Apostle of Hustle – National anthem of Nowhere (Arts & Crafts/Sinnamon)
Cuenta la leyenda que Apostle of Hustle nació después de un viaje que Andrew Whiteman (guitarrista de Broken Social Scene) realizó por Cuba, y cuenta, además, que, después de dicho viaje y lo que allí conoció, decidió crear un grupo de raíces latinas. De este modo, hace tres años publicó el heterogéneo Folkloric feel, y ahora nos presenta este imprescindible National Anthem of Nowhere.
Y sí, es bien cierto, en los trabajos de Apostle of Hustle se aprecian rasgos latinos, pero, no asustarse, estamos ante una apropiación de dichos rasgos por parte de la cultura rock. Y de este modo, National Anthem of Nowhere está más cerca de dEUS, o de los mismos Broken Social Scene, que de Rubén Blades o Gilberto Santa Rosa; porque Apostle of Hustle facturan música rock contemporánea, repleta de inquietud y de riesgo, con una producción soberbia, inteligente, llena de matices, que potencia cada una de las canciones acercándolas a la más tentadora de las vanguardias: aquélla que no pasa de moda.
En el disco encontramos doce canciones que, dentro de una gran coherencia formal, aportan momentos cercanos al pop menos académico –“Chances are”, “Justine”, “Beckoning”, “Jimmy Scott is the answer” -, a la experimentación más excitante –“My sword’s hands angel”, “The naked and alone”, “Haul away”- a raíces latinas pasadas por la batidora vanguardista –“Ráfaga!”, “Fat pony for Víctor Jara”- y, como plato fuerte, a las grandiosas canciones rock atemporales – “National anthem of nowhere”, “Cheap Like Sebastian”-. Si a todo esto le sumamos unas letras interesantísimas y trufadas de compromiso, el disco adquiere matices de obra maestra. (Aunque sólo sea la obra maestra de esta semana).
En definitiva, si al rock le añadimos una buena dosis de riesgo siempre encontraremos música estimulante y adictiva. Y este National Anthem of Nowhere es uno de esos casos. No lo dudes: compra.