Discos

Marilyn Manson – Born Villain (cooking villain)

Hace mucho tiempo que Marilyn Manson se convirtió  en una parodia de sí mismo perdiendo todos los alicientes de su propuesta artística: El peligro, la provocación, la crítica inteligente a la sociedad norteamericana…

Paulatinamente, la banda se convirtió en el vivo retrato de todo aquello que durante años era objeto de la más ácida e incendiaria lacerante idea artística.

Pocos lo saben o incluso lo recuerdan, pero Marilyn Manson era una banda con un potencial extraordinario, una bomba de relojería que tarde o temprano explotaría en un sentido u otro.

Desde Portrait of an american family (94), las virtudes de un combo apadrinado por Trent Reznor –otro señor cuya falta de talento paulatina debiera ser denunciada ante los tribunales como mínimo-, dio frutos extraordinarios que alcanzaron su cénit en el ambicioso Antichirst Superstar (96).

Tras ello, la separación de su mecenas logró en cierta forma salir airosa con la reconversión glammy de Mechanical Animals (98), tomando de paso prestado muchas licencias (David Bowie, los nunca suficientemente reivindicados Psychotica…) y la entrada en la banda de un guitarrista con el talento de John 5.

A partir de ahí, y salvando la agresividad retomada de Holy Wood (00), la carrera de Marilyn Manson fue perdiendo enteros de forma alarmante, ni siquiera acciones efectistas como el regreso de Twiggy Ramirez al seno del grupo –a la postre uno de los más grandes mercenarios de la época- lograron la más mínima repercusión.

Con la expulsión del sello que les vio nacer, Nothing Records, como prueba final del desinterés global por la banda, afirmamos sin temor a equivocarnos que Marilyn Manson no le interesan absolutamente a nadie: ni a los chavales de dieciséis años que se compran sus sudaderas cada vez menos provocativas, ni mucho menos a los treintañeros que antaño disfrutábamos con el reverendo rompiendo biblias mormonas en mitad de la américa profunda desde un púlpito o limpiándose el culo con la bandera de U.S.A.

Así las cosas, llegamos a 2012 con la salida de Born Villain. Con el nivel de exigencia y las expectativas al 0% no se puede asustar a priori a nadie a la hora de enfrentarse a su escucha.

Lo primero que llama la atención es la co-producción de un hombre como Chris Vrenna, hasta hace nada también batería en la banda y que será recordado por tener ese puesto en Nine Inch Nails en su etapa dorada y por ser el artífice de un proyecto tan estimulante como Tweaker.

Esta aportación dota de un afilado sonido industrial al disco, ya patente desde “Hey, cruel World…” a la vez que añade texturas rítmicas que infligen al trabajo cierto estímulo creativo novedoso como en “Slo-mo-tion”. Destacar también el trabajo vocal de un recuperado Marilyn Manson, ejemplar su aporte en “Overneath the path of misery”, uno de los cortes más exigentes y deliciosamente enfermizo; de lo mejor junto al guiño “mechanicals” de “Lay down your Gooddamn arms” y al piñón fustigante de “Murderers are getting prettier every day”.

Estas notas positivas son algo después de observar la decadencia que experimentó Marilyn Manson desde The Golden Age of Grotesque (03), pero la inexistencia de un mayor número de canciones realmente impactantes e intensas, es un handicap para Born Villain (12), poco para rescatar del ostracismo merecido al antaño mesías de la desintegración social y moral de nuestros días.

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