Neonflash – Hidden Alarm (Edimusic)
Hidden Alarm, álbum de debut de los valencianos Neonflash, no suena mal y la fórmula es eficaz e infalible. Engancha, pero sin embargo no consigue atrapar, más allá de no poder despegarte de alguna de sus melodías que se repite incesantemente en tu cabeza. Música simpática que entra bien para la gran mayoría de oídos que muy legítimamente no quieren pagar peajes hacia la trascendencia («Aquello que está más allá de los límites naturales y desligado de ellos», según la Real Academia Española).
La animada «Free translation» es el hit del disco y una de sus mejores canciones. A pesar de ello, me recuerda a sonidos de pop electrónico ochenteros ya probados, ya «bailados», ya escuchados con anterioridad. Compite con «Universal robots» que cierra Hidden Alarm y es el único tema realmente distinto del álbum. Una canción que pretende recordar la etapa más reciente de David Bowie con la voz grave del cantante. A pesar de que comienza con unos extraños sonidos termina con una bella melodía.
Excepto «Universal robots», la tónica del disco es la misma, donde Neonflash está a la caza del estribillo «tarareable» y en ocasiones excesivamente «facilón». Un ejemplo de ello son los coritos (aha, aha, aha) de «Come on gym R&F» mientras un tío te presenta un ejercicio de gimnasio: «Una gentil acción rítmica le ayudará a levantar y reafirmar su estado físico. Usted se verá muy bien y lo más importante, usted no suda» (…). Y así va transcurriendo todo el disco. Canciones más destinadas al directo y a la pista de baile que al sofá de casa. Otros ejemplos de ello son la enérgica «Slash» y la futurista «Mad max».
Hay algo de New Wave y de música disco en el álbum de Neonflash y de sonidos que suenan parecidos, salvando las distancias, a Depeche Mode y New Order. El grupo nació en Valencia a principios de siglo y en 2006 en el Heineken Greenspace recibieron el premio a la Mejor Banda Nacional. Tres años después han dado el salto con este Hidden Alarm.