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Singles Supremos: «Stranglehold», de Paul McCartney

Como este 18 de Junio es el cumpleaños de Paul McCartney, le dedicamos unas líneas en esta sección de “Singles Supremos”.

Hubiera resultado más sencillo hablar acerca otras canciones suyas más populares, en solitario, pero vamos a centrarnos ahora y a tratar de ahondar en uno de los instantes sónicos más injustamente infravalorados y no tan tarareados por el público, en general; acerca de este emblemático intérprete.

Si bien es cierto que el LP Press to play (1986) no se alza como el LP más apoteósico (ni tampoco el más nefasto, ni mucho menos) de la carrera del genio de Liverpool, bajo mi prisma personal, el tema “Stranglehold” sí que supone una de las tonadas más sobresalientes, inspiradas y persuasivas que haya compuesto nunca el propio McCartney; dejando aparte su estancia en The Beatles o en Wings, por descontado (de ambos grupos, por cierto, podéis encontrar varios reportajes, aquí en Muzikalia).

 

Can I get you to give me  / ¿Puedo conseguir que me des
a minute of your time? / un minuto de tu tiempo?
Can I get you to slip me the answer? / ¿Puedo conseguir que me facilites la respuesta?
Can I get you to show me / ¿Puedo conseguir que me muestres
a little of your mime? / un poco de tu cariño?
You were always a very good dancer. / Siempre fuiste una buena bailarina.

I’d be happy to show you a bit of what I found. / Estaría feliz de mostrarte un poco de lo que hallé.
I’d be happy to share in its beauty. / Estaría feliz de compartirlo en toda su belleza.
I’d be happy to lay low, inevitably bound. / Estaría feliz de ocultarme, inevitablemente enganchado.
I would only be doing my duty. / Tan solo estaría cumpliendo con mi deber.

I wait (I wait), I wait (I wait). I can wait. / Espero (espero), espero (espero). Puedo esperar.
I can wait back in the bar. / Puedo esperar en el bar.
I can wait, I can wait. / Puedo esperar, puedo esperar.
I can wait back in the car. / Puedo esperar en el coche.
I’ll be waiting for you. / Estaré esperándote.

Stranglehold, you know you’ve got one on me. / Controladora, sabes que me tienes cogido.
I don’t want to go without ya. / No quiero ir a ningún sitio sin ti.
Stranglehold, you’ve got me where you want me / Controladora, sabes que me tienes donde quieres
but I want to know more about ya. / pero deseo saber más de ti.
I want to know more about ya. / Quiero saber más de ti.

Are you willing to wager a little of your life? / ¿Estarías dispuesta a apostar un poco de tu vida?
Are you willing to take such a gamble? / ¿Estarías dispuesta a hacer semejante jugada?
Are you ready to walk on the edge of the knife? /¿Estás lista para caminar por el filo de la navaja?
Then I think we can skip the preamble. / Entonces creo que podemos saltarnos el preámbulo.

I wait (I wait), I wait (I wait).  / Espero (espero), espero (espero).
I can wait. I can wait. / Puedo esperar. Puedo esperar.
I can wait back in the bar. / Puedo esperar en el bar.
I can wait, I can wait / Puedo esperar, puedo esperar.
I can wait back in the car. / Puedo esperar en el coche.
I’ll be waiting for you. / Estaré esperándote.
I’ll be waiting.  / Estaré esperando.

Stranglehold, you know you’ve got one on me / Controladora, sabes que me tienes cogido.
I don’t want to go without ya. / No quiero ir a ningún sitio sin ti.
Stranglehold, you’ve got me where you want me / Controladora, sabes que me tienes donde quieres
But I want to know more about ya. / pero deseo saber más de ti.
I want to know more about ya. / Quiero saber más de ti.

I can wait, I can wait back in the bar. / Puedo esperar, puedo esperar en el bar.
I can wait, I can wait. / Puedo esperar, puedo esperar.
I can wait back in the car. / Puedo esperar en el coche.
I’ll be waiting for you. / Estaré esperándote.

Paul McCartney gozó de compositivas asociaciones realmente siderales en sus discos de la década de los 80, como con Stevie Wonder, en Tug of War (1982); con Michael Jackson, en Pipes of Peace (1983) o con Elvis Costello, en Flowers in the Dirt (1989).

En el caso del año 1986, fue Eric Stewart, ex-líder del grupo 10cc, el que en cierto modo tomó ese rol de “insigne co-compositor invitado” en varias canciones junto al mismo McCartney, en esta ocasión para Press to Play (un subestimado álbum éste, por cierto, donde también intervinieron, puntualmente, Phil Collins y Pete Townsend; nada menos). De todos modos, matizaremos que Stewart ya había sido, simplemente, músico de sesión bajo las órdenes del propio “Mac”, entre el 82 y el 84.

Eric Stewart

El primero de los temas, del año 86, para el que aunaron sus fuerzas creativas e instrumentales Eric (guitarras eléctrica y acústica, además de coros) y Paul (voz principal, bajo, coros, guitarras eléctrica y acústica) fue el completísimo pop-rock “Stranglehold”; el cual además sirvió de acertada apertura del LP mencionado.

Acerca de cómo los dos músicos engendraron dicho tema, el bajista de Liverpool mencionó que ambos comenzaron colocando palabras rítmicas y acentuando las mismas; utilizando la letra como si fuera un bongo y disfrutando, siempre, de aquella experiencia.

Las estrofas de “Stranglehold” ¿tal vez podrían referirse a una aventura furtiva y sexualmente primaria entre un hombre y una mujer? ¿Quizás, se trate de Paul McCartney y Linda Eastman cuando se enamoraron locamente y para siempre, entre 1967 y 1968 pero, al principio, tenían que verse a escondidas para que no lo supiera la esposa de él, de por entonces, Jane Asher ni tampoco las celosas fans de The Beatles? Ésto es solo un interrogante y una hipótesis que planteo sobre los versos de la susodicha canción, en la cual además el protagonista llama cariñosamente “controladora” a su acompañante femínea.

Según Eric Stewart, tras la primera jornada de faena con “Stranglehold”, en 1985, él se había marchado a su domicilio muy contento por cómo había sonado su guitarra electroacústica, el bajo del mismo Paul y la rotunda batería a cargo de Jerry Marotta. Aquel terceto se empezó compenetrando de fábula en los primeros ensayos. Entonces, un eufórico McCartney telefoneó a casa de Stewart y se puso al auricular la esposa de éste segundo. De tal modo, el ex-beatle le expresó a la mujer que le comunicara a su marido que éste era jodidamente bueno y que estaba deseando que llegase mañana para seguir trabajando.

Después de tan óptimo arranque artístico con “Stranglehold”, Stewart y McCartney ya pasaron a escribir otras siete canciones con firma conjunta, destinadas a Press to Play. Todo el proceso de  componer “Stranglehold” y demás repertorio fue efectuado a través de la técnica de los dos músicos de tocar el uno frente al otro, ambos con guitarras acústicas como si fuera un espejo (recordemos que Paul McCartney es zurdo); un método éste que le recordó al mismo Paul a sus viejos tiempos de cuando escribía temas junto a John Lennon, en la época de The Beatles, en los años 60.

McCartney Press to Play

Aquello marchaba como la seda.

Sin embargo, ya durante la grabación del corte en cuestión, en los estudios Hog Hill Mill, en el condado de Sussex, todo se torció exageradamente y se dieron una serie de contratiempos que relatamos seguidamente. Ésto mismo, en mi modesta opinión, provocó que ni siquiera un sencillo supremo como “Stranglehold” obtuviera el mismo reconocimiento que otras aclamadas canciones de Paul McCartney, en solitario.

A la hora de producir “Stranglehold” y el resto de minutaje de Press to Play, se ocupó el mismo McCartney de esa labor pero también contrató a Hugh Padgham, con el cual buscaban trabajar muchas otras estrellas británicas durante los años 80, como también sucedió con The Police, Genesis o XTC; además de Peter Gabriel y Phil Collins, ambos en solitario.

Ésto mismo fue una contrariedad para Eric Stewart, el cual esperaba asumir más peso en esa misma actividad de supervisión general junto al propio Paul. Éste, además, empezó a no entenderse tampoco con el propio Padgham ya que a este segundo le fue dada la libertad de aplicar sistemas digitales cuando, en el fondo, McCartney pertenece a la vieja escuela analógica, sin tanto artificio. Luego veremos la razón de todo ésto.

Finalmente, la función directora  que creía que haría el propio Eric Stewart solo fue reconocida en los créditos como “contribución especial” y es que, además, a éste se le había demandado previamente que cesase en su empeño del tema de producción; según la propia versión de Eric.

En concreto y por ejemplo, Stewart se quejó, amargamente, de que Paul McCartney y Hugh Padgham agregasen saxofones a “Stranglehold”, algo no le agradó lo más mínimo y además, bajo el punto de vista del mismo Eric Stewart, el mando de la producción de Press to Play no quedó bien definido porque demasiadas personas estuvieron ocupándose de dicha tarea, ya que Phil Ramone también acabó algo involucrado en ello, adicionalmente.

En mi opinión personal, durante “Stranglehold” resultó imperial, decisiva, potente y elegantísima la sección de viento; formada la misma por Gary Barnacle (saxofón tenor), Lenny Pickett (saxofones tenor y alto) y Dick Morrissey (saxofón). En otras palabras que yo creo, modestamente, que los metales fortalecen, de modo muy atractivo, dicha tonada pero no es que el que aquí redacta tome partido por nadie de los implicados, realmente, los cuales se han citado en párrafos anteriores.

Por ejemplo, me parece absolutamente sensacional cuando McCartney canta “I wait”, el efectista eco responde de modo tenso y expectante “(I wait, I wait, I wait)” y acto seguido, explota la voz del artista cuando pronuncia, rockerísticamente, “I can waiiiiiiitt”; entrando en juego, entonces, el mentado conjunto de saxos tan decididamente “cool” de los mismos Gary Barnacle y compañía; entre otros detalles musculosos e indelebles de esta misma pieza.

McCartney Stranglehold

Para remate de la agria situación interna, Eric Stewart consideraba a Hugh Padgham mucho mejor ingeniero que productor e incluso, debido a estas insatisfacciones durante el proceso, el antiguo abanderado de los 10cc abandonó las sesiones del propio Press to Play antes de que éstas tocaran a su fin, en las postrimerías de 1985 y con la intención de no signar nunca más canciones a dúo con Paul McCartney. Para colmo, el mismo Eric descalificó, con el tiempo, como quedó retocado el material de aquel LP.

En resumen, el ambiente inicial tan ideal que se había dado con “Stranglehold” se arruinó por completo, posteriormente.

En cuanto al mismo Hugh Padgham, tras el entusiasmo inicial de ver trabajar juntos a McCartney y Stewart, el propio productor acabó admitiendo, con los años, que el resultado final del LP no resultó el más idóneo y a eso mismo contribuyó el que acabaran surgiendo discrepancias entre Padgham y ambos compositores, durante aquel proyecto; apuntalamos.

Paul McCartney, por su parte, admite que Eric Stewart y él mismo concibieron juntos muy buenos temas como “Stranglehold” pero que existió un malentendido entre ellos en el asunto de permitir que el propio Eric co-produjese Press to Play.

Era un instante, aquel de 1986, en que Paul McCartney se jugaba su reputación internacional porque había empezado a perder el crédito de la prensa especializada con el LP Pipes of Peace (1983) y aún más varapalo periodístico padeció la banda sonora / película de Give my Regards to Broad Street, en 1984; aunque los fans todavía llevaban a Paul a los lugares más elevados de las listas de éxitos. Aquellos dos descalabros seguidos a nivel de crítica articulista fue una contingencia que se le atragantó al ego de nuestro ilustre protagonista pero es que, a mediados de la década ochentera, astros en ascenso como U2, OMD, Spandau Ballet o Wham (entre otros) parecieron obtener más atención mediática y eclipsaron a un McCartney, el cual ansiaba recuperarse como fuese en el terreno de la respetabilidad hacia su Arte.

Paul McCartney

Entonces, el icónico bajista de Merseyside buscó sonidos más modernos que se ajustasen a los mismos se llevaban en aquel 1986 y “Macca” consideró oportuno compartir el mando de las operaciones con otra persona, por primera vez desde 1970; en este caso el productor Hugh Padgham; como previamente se explicó.

Lamentablemente, incluso las cosas empeoraron en ese sentido de aceptación ajena, en aquel año 86 y es que que Press to Play no carburó como su responsable principal anhelaba. En consecuencia, dicho LP provocó una fuerte división de opiniones tanto de la crítica especializada como incluso del público y como colofón negativo, dicho álbum obtuvo unas ventas ciertamente pobres para tratarse de un histórico nº1 como Paul McCartney; al cual mucha gente le consideró como desfasado en ese instante de la aludida década ochentera. A causa a todo ésto, el propio Paul, renegaría bastante de esta obra suya y nunca tocó, para sus conciertos en directo, piezas de este repertorio; incluida “Stranglehold”, ni tampoco incluyó nada de dicho material, del año 86, en casi ninguna de sus posteriores recopilaciones (salvo alguna Box Set de singles).

En el caso concreto de la propia “Stranglehold”, la cual solamente se publicó como single en Estados Unidos, en 1986 (aunque no acierto a entender las razones de no editarse también en Europa y en el resto del globo), ésta tan solo alcanzó el puesto nº 81 en las listas oficiales de aquel país; algo también bastante incomprensible dada la alta calidad de este corte.

Comentaremos que el videoclip de “Stranglehold”  fue dirigido por Bob Giraldi, el cual ya asumió esa misma función para el popular tema “Say, say, say”, de 1983. En las imágenes, se observa a un niño que  trata de colarse, de varias maneras, en un club de un pueblecito de Arizona donde ofrecen un concierto Paul y su banda. Al final, el decidido muchachito consigue acceder al abarrotado recinto con la gentil ayuda de Linda McCartney y el pequeño incluso consigue sumarse a los músicos tocando su saxofón, brillantemente, en la parte final de la propia canción. La filmación tiene sus defectos como que la propia música no despunta todo lo que debería o que son sustituidos algunos músicos de los que grabaron, originalmente, el tema en el estudio pero también la historia del aludido infante resulta tierna, simpática y emotiva.

Insisto que, a que pesar de todo, opino firmemente que “Stranglehold” se halla al mismísimo nivel que otras colosales canciones de Paul McCartney, bajo su firma totalmente en solitario, como “Maybe I’m amazed” (1970), “Coming up” (1980), “Take it away” (1982), “So bad” (1983), “No more lonely nights” (1984), “Once upon a long ago” (1987), “Put it there” (1989)”, “Biker like an icon” (1993) o “Beautiful night” (1997); entre otras muchas creaciones del legendario músico de Liverpool.

Un comentario en «Singles Supremos: «Stranglehold», de Paul McCartney»

  • Muy buen artículo Txus, una valiosa canción de Paul McCartney no de las más radiadas y que emana energía por los poros.
    Bravo Txus, Bravo MZK

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