Nine Inch Nails – La Riviera (Madrid)
Las expectativas que genera cualquier movimiento de Trent Reznor son muchas. Esta vez la pronta publicación de un DVD en vivo, Beside you in time, y un nuevo disco de estudio, Year Zero, convertían esta inesperada gira en un escenario idóneo para conocer el estado de forma de NIN.
La costumbre del genio por escoger a formaciones de su agrado desconocidas como teloneros en numerosas ocasiones, llevó a The Popos a ser los elegidos. El combo afincado en Pennsylvania practicó un pastiche de estilos (reggae, hip-hop, punk…) confuso. A unos resultó gracioso y a otros irritante. En cualquier caso, anecdóticos.
Con los acordes pregrabados de “Pinion” y envueltos en una nube de humo, nos aguardaba la llegada del Apocalipsis. Un Apocalipsis reforzado por un sonido nítido, una puesta en escena sobria y una iluminación espectacular, luces estroboscópicas incluídas.
La banda que trajo Mr. Reznor, pese a contar con el talento metrónomo de John Freese a la batería, no dejaba de ser un lastre debido, ante todo, a la desidia ojerosa del mercenario Jeordie White, y a un guitarrista posturitas preocupado mucho más en llamar la atención haciendo incontables aspavientos con la guitarra -hasta romperla finalmente- que por tocar con un mínimo de actitud y presencia. Qué duda cabe que artistas como el gran Robin Fink, Charlie Clouser o hasta figuras menores como Danny Lohner se echan –y mucho- de menos en el directo de NIN.
Tampoco gusta la estampa de un Trent Reznor que, aún mostrando un pletórico nivel vocal, sobre las tablas transmite una sensación de suficiencia que, unida a una falta de tortura física y espiritual marca de la casa desde siempre, impide tanto por su parte como por la nuestra una mayor implicación ante los temas.
El set list lo protagonizó The Downward Spiral, su indiscutible obra maestra (a destacar el tremendo encadenado de “Eraser” y “Reptile”). La preponderancia electrónica fue latente en muchas fases del show, convirtiendo La Riviera en una discoteca infernal al ritmo de “Heresy”, “Closer” y “Only”. La supuración guitarrera se atrincheró, mostrando la intensidad máxima con los temas de Broken (“Wish”, “Sucks” y un “Gave Up” aplastante con pogo incendiario incluido).
Sorprendió como fue ninguneado The Fragile, inmenso tratado acerca de la caída y auge existencial, del que sólo sonó, escalofriante y desnuda, “The Fragile”.
Desafortunadamente, el primer día de Madrid tuvimos que soportar un protagonismo excesivo del insustancial With Teeth (¡hasta cinco temas!). Sus composiciones en vivo evidenciaron aún más su debilidad unas (vergonzosamente lacias en el lote asomaron “The Collector” y “Love is not Enough”) y su exaltación de garrafón otras (“The hand that feeds you”).