80Blast – A hopeful, sad & compulsive episode (Underly)
La Francia marchita de Sarkozy parece no librarse de la mediocridad más absoluta. El joven cuarteto francés 80Blast está aquí para ratificarlo. Un big rock heredero de los Foo Fighters más decadentes, por mucho que quieran adherirse en su hoja de promoción a las excelencias de QOTSA, una banda con el potencial suficiente para cargarse un estilo musical tan manido como el stoner desde dentro.
Especialmente doliente para los cachorros de la generación 90’s es la escucha de bazofias como esta. Quien haya crecido escuchando a Soundgarden, Kyuss, Pearl Jam o Fu-Manchu sabrá de lo que hablo. Guitarrazos porque sí, riff más rancios y sobaos que La Veneno y, sobre todo, una voz, mejor dicho, una forma de cantar, más chunga y falsa que un judas de plástico. A esto hemos llegado, a la épica de la generación “tuenti” aderezada con la rebeldía del pantalón cagao en este caso.
Triste que para las nuevas generaciones el rock, la disidencia, el desencanto, el grito, se traduzca en propuestas tan huecas e inofensivas con un envoltorio supuestamente peligroso. Horrible, ni de teloneros de los actuales Marilyn Manson -más inofensivos que los Hermanos Calatrava– tendrían cabida. Es lo que hay: la horrible herencia del post-grunge, cuando las compañías y los estudios de mercado domesticaron y falsearon la esencia de la música.
Más prescindible imposible, encima sin la posibilidad de mofarte con ello como lo puedes hacer con la abducción de Chris Cornell. A su lado Linkin´ Park son la Velvet. Claro, que también tiene delito que esté escribiendo esto escuchando a Max Richter de fondo. Seré cabrón.