Travis (Acústico) – Luz de Gas (Barcelona)
Por gentileza de la Cadena 100, Travis visitó ayer la ciudad condal, ofreciendo un concierto especial de carácter acústico y al que solo se podía acceder con invitación, así que Muzikalia Barcelona estuvo allí prácticamente en pleno para ver qué nos ofrecían los de Glasgow.
Es cierto que Travis no tienen demasiados recursos estilísticos escondidos debajo de la manga y que sus estribillos pueden sonar repetitivos, pero la humildad, sensibilidad y entrega de Francis Healy, Andy Dunlop, Douglas Payne y Neil Primrose convierten cada uno de sus shows en especial, basándose sobretodo en una comunión total con el público.
El show empezó, con demasiado retraso, con «Sing», que desde The Invisible Band fue uno de los singles que les hizo llegar al gran público y a partir de ahí, con el público en el bolsillo, todo fue rodado. Plantear un set acústico tiene su lectura negativa como la falta de tensión eléctrica en «The Beautiful ocupation» pero permite admirar de cerca los matices de las siempre delicadas canciones de Travis como «Why Does It Always Rain On Me?» o «Turn». Por otra parte el cuarteto hizo varios regalos a los asistentes, la interpretación de «Side» evolucionó a un coreado y divertido «Staying alive» de los míticos Bee Gees y la versión del «Baby one more time» de Britney Spears convirtió el tema de la rubia pop-star en una composición delicada e intensa.
Si en su última visita fue «Flowers in the window», que también sonó ayer, la que oímos sin micro y con la guitarra desenchufada, Healy no dudó ayer en volver a realizar otro tema, ”Twenty”, a petición del público, completamente a pelo demostrando a partes iguales su generosidad sin límites y las limitaciones de su registro vocal.
Es tristemente común el murmullo de fondo en la mayoría de los conciertos, pero me gustaría dar en esta ocasión un premio de honor. Vi el concierto desde la derecha (mirando al escenario) y sentado en una especie de podium y me gustaría agradecer especialmente a la chica que tenía detrás, morena con el pelo recogido y camiseta de cuello alto con dibujos picasianos de colorcitos (te describo por si lees esto, aunque con lo poca educación que demostraste dudo si sabrás leer) que no se calló en todo el puñetero concierto. Me giré tres veces, dos estaba de espaldas al escenario y hablando de su vida (la cual nos importaba poco a los que estábamos a su alrededor) y la tercera, me giré asombrado por el silencio, estaba mandando un mensaje por su móvil de última generación, ya me extrañaba. Como podéis ver le interesaba muchísimo el concierto. Puestos a agradecer, le agradecería que la próxima vez se quedara en su casa, aprendiendo un poco de eso que llaman educación y respeto. Gracias. Lo peor es que no era la única.
Me gustan mucho los conciertos de Travis, por la humildad, la entrega, la generosidad y porque cuando un grupo disfruta sobre el escenario como lo hacen los escoceses, el público disfruta mucho más viéndolos y coreando sus temas. El concierto de ayer no fue una excepción.