gorra de explorador y presentar «Boots» y el directo en lugares lejanos.