Tanita Tikaram – Sentimental (Naïve)
Puedo empezar esta crítica diciendo lo que dicen todos: ha llovido mucho desde aquel Twist in my sobriety que descubrió la oscura e hipnótica voz de Tanita Tikaram a finales de los 80. El disco que rodeaba a esta tremenda canción desesperada era una agradable colección de canciones de pop de cantautor, sencillas, efectivas, algunas con más movimiento que otras, intrigantes. Tanita, desgraciadamente, no pudo retener la atención que consiguió con este disco en sus siguientes trabajos, todos derivados del pop-rock tranquilo con excelente producción y, generalmente, sin mucho más que aportar, con letras que sugerían levemente estados de ánimo. Lovers in the city intentó mover su estilo hacia la producción electrónica, con ayuda de Thomas Newman, su grandes éxitos la resucitó levemente, y Capuccino Songs con su producción tan exagerada, tan al borde del histerismo, casi la vuelve a enterrar.
Quizás sea este disco el que definitivamente la vuelva a poner en boca de todos. Sentimental es un disco contenido, fruto de una búsqueda de inspiración por Italia que ha parecido dar buenos frutos. Con ayuda de gente competente como Nick Lowe, con el que tiene un par de dúos cuyo resultado hace preguntarse cómo no se le ocurrió antes, ha conseguido una colección de canciones relajadas del estilo del pop indie con cuarteto de cámara que tanto se ha llevado estos años. Es decir, no es nada revolucionario, ni tampoco es un cambio radical de lo que hacía en Everybody’s angel, pero las canciones duran lo justo, las letras – siempre de amores y desamores, nada nuevo – se adecúan a la música, y el nuevo cambio de peinado y estética del disco consigue que Tikaram aparezca con un envidiable lifting artístico. Por destacar algo en estas diez canciones llenas de violines, pianos y vientos: «Everyday is new», el dueto con Nick Lowe, a dos pasos del country alternativo y del pop de gran consumo. Sin duda, su mejor disco desde aquel que tuvo en plena adolescencia.