III Festival Muévete Weekend – La Lata de Bombillas (Zaragoza)
Estaba previsto que la tercera edición del festival Muévete Weekend se celebrase en la alquilada sala Oasis, coincidiendo con su reapertura tras el cierre impuesto por medidas de seguridad. Sin embargo, sus (poco) responsables comunicaban el mismo viernes a la asociación organizadora del evento, la persistencia de la clausura al no haber realizado las reformas necesarias para superarla, incumpliendo así su parte. Como no hay gloria más grande que saber levantarse de las peores caídas, el festival se reorganizó de la mejor (y única) manera posible. Los conciertos de las dos principales bandas nacionales programadas, Lori Meyers y El Columpio Asesino, han sido aplazados a fecha aún por confirmar, mientras que el resto de actuaciones pasaron a celebrarse en la misma Lata de Bombillas. Tanto artistas como público mostraron en todo momento su apoyo a los promotores, a sabiendas de que habían recibido un puñalada trapera que podía haber echado por tierra un enorme esfuerzo personal y económico.
Así el viernes se lo repartieron Tachenko y los británicos The Wave Pictures. Los locales no pueden faltar en ningún sarao que se precie, e indignados con la actitud de la Oasis, salieron enrabietados y con ganas de hacer olvidar el desagradable incidente a base de buen humor y perfectas canciones pop. Tres temas nuevos que huelen a éxito, junto con clásicos del repertorio ocuparon su tiempo. Destacar que los granadinos Lori Meyers (que ya se encontraban en Zaragoza cuando conocieron la noticia), estuvieron presentes en la sala.
Lo de The Wave Pictures fue simplemente apoteósico. Ante una sala abarrotada, tres mozalbetes casi imberbes se plantaron sin pedales ni artificios, para interpretar con soltura y precisión insultantes las cotidianas historias de pub que nos han enganchado a todos. Sobre Instant Coffe Baby (2008) recayó el protagonismo principal, pero sería injusto destacar algún tema sobre los demás. Con el público rendido a los londinenses, éstos ofrecieron una actuación inolvidable, más meritoria si cabe por la simplicidad en las formas. Tras el concierto Dave Tattersall, Franic Rozycki y Jonny Helm autografiaron decenas de discos y se hicieron fotos con todo aquel que quería inmortalizar el momento.
La jornada del sábado fue inaugurada por los también zaragozanos Big City, que ofrecieron una nueva actuación impecable, certificando dos cosas. Por un lado, su enorme capacidad para llevar al directo con meritoria pulcritud, canciones plagadas de matices y efectos. Por otro, que su esperado tercer álbum incluirá algunas canciones excelentes.
Lo de Clem Snide fue un poco desconcertante. A Eef Barzelay se le veía animado, y no parecía estar por la labor de sacar a relucir su lado melancólico. Incluso cuando echó mano de su reciente Hungry Bird (2009), el ritmo marcado era mayor que el originalmente dado a las canciones. Puede que la contundencia marcada por Ben Martin a la batería fuese determinante. En todo caso, la personalidad de las composiciones junto a las curiosas rarezas y tics del propio Barzelay, terminaron por dejar un agradable aroma a indie americano de toda la vida.
Lacrosse ya había actuado con anterioridad en la ciudad, dejando entonces un gran recuerdo, y tampoco decepcionaron en esta nueva visita. Como si de unos Cansei de Ser Sexy suecos se tratase, el sexteto encabezado por la hiperactiva Nina Wähä trajo consigo el baile y la fiesta desenfrenada, mezclando temas de su anterior largo, This New Year Will Be For You And Me (2007), y el reciente Bandages for the Heart (2009), en un espectáculo que terminó con publico y la propia cantante pegando botes por la sala.
Ya el domingo, la cita de despedida ofrecía pasajes más sosegados, con unos Muy Fellini que siguen puliendo sus primerizas canciones en directo y la encantadora actuación de Jon Auer. La mitad pensante de The Posies y actual miembro de Big Star, interpretó en acústico las gemas de su último trabajo en solitario hasta la fecha, Songs From The Year Of Our Demise (2006), además de recuperar canciones de sus dos bandas y tomar prestado algún que otro pedazo de versión ajena.
Se cerraba así un festival que, a pesar de los inconvenientes sufridos, ha logrado dar este año un sensible salto de calidad y cantidad, sobreponiéndose a difíciles contratiempos y logrando ofertar a su público un cartel actual y eficaz.