Marina Herlop – Babasha (Aloud Music)
Marina Herlop es una artista catalana cuya relación con la música arrancó en su infancia, cuando empezó a tocar el piano con 9 años. De manera intermitente siguió con sus estudios musicales, abandonados entre los 13 y 20 años y retomados posteriormente accediendo al Conservatorio Profesional de Música de Badalona, donde finaliza el Grado Profesional en Junio de 2017. Antes, sin embargo, Marina ya componía sus propias canciones e incluso lanzó un disco, Nanook, que vio la luz en el sello de James Rhodes, Instrumental, allá por 2016. Un álbum complicado, etéreo e hipnótico, en el que nociones clásicas sobre melodía y armonía, además de la habilidad de su autora con el piano, se combinan con efectos extraños y giros experimentales. Llamaba ya entonces la atención la particular voz de Marina, que cantaba unas raras canciones a las que bautizaba con nombres que parecen sacados de un idioma inventado, o al menos desconocido para un servidor, al estilo de Sigur Ros. De alguna manera, al hacerlo así, compartía con la banda islandesa la voluntad de poner las texturas y la estética de la canción por delante de su posible significado, dejando este abierto a la imaginación del oyente. Nanook fue grabado con Adri González a la producción, grabación y mastering entre febrero y abril de 2016.
Tras la publicación de Nanook, Marina empezó a ser conocida y pudo presentar su música en festivales como el Primavera Club, Eufònic o AMFest. La presentación del disco se lleva a cabo en el ciclo Els vespres d’hivern en el Paraninf de la UB, siendo uno de sus directos más recordados. Suponemos que sería en el AMFest cuando Marina entró en contacto con Aloud Music, sello que reeditó Nanook hace algunos meses casi al mismo tiempo que lanzaba el segundo álbum de Marina Herlop: Babasha. Un disco grabado en Asturias con Borja Ruiz a los mandos y masterizado por Mandy Parnell (ganadora de un Grammy y que ha trabajado con Björk, Aphex Twin, Chemical Brothers o Depeche Mode) y Martin Korth en Blacksaloon Studios (Londres), que finalmente fue publicado en mayo de 2018.
Babasha representa prácticamente una continuación de Nanook, con la misma imaginativa manera de nombrar sus canciones y la combinación entre diferentes sonidos que constituyen las tres patas sobre las que se sustenta el trabajo. Por un lado, el melancólico y a veces casi solitario piano, que constituye la base del trabajo y marca por momentos el ritmo de las canciones, subiendo y bajando de revoluciones a voluntad de su dueña. Por otro lado están esas capas de sonido que oímos deslizarse bajo las melodías principales, menos evidentes en ciertas canciones que en su anterior trabajo, protagonistas importantes en muchos momentos de otras como «Bus II» o «Kush». Finalmente, pero no por ello menos importante sino todo lo contrario, tenemos la voz de Marina Herlop. Una voz que parece abarcar una buena cantidad de octavas, que puede agudizarse hasta un extremo y empequeñecerse hasta resultar casi infantil.
Un trabajo realmente interesante, que parece destinado a ser disfrutado solo por oyentes valientes, amantes del riesgo y en búsqueda de músicas poco convencionales. No obstante, este Babasha comparte parámetros estéticos con propuestas que han conseguido traspasar la barrera del underground más severo, como Björk, Antony, Radiohead o una Joanna Newsom con la que quizás la música de Marina Herlop tiene una conexión más potente. Cambiemos el arpa de la particular artista norteamericana por el piano de Marina y nos podemos hacer una idea bastante aproximada de lo que tiene para ofrecernos. Marina Herlop ha creado un disco lo bastante atractivo como para no quedarse en el cajón de la música clásica contemporánea ni el de la vanguardia más desconocida. Cierto, no es apto para todos los oídos, pero vale la pena intentar descubrir sus secretos y dejarse arrastrar por las emociones contenidas en estas extrañas a la vez que fascinantes canciones.
¿Te apetece intentarlo? Aquí tienes Babasha, lo nuevo de Marina Herlop.