Veo Todo en Blanco y Negro: Barricada y El Drogas, una historia
Uno de los valores más preciados en el ser humano es la coherencia. Sin embargo, no es algo que predomine en el ser humano. Y ya si hablamos del show-bussiness ni te cuento. Artistas que dicen una cosa y hacen otras. No sólo hablo de Miguel Bosé, que ya se halla en el cucuísmo ilustrado, sino muchos y muchas otras que pregonan una cosa y hacen todo lo contrario; léase Alaska, Alejandro Sanz o Pablo Alborán. Por eso, que la persona de la que hoy hablamos esa actitud la lleve a rajatabla es para congratularse. Hablo, sin duda alguna, del gran Don Enrique Villareal Armendáriz, El Drogas. La próxima semana, en el Festival de San Sebastián, se estrena un documental que explora su figura y, por ello, he decidido hacerle un homenaje modo artículo.
Enrique es un tipo inteligente, genialoide, de verborrea rápida y con la chispa adecuada en cada respuesta. Cuando te da una entrevista se entrega todito y no deja títere con cabeza ahondando en todo sin cortapisas ni censuras. Muchas veces los agentes te avisan previamente “no puedes preguntarle ni por esto ni por aquello” pero con él total libertad. Quien esto suscribe tuvo el honor de entrevistarlo y reconozco que fue tremendo. Rajó de la Ayuso, del Aguado, de Franco, Podemos, los indies, la homofobia en el heavy patrio y de la vida en general. Y todavía no había pasado lo del Coronavirus; estoy deseando volver a entrevistarlo a ver qué opina de todo lo que hemos vivido. El Drogas es, junto a Rosendo, nuestros titanes del rock –y si les unes a Fortu y los hermanos de Castro tenemos el compendio completito-. Así que, productoras, ya sabéis: Rosendo Mercado se merece una película. O un musical. O todo a la vez.
Por tanto, señorías, aquí comienza este homenaje a El Drogas. Érase una vez a principios de los 80 un muchachín del barrio marginal de Txantrea, Pamplona. Soñaba con montar un grupo de música. Y como le gustaba mucho fumar porros le apodaron El Drogas. Y ya con esto acaba todo lo parecido a cuento infantil, porque lo siguiente es para ir poniendo pí pí en cada frase. Por tanto, prosigo. Aparte de pegar hostias como puños, montó grupitos como Punk Sapos Band y Kafarnaún, pero se tuvo que ir a hacer la puta mili y lo paró todo. Volvió de la misma con una tuberculosis y la formación de Barricada. Por ese mismo orden cronológico. Villareal me dijo en la entrevista que su otra pasión era el teatro. Y tan cierto es; en su pasado está el Komité Antinuclear Txantrea donde se unía rock y teatro.
Su primer momento cumbre fue cuando participó con los Barri en el histórico festival Anti-OTAN (abril 1985) surgiendo de ahí la etiqueta Rock Radical Vasco. A ello se le unió un tocho de grupos, fanzines, radios libres y, por supuesto, las gatxetes (casas ocupadas) que revolucionaron las vascongadas. Y como lo bueno llama a lo bueno, Rosendo decidió producir su siguiente álbum, Barrio Conflictivo; una obra dura y tremenda donde Enrique narra su experiencia como chaval de un barrio marginal. Y como eran buenos fueron fichados por RCA, cabreando a los fans que los tacharon de vendidos al sistema. Y como a Enrique le toques los cojones, prepárate; su respuesta fue contundente y en modo canción; «No hay tregua», otro de sus pelotaris. Y aunque en la casa de discos quisieron censurar ocho de las canciones, Rosendo, productor y guardaespaldas del mismo, dijo que aquello no lo tocaba ni Dios.
El disco no solo tuvo gran aceptación en País Vasco y Navarra sino que, además, se consagró en el resto del país. Rompieron con RCA para fichar por Polygram. Como eran tan bestias en directo, en todos los sentidos de la palabra, ocurrió un hecho que llenó portadas de periódicos; en un concierto de 1987 el público asaltó el escenario y la liaron parda. Los mandamases de la disquera estaban acojonados por tanto cafrerío. Entonces hubo una reunión para romperles el contrato y echarlos a patadas pero, justo, les llegó un “dato” que hizo cambiar de parecer: ¡Vendían discos como churros! Y todo el mundo hizo chitón en aquella sala de reuniones; poderoso caballero don dinero.
En marzo del 88, editaron Rojo, su disco más duro y compacto. De buenas a primeras empezaron a gustarle no solo a heavies, sino que tenían un puñado de fans pijos, así como rockers, puretas y mucho punks. Algo inusual en la tipología fans de esos años. Sus actuaciones en directo eran sold out allá donde iban; Navarra, Barcelona, Madrid, Sevilla, Valencia… Cuando editaron el inmenso doble en directo ya eran el no va más. ¡Una bomba musical que hasta sonaba en las discotecas entre las producciones de Stock, Aitken & Waterman y singles de Fine Young Cannibals! Nació la “Barricadamanía”.
A partir de ahí vino un tiempo en que alternaban discos con obras en solitario. Por Instinto estuvo en las tiendas a la par que Txarrena, trabajo solitario de El Drogas. El 92 editaron Balas Blancas donde se incluye el muy fuerte, comprometido y a comercial «Oveja Negra». El último disco como grupo fue La Araña, donde la madurez se transforma en letras de doble lectura y con influencias funky. El tema estrella, «Problemas», fue presentado con un vídeo de Juanma Bajo Ulloa cuya intención era la misma de siempre; «Tocar los cojones…».
Y aunque la cosa iba de mal en peor entre la membresía del grupo, cada dos por tres sacaban un directo, un recopilatorio y otras yerbas porque el nombre de El Drogas y Barri vendía; y una discográfica ya se sabe. Hasta que en 2011 lo echaron y emprendió su carrera en solitario. En sus letras siguen presentes esa corrosión crítica tan necesaria en estos tiempos del postulado oficial. O estás en un lado o en otro; o con El Drogas, que pega hostias a diestro y a siniestro. Vive en Pamplona, junto a Mamen Irujo, sus hijos mayores y tiene una renacuaja megafan de Amaia Romero. Si aquí tuviéramos la catalogación de Sir tal cual miembro del Imperio Español, Él tendría asiento fijo. Otra cosa es que aceptase tal distinción.
Ahora llega este merecido documental que dura 80 minutos. Se estrena el 21 de septiembre en el Festival de San Sebastián y luego ya en el resto. En él podremos ver y escuchar declaraciones, material de archivo, actuaciones musicales así como entrevistas a colegas como Rosendo Mercado (Su Inmensa Señoría), Fito Cabrales, Christina Rosenvinge (Mi amor muy platónico), Carlos Tarque, Kutxi Romero, Gorka Urbizu o el periodista Javier Gallego. También aparece su pareja, sus hijos Gari y Araia y grandes amigos como Marino Goñi y José Landa. ‘El Drogas’ es una producción de NARM Films con la producción asociada de Marmoka Films. Larga vida al Rock and Roll, al Drogas y a todo lo que nos ha dado.
Muy grande Enrique, grande El Drogas!
Quisiera saber en qué cines se va a estrenar, gracias
Amaian venta este documental?