R.E.M. – Part Lies, Part Heart, Part Truth, Part Garbage: 1982-2011 (Warner)
Quién nos iba a decir hace pocos meses cuando nos relamíamos con las canciones del dignísimo Collapse Into Now (2011), que nos encontrábamos ante el último disco de estudio de R.E.M. Su separación nos pilló por sorpresa, porque si bien, su carrera se encontraba en un lógico declive tras 30 años, sus canciones seguían muy por encima de muchos de sus contemporáneos que quizá deberían haberse aplicado el cuento mucho antes que ellos.
Aunque los de Michael Stipe se van con la cabeza bien alta y quizá con mucho aún por decir, no termina de quitársenos ese regusto amargo de perder a unos de nuestros referentes musicales por antonomasia. Responsables de un buen puñado de álbumes memorables y canciones que acompañarán a millones de personas para el resto de sus vidas. Han sido tres décadas de mentiras, corazón, verdad y basura, como ellos mismos han querido titular su epitafio.
Part Lies, Part Heart, Part Truth, Part Garbage: 1982-2011 es la recopilación con mayúsculas de los norteamericanos, y no porque sea la mejor, que no, sino porque es la más completa de las publicadas hasta la fecha –Eponymus (1988), Singles Collected (1994), The Best Of R.E.M. (1998) o In Time (1988-2003)– son otros ejemplos).
Nada menos que 40 canciones en dos CDs para repasar su discografía con una selección de temas que tira de espaldas al más pintado, a pesar de las inexplicables ausencias de “Drive”, “E-bow The Letter” o “Radio Song”, -ya saben que los recopilatorios son como los equipos de fútbol, cada uno tiene su alienación ideal-.
En ellas se hace un recorrido por la historia de un cuarteto que desde que debutara en directo en 1980 (y que en 1997 confirmara la salida de su batería Bill Berry, tras sufrir un aneurisma dos años antes) se ha mantenido unido. Aquella banda de Athens que con su single de debut, “Radio Free Europe”, conquistara a la crítica y que desde entonces, hasta su fichaje por una multinacional a finales de los 80s, se labrara una carrera plagada de brillantes momentos de pop atemporal. Ese grupo que poco después, con el bombazo “Losing My Religion” se colara en el firmamento de estrellas más populares de la tierra y desde entonces hasta su separación hace pocos meses, han mantenido intacto su espíritu y su cordura con una serie de lanzamientos más o menos acertados, pero siempre fieles a sus principios.
Destacar la inclusión de tres piezas inéditas, «A Month of Saturdays», «Hallelujah» y «We All Go Back to Where We Belong», que fue elegida como single, y por lo demás, poco hay que decir de las canciones aquí contenidas que no sepamos todos los que hemos crecido con ellas.
Hasta siempre.