Tercer Sol – Presentimiento (BCore)
Es lo que tiene llegar el primero. Que tienes ventaja. Aunque claro, es algo que no está exento del peso de cierta responsabilidad. Parece que todo el mundo espera de ti repetir aciertos que no sabes si podrás reproducir, o peor, mejorar. Frente a eso lo más sensato es tomárselo con calma. Al fin y al cabo, tienes ventaja. Ver qué va pasando a tu alrededor, si lo que has contribuido a dar forma realmente aguanta, o es momento de mirar a otro lado. Ver cuáles de tus ideas iniciales siguen teniendo vigencia. Renovarse o morir, vamos…
La banda valenciana Tercer Sol fue de las primeras en subir al carro del neo punk, esa ahora tan extendida tendencia a hacer eco (con mucha reverb) del gótico ochentero, el punk setentero y la psicodelia sesentera para hacer frente a la angustia vital del siglo XXI. Llegaron en 2014 a través de la maraña de guitarras heredera de Wire, Sonic Youth, The Cure, Swans y Jesus and Mary Chain que fue su primer EP. Tras aquél torbellino, tardó nada menos que cinco años en llegar un primer LP, titulado Lejos, que además editaba un sello tan reputado como BCore, y que les volvía a situar a la vanguardia de toda esta corriente de guitarras enfurecidas y sombrías a base de añadir grandes dosis de rock de acento alemán a una personalidad que se sabía intransferible.
Y fieles a su sistema, a su condición de primeros de la clase y sabios observadores de lo que ocurre a su alrededor mientras ellos tejen sus redes, llega, tras una pandemia mundial y tres años intensos, Presentimiento. Segundo álbum que vuelve a publicar la mencionada disquera barcelonesa, y que presenta no pocas novedades. Entre otras, un importante cambio de formación, con la incorporación de María Inglés (Típex) al bajo.
Y no sabemos si, tal vez debido a eso, una plausible concreción de su sonido, que dista bastante de la espesura negra que poblaba su anterior largo. Las canciones se han vuelto mucho más cristalinas, sin tanto muro de sonido encima, más directas, más detectables como algo urdido para asaltar al oyente desde la primera escucha, sin perder por ello, claro, ni un ápice de personalidad, ni hacer demasiadas concesiones. Son composiciones, sí, de querencia melancólica y halo oscuro, pero que atacan sin piedad la línea de flotación a base de melodías certeras, bases rítmicas que rozan lo bailable y letras que, como siempre, utilizan lo onírico para representar estados de ánimo, aunque esta vez -otra novedad- no temen acudir a referencias geográficas para acercarnos a un universo singular que cada vez se hace más notar.
“Iba caminando por la calle del mar, mientras unas gaviotas me miraban pasar”, referencia inequívoca a una València cuyas aceras están en cada uno de estos surcos. Así empieza el disco. “Hoy” es una canción serena pero intensa, melancólica pero esperanzadora, oscura pero luminosa. Guarda en sí, por tanto, una dualidad a la que parece querer jugar la banda en esta ocasión, manteniendo un complejo equilibrio de sensaciones que es, precisamente, la gran baza de esta colección. Así, “Canción para decir adiós” agrega complejidad instrumental y space rock a aquél inicio tan pop.
Decíamos que València está muy presente, pero es una València nublada, de día tristón, que también existe entre tanto día soleado y playero. Lo vemos en “Recuerda”, con su comienzo tan “Cure”, o en la canción titular, plenamente representativa de ese apesadumbrado presentimiento que sirve de hilo argumental a un álbum en el que destaca especialmente una producción que deja a la música respirar y, por tanto, que los muchos sutiles detalles de los que estas canciones están plagadas sean apreciables por el oyente, que descubrirá así una obra totalmente confirmatoria de un talento especial para fotografiar las catacumbas del alma a través de canciones tan hirientes como perdurables.
Escucha Tercer Sol – Presentimiento