J.P. Bimeni – Give Me Hope (Lovemonk)
¿Son ustedes amantes del soul a la antigua usanza? Pues este es su disco. Y no me refiero a simple revival. Hablamos de soul ardiente, al estilo de los grandes, pero sin copias baratas. Sin quiero y no puedo.
J.P. Bimeni ya se convirtió en un referente de los nuevos tiempos del soul a través de su anterior disco, Free Me. Un compendio liberador del mejor caldo de cultivo que ofrecen Motown, Curtom, Stax o la herencia africana que le viene a este músico a través de su nacimiento en Burundi. Bimeni es nada menos que descendiente de la familia real de aquél país, que como muchos sabrán, se vio asolado por una cruel guerra civil en la década de los noventa del siglo pasado. No sin pocas dificultades, nuestro protagonista logró escapar del peligro que amenazaba su vida y llegar al Reino Unido, donde la música de Otis Redding, Marvin Gaye o Ray Charles se convirtió en su refugio.
Por todo eso no es de extrañar que para él, además de liberación, la música signifique compromiso. En Give Me Hope, disco que asume de nuevo junto a sus poderosos Black Belts, Bimeni ofrece un mensaje de esperanza encerrado en una serie de duras vivencias y activismo político, tanto relacionado con lo que sucede a la gente de su raza, como con los problemas concretos que asolan a su país de origen. Por eso, en parte, dice que se siente «Guilty and blessed» (culpable y bendecido), al haber podido escapar de Burundi para contarlo. Es para él, por tanto, una responsabilidad, hablar alto y claro de esos temas.
Su pasión por el rey Otis Redding se hace más que patente desde el minuto uno, en que su voz carnosa y profunda asalta «Four walls», versión de un tema -clásico de connoisseurs– del gran Eddie Holman. Un cañonazo intenso, dramático y cargado de razones para atraparnos desde el primer instante. A partir de ahí, todo hacia arriba. La banda, formada por estupendos músicos afincados en Madrid como Pablo Cano, Fernando Vasco o Rafael Díaz, arropa las canciones con una autoridad que parece salida de los mismísimos Muscle Shoals. Todo se confabula para dotar de credibilidad a un producto que, como decíamos, es deudor del r’n’b más clásico, pero está pensado y ejecutado con urgencia, como si fuera la última oportunidad de hacerse oír. Y eso, amigas y amigos, es totalmente atemporal. Eso es soul.
El importante mensaje de protesta y esperanza a partes iguales que contiene el disco se hace muy evidente desde su segunda canción, un vibrante «Not in my name» que no por bailable es menos certero en sus poderosas afirmaciones. For how long these killings , repression and false dreams, se pregunta el vocalista. Algo que vuelve a retomar en la citada «Guilty and blessed» o en «James Stern», tema dedicado al activista afroamericano pro-derechos civiles que llegó a desmantelar una célula del partido nazi de Estados Unidos, nada menos que desde dentro. Proezas inspiradoras que han impulsado este espectacular trabajo de J. P. Bimeni, que busca, sobre todas las cosas, lanzar un mensaje de unidad y de aliento. Un mensaje que, precisamente, tiene en la canción titular su pieza de toque. Es una composición que parece cruzar a Sam Cooke, Otis y Fela Kuti a base de un frenético ritmo y melodía arrebatadora, sobre los que nuestro protagonista lanza su mensaje de fraternidad.
Pero, por supuesto, no todo es política. La sensacional pieza instrumental «Ghost city» demuestra que aquí hay muchas cabezas pensantes y ejecutantes; «Precious girl» es caliente y romántica a la vez, como si quisiera recordar al mejor Al Green; «Mathematics» contiene arreglos de viento que harían derretirse al mismísimo Van Morrison de los años de Caledonia; y, por último, la psicodélica «Found a good thing»es el perfecto colofón a un disco que no tiene fisura y que es una de las primeras grandes noticias de este 2022 de comienzo tan incierto. Un disco cuyo mensaje y contenido musical se antojan de lo más sanador y necesario dadas las circunstancias. No lo duden, abracen la esperanza que de forma tan generosa y enfervorizante se nos ofrece aquí.
Escucha J.P. Bimeni – Give Me Hope