Cuéntame una Canción: We Are The World. USA for Africa (II)
Lee la primera parte del artículo sobre «We are the world»
Así que, ahí tenemos a todos esos super-cantantes, estrellas rutilantes de la música pop-rock-soul del momento, todos juntos, en plan colegas y con sus partituras en las manos, cantando, que es lo que mejor saben hacer. Un momento histórico. El problema es que desafinan. Quincy Jones traga saliva, pone buena cara y les dice: “No pasa nada, a los que os cueste encontrar el tono apropiado, esperad un poco antes de hacer vuestra entrada en el coro” ¡Buen rollo! Lo malo es que hay cámaras por todas partes (6, filmando sin parar; 45 horas de grabación en total). Algunas están a menos de medio metro de los rostros de los cantantes y, claro, se ve perfectamente quiénes cantan la letra y quiénes murmuran “la-la-la-lala”. Son unos instantes incómodos, porque a nadie le gusta pasar por un pardillo, y algunos optan por sonreír, que es algo que siempre queda bien.
Por supuesto, hubo algunos momentos “tensos”, como cuando las pulseras, collares y demás abalorios que Cyndi Lauper lucía metían tanto ruido que Quincy Jones tuvo que parar la grabación y pedirle que se los quitase. O cuando a Wonder se le ocurrió que estaría bien introducir en la letra unas cuantas líneas en swahili, lo que generó una cierta polémica entre los presentes e hizo que Waylon Jennings abandonase la sala de grabación. Ahora puede resultarnos chocante, pero en aquella época la relación entre los músicos de rock, de country y de soul no era lo que se dice “cordial”. Reunir en una misma sala a artistas de orígenes tan diversos y que colaborasen de buen grado fue un logro en sí mismo, aunque sin duda el buen ambiente imperante del que antes hablábamos contribuyó a suavizar las cosas. Finalmente, descartaron la propuesta de Wonder, Jennings volvió a entrar, y la grabación siguió adelante.
Tras estrenarse el documental que muestra el desarrollo de esa noche hubo algún revuelo en las revistas musicales en relación con la actitud de Bob Dylan. Se dijo que había estado incómodo, que parecía encontrarse fuera de lugar, que no pillaba el tono apropiado… Y, bueno, sí, es cierto que se le ve un poco perdido, pero de nuevo hay que ponerse en situación antes de juzgar. La mayoría de estos artistas estaban acostumbrados a trabajar en solitario o al menos siendo ellos quienes daban las órdenes y quienes marcaban los tiempos. Aquí, en cambio, todos tenían que hacer un esfuerzo por adaptarse a todos los demás, seguir las indicaciones de Jones, entre una multitud de otras figuras de la música. Cuando te has pasado los últimos años de tu vida siendo el número uno allí donde vas, seguro que ha de ser una situación extraña encontrarte con que eres uno entre tantos, más de cuarenta, que son al menos tan importantes como tú. La grabación se extendió hasta el amanecer y a muchos se les iba notando el cansancio y las ganas de irse a su casa. Dylan fue de los que se quedaron hasta el final, repitiendo su parte una, y otra, y otra, y otra vez, hasta que finalmente consiguieron la grabación adecuada. Pero a Bob en ningún momento se le ve un mal gesto; es cierto que está serio, pero lo que parece es preocupado por encontrar el tono correcto y se esfuerza hasta el final sin una protesta. La verdad, tras ver esas imágenes mi estima por Dylan se ha elevado considerablemente.
La grabación de la parte vocal se dio por concluida hacia las ocho de la mañana siguiente y el 7 de marzo se lanzó el single, en los formatos de 7 y 12 pulgadas. La duración inicial fue de 6:22 minutos, pero algún tiempo después se lanzó una nueva de 7:02 minutos para meter algunos solos que se habían quedado fuera en la primera. Como era de esperar, no tardó en convertirse en un éxito: 800.000 copias vendidas en los primeros tres días y, con los años, llegarían a superar los 20 millones. La crítica se dividió entre los que pensaban que la canción era un “ejercicio de autocomplacencia” (Reebee Garofalo, activista social) y los que pensaban que la canción era una balada “simple, elocuente e inspiradora” (Stephen Holden, The New York Times). A la gente del mundillo del rock no le hizo mucha gracia, pero es que, como Springsteen insistía más tarde, no se trataba de un tema rock, ni siquiera era una canción que pretendiese criticar las políticas que habían provocado la hambruna. Era, simplemente, una bonita canción solidaria y como tal la recibieron los millones de personas que contribuyeron comprando su copia (algunos incluso más de una).
En lo que se refiere al impacto en el terreno humanitario, hay que decir que hacia el verano de ese año comenzaron a salir hacia Etiopía y Sudán los envíos de comida, medicinas y ropa. Ken Kragen informó a los medios que la ayuda se iría distribuyendo paulatinamente, pues pretendían que tuviese “un efecto significativo a largo plazo” en los problemas de África. Un año más tarde, se habían recaudado más de cuarenta millones de dólares y con el tiempo se superarían los sesenta. Buena parte de ese dinero se destinó a potenciar proyectos de ayuda a la agricultura, pesca, gestión del agua potable y reforestación en países africanos necesitados. Además, y aunque ese no era el objetivo inicial, a los organizadores no les quedó más remedio que aclarar que una parte de lo recaudado (el 10%) se quedaría en casa, porque en Norteamérica también moría la gente de hambre.
En conjunto, se hizo un uso razonable del dinero recogido, nada que ver con las iniciativas promovidas por Geldof, quien había descubierto recientemente su vocación humanitaria y durante ese mismo año organizó los conciertos Live Aid, también con fines benéficos. Por desgracia, en este mundo las buenas intenciones no bastan. Al año siguiente, en 1986, la revista Spin, publicó un extenso informe que sacudió la opinión pública: el dinero recaudado por Live Aid, lejos de contribuir a paliar el hambre de Etiopía, había servido al dictador Mengistu para rearmar a su ejército y masacrar con mayor efectividad al pueblo oprimido. Médicos Sin Fronteras ya había aconsejado a Geldof que no entregase el dinero hasta disponer de unas infraestructuras fiables que garantizasen que los fondos llegarían a los necesitados. Sin embargo, Geldof siguió a lo suyo, asegurando que: “Estrecho la mano del Diablo con mi izquierda, y con mi derecha llego a la gente que necesita ayuda”. Supongo que, como muchos antes que él, descubrió demasiado tarde que al Diablo es realmente difícil jugársela y que, la mayor parte de las veces, es el Diablo el que se sale con la suya.
Por otro lado, el alcance de “We Are the World” fue más allá del dinero recogido porque sirvió para llamar la atención de la opinión pública sobre la situación de necesidad en que se encontraban muchos pueblos africanos. Visto desde la distancia, es fácil caer en la tentación de pensar que “no sirvió de gran cosa”, ya que muchos de los problemas de entonces siguen existiendo. Sin embargo, si bien estas iniciativas no fueron la “solución definitiva” que algunos esperaban, sí que ayudaron a muchas personas y para estos no cabe duda de que el esfuerzo mereció la pena.
Uno de los supervivientes de la hambruna que asolaba Etiopía en aquel momento recordaría años más tarde que con la harina que les llegó, horneaban unos panes cuyo sabor era “suave y delicioso” y al que llamaban el Pan Michael. “Si le preguntas a cualquiera de los que estuvieron allí, todos saben lo que era el Pan Michael. Nunca olvidas algo así”. Así que, bueno, creo que eso lo resume todo; cuando la gente que pasa hambre le pone tu nombre a un pan en agradecimiento por la ayuda que les has prestado, sabes que has tocado techo en esta vida.
“We Are the World”, por USA for Africa. Ficha Técnica
Compuesta: Michael Jackson y Lionel Richie
Cantantes: Dan Aykroyd, Harry Belanfonte, Lindsey Buckingham, Kim Carnes, Ray Charles, Bob Dylan, Sheila E., Bob Geldof, Daryl Hall and John Oates, James Ingram, Jackie Jackson, LaToya Jackson, Marlon Jackson, Michael Jackson, Randy Jackson, Tito Jackson, Al Jarreau, Waylon Jennings, Billy Joel, Cyndi Lauper, Huey Lewis & The News, Kenny Loggins, Bette Midler, Willie Nelson, Jeffrey Osborne, Steve Perry, The Pointer Sisters, Lionel Richie, Smokey Robinson, Kenny Rogers, Diana Ross, Paul Simon, Bruce Springsteen, Tina Turner, Dionne Warwick, Stevie Wonder.
Músicos: John Robinson y Paulinho da Costa, percusión; Michael Boddicker, Ian Underwood, David Paich y Steve Porcaro, sintetizadores; Louis Johnson, bajo; Greg Phillinganes, John Barnes, teclados y arreglos.
Productores: Quincy Jones y Michael Omartian
Ingeniero Sonido: Humberto Gaticca
Estudios de grabación: A&M Studios, Los Ángeles
Grabada: 28 de enero, 1985
Publicada: 7 de marzo, 1985
Sello discográfico: CBS Columbia
“We Are the World”. Letra
There comes a time
When we heed a certain call
When the world must come together as one
There are people dying
Oh, and it’s time to lend a hand to life
The greatest gift of all
We can’t go on
Pretending day-by-day
That someone, somewhere soon make a change
We’re all a part of God’s great big family
And the truth, you know, love is all we need
We are the world
We are the children
We are the ones who make a brighter day, so let’s start giving
There’s a choice we’re making
We’re saving our own lives
It’s true we’ll make a better day, just you and me
Oh, send them your heart
So they know that someone cares
And their lives will be stronger and free
As God has shown us by turning stones to bread
And so we all must lend a helping hand
We are the world
We are the children
We are the ones who make a brighter day, so let’s start giving
Oh, there’s a choice we’re making
We’re saving our own lives
It’s true we’ll make a better day, just you and me
When you’re down and out, there seems no hope at all
But if you just believe there’s no way we can fall
Well, well, well, well, let us realize
Oh, that a change can only come
When we stand together as one, yeah, yeah, yeah
We are the world
We are the children
We are the ones who make a brighter day, so let’s start giving
There’s a choice we’re making
We’re saving our own lives
It’s true we’ll make a better day, just you and me
We are the world
We are the children
We are the ones who make a brighter day, so let’s start giving
There’s a choice we’re making
We’re saving our own lives
It’s true we’ll make a better day, just you and me
We are the world (are the world)
We are the children (are the children)
We are the ones who’ll make a brighter day, so let’s start giving (so let’s start giving)
There is a choice we’re making
We’re saving our own lives
It’s true we’ll make a better day, just you and me
Oh, let me hear you!
We are the world (we are the world)
We are the children (said we are the children)
We are the ones who’ll make a brighter day so let start giving (so let’s start giving)
There’s a choice we’re making
We’re saving our own lives
It’s true we’ll make a better day, just you and me, come on now, let me hear you
We are the world (we are the world)
We are the children (we are the children)
We are the ones who’ll make a brighter day so let’s start giving (so let’s start giving)
There’s a choice we’re making
We’re saving our own lives
It’s true we’ll make a better day, just you and me, yeah
We are the world (we are the world)
We are the children (we are the children)
We are the ones who’ll make a brighter day so let’s start giving (so let’s start giving)
There’s a choice we’re making
And we’re saving our own lives
It’s true we’ll make a better day, just you and me
We are the world (are the world)
We are the children (are the children)
We are the ones who’ll make a brighter day so let’s start giving (so let’s start giving)
There’s a choice we’re making
We’re saving our own lives
It’s true we’ll make a better day, just you and me
We are the world, we are the world (are the world)
We are the children, yes sir (are the children)
We are the ones that make a brighter day so let’s start giving (so let’s start giving)
There’s a choice we’re making
We’re saving our own lives
It’s true we’ll make a better day, just you and me, ooh-hoo!
We are the world (dear God) (are the world)
We are the children (are the children)
We are the ones that make a brighter day so let’s start giving (all right, can you hear what I’m saying?)
There’s a choice we’re making, we’re saving our own lives.
Gran crónica para gran iniciativa. Ahora necesitaríamos USA for the World, pero ya no tenemos a Michael Jackson. ¿Quién puede sustituir a estos monstruos?
Tenía que ser Michael
Hermosa canción que nos da a entender que ante los ojos de Dios todos somos iguales y que debemos de estar juntos sin importar raza, color, nacionalidad todos somos hijos de Dios, me gusta mucho la letra de la canción. Que Dios los bendiga a todos los artistas de ese tiempo muchas bendiciones para cada uno de ellos y sus familiares y amigos