Tercera jornada del Wintercase en Valencia
Jueves 19 de Diciembre, llegó una de las noches más esperadas para la afición valenciana, todos esperábamos con ganas el comentado show de The Flaming Lips, aunque, sin restar valía a los americanos, los dos conciertos previos no pasaron desapercibidos para la gran mayoría de un público más numeroso que en las dos anteriores citas.
Elf Power dejaban los bosques y se acercaban a la ciudad para interpretar los cortes de su último álbum Creatures (Shifty Disco, 2002). La banda de Athens cuenta con un considerable número de fans en nuestro país, algo palpable en la actitud del público, más entregado que de costumbre si consideramos que se trataba de la primera actuación de la noche.
Su directo parte de una combinación de folk-pop con matices psicodélicos y una particular sencillez. Podríamos destacar la versatilidad de Laura Carter, (a cargo del teclado, acordeón y guitarra) o la capacidad del grupo para transformar en directo sus canciones, que sobre el escenario adquieren un cariz más contundente y expresivo.
The Czars llegaron puntuales a su cita, y con ellos, la característica voz de John Grant, que contribuye a que la música del grupo adquiera una emotividad mayúscula. La primera parte del concierto estuvo cargada de una sutil melancolía, la segunda sin embargo, se caracterizó por un sonido más denso y contundente.
El grupo de Denver resultó ser un buen prolegómeno para la actuación más esperada de la noche. The Flaming Lips ya anticiparon en entrevistas previas su intención de hacer de sus conciertos una continua fiesta. Y así lo pudimos comprobar. La puesta en escena estuvo marcada por un cómico zoológico en forma de disfraces. Y qué mejor canción que “Race for the Prize” para comenzar el espectáculo, sin duda una de las canciones más significativas de la banda.
Globos, confetti y un cumpleaños feliz nos transportaron a nuestra más tierna infancia, y entre tanta parafernalia fueron desgranando las canciones de su último álbum. No pudo faltar su interpretación de “Yoshimi Battles the Pink Robots –Part I-”, sorprendentemente acompañada por unas secuencias de la violenta “Battle Royal”, uno de los últimos films del director japonés T. Kitano. El único pero que podríamos poner a su actuación fue la cansada voz de Wayne Coine, que se resintió a lo largo de la actuación.
La música de The Flaming Lips invita a mantener la inocencia y su mejor credencial para hacerlo es su directo.
Una de esas noches que te encantaría repetir cada fin de semana.