Mueran Humanos + Auto Sacramental (Mots Live Siroco) Madrid 22/09/19
Auto Sacramental es una banda de un solo hombre, que se las apaña muy bien solo merced a unas composiciones muy frescas, muy sólidas, hiperbailables y muy, muy disfrutables.
Temas como “Arde” o “Sierra Norte” deberían ser hits si este fuera un país civilizado. ¿Que no se puede citar a Carlos Saura en un trallazo tecno-pop? Jo que no. Letras inteligentes y mordaces, a medio camino entre la ironía y el misticismo celtibérico, y melodías muy, muy trabajadas arman muy bien sus composiciones, primorosamente producidas por Guille Mostaza (Ellos). Hechuras y tics típicos del género, muy bien digeridos y ejecutados, una pizca de oscuridad y un evidente regusto ochentero que te encantará si has crecido con los clásicos.
Con dos EPs grabados, las expectativas, máxime tras verle en directo, están muy altas. Estaremos atentos.
Mueran Humanos salieron al pequeño escenario del Siroco y pronto se vio que, aunque son solo dos, se les quedaba pequeño. Carisma a raudales apoyado en un material de primera, el dúo bebe de influencias kraut para ofrecer unos temas largos, que se desarrollan lenta e implacablemente, uniendo en ocasiones en la misma canción la calma tensa con el frenesí de la distorsión. En el clima onírico y pesadillesco que consiguen evocar, consiguen la cuadratura del círculo: la oscuridad asfixiante y volumen altísimo, fiereza y distorsión que paradójicamente te acarician, recordando los logros de algunos grupos clásicos del shoegaze, y unas letras crípticas que invitan a la reflexión y a la vorágine hedonista del baile sin control.
Tocaron temas de su último largo, Hospital Lullabies (Cinema Paradiso, 2019) como Los Problemas del Futuro y Alien, que sonaron aún más intensas y físicas en directo; del anterior, Miseress (ATP Recordings, 2015) sonaron especialmente bien la oscura Espejo en la Nada y la muy potente Guerrero de la Gloria Negativa (se echaron de menos trallazos como Guardián de Piedra).
El dúo argentino acabó por todo lo alto, tras consultar con el público, con la brutal El Círculo -con toda la sala gritando – y Horas Tristes, de su primer álbum, Mueran Humanos (Old Europa Café, 2010), dejando un concierto que, si bien dejó ganas de escuchar más, fue perfecto en su contención e intensidad, con una Carmen Burguess que estuvo majestuosa a los mandos del Moog y Thomas Nochteff moviéndose por el escenario como un animal enjaulado con un bajo y múltiples pedales, recordando por momentos la intensidad de los últimos Swans o la rocosa elegancia de los Bad Seeds.
Háganse un favor y no se los pierdan la próxima vez.