Neon Indian – VEGA INTL. Night School (Mom + Pop)
Alan Palomo, el hombre detrás de Neon Indian, es uno de los apóstoles de la adopción del sonido más comercial de los ochenta como una de las patas más vigorosas de la «nueva» modernidad. En su caso reúne prácticamente todos los clichés, la reivindicación de la música de videojuegos arcade, el diluvio de sintetizadores, el funk horterilla y simplón, el sempiterno vocoder o los ritmos electrónicos de discoteca. Dicho así parece algo poco edificante, pero ateniendo que quien más quien menos tiene alguna filia con algo de esta lista, encontrará en Neon Indian a alguien que sabe sacar petróleo de esa mescolanza y sorprendentemente también cierta innovación.
Su último disco se desliza sin reparos hacia la parte más lúdica y festiva de su propuesta, aun siendo un disco en que el componente pop es prácticamente eliminado. Deja de lado sonidos más de vanguardia y entra de lleno en un sonido perfectamente radiable en cualquier emisora generalista e incluso algún tema tampoco desentonaría en la pista de baile. Los sintes se posicionan como dominadores absolutos de su sonido, además sin demasiadas complicaciones en sus texturas, mientras que la melodía adquiere presencia especialmente con las voces y samplers que trufan sus canciones. Es destacable la presencia habitual de ritmos disco y hasta de R&B que, de alguna manera, conecta su trabajo con artistas contemporáneos como Janelle Monáe o FKA Twigs, y con la pesada sombra de todo un Michael Jackson que se intuye en la lejanía.
La idea de hacer un disco de vocación claramente nocturna está claramente ahí, así como reinterpretación de una escena muy concreta, la de la música de baile negra de los ochenta. Por edad, ciertamente Palomo no pudo experimentarla de primera mano y quizás la imagen solo existe en su cabeza después de haberse tragado varios singles de Earth, Wind & Fire, pero afortunadamente nunca cae ni en la nostalgia ni en la tonta repetición de un sonido que para muchos oídos contemporáneos suena ya caducado.
VEGA INTL. Night School es un disco muy destacable, se le nota trabajado y estudiado hasta el detalle, incorpora suficientes elementos y variedad como para que, a pesar de que es un disco disfrutable de una manera inmediata, siga aportando detalles a la escucha tras varias repeticiones. Quizás su irregularidad en cuanto a la calidad de algunos de sus temas no le permita posicionarse como uno de los discos de la temporada aunque, debido a su variedad, no se permite repetir fórmulas, nunca es aburrido. Un disco recomendable y disfrutable de principio a fin.