Sabrina Carpenter – Short n’ Sweet (Island Records)
Sin duda una de las canciones del verano ha sido “Expresso”, una canción influenciada por la música disco y que ha encumbrado la carrera de la norteamericana Sabrina Carpenter. La letra del tema -típica canción que narra inquietudes amorosas- además ha tenido infinidad de memes, por algún ripio absurdo o por la estética Disney del video en donde las protagonistas, jóvenes de sexo femenino, subrayan el lugar común del dinero como arma de empoderamiento, y una Sabrina que se autoproclama el sueño hecho realidad de cualquier chico guapo que se ponga en el camino. Un sencillo con el gancho necesario como para que, sin casi darte cuenta, escucharlo en repeat. Y esto es lo que pasa con el resto del disco.
Carpenter viene de la factoría Disney donde ha protagonizado series, así como actriz en numerosas películas, la mayoría de ellas destinadas al público adolescente. Estamos pues ante una nueva gran estrella en el firmamento del pop de consumo masivo y el movimiento fan, una de las esas mujeres que no tiene remilgos en desnudarse emocionalmente ante sus fieles en letras que buscan la comicidad y la autoafirmación con su respetable. En este Short n’ Sweet (Island Records, 2024) da su gran salto no sólo cuantitativo (la venta de discos está en crisis, pero no para ella, así como las escuchas en plataformas digitales), también cualitativo ya que su sexto disco es una delicia siempre y cuando uno de acerque a él sin prejuicios.
De la mano de productores como John Ryan, Ian Kirkpatrick, y cómo no, Jack Antonoff (ese hombre en EE. UU que lo produce todo) la de Pennsylvania entrega un destacado disco de pop que la posiciona a corta distancia de Taylor Swifts o Arianas Grandes que se avisten por el horizonte, por poner ejemplos de artistas que Sabrina admira. De la mencionada anteriormente “Expresso”, que fue el primer sencillo del álbum, destacan también “Please, Please, Please” (producida por Antonoff), un tema que mira de tú a tú a los mejores logros de Taylor Swift de la misma forma que la más tranquila “Sharpest Tool”.
La versatilidad de esta artista es de agradecer: con estribillos de impacto pasa del R&B de “Good Graces” -y mantiene la inspiración intacta- el funk retro de “Bed Chem” acolchado por arabescos de sintetizador que son una delicia, y el lado country no apto para diabéticos tiene en “Slim Pickins” sus buenas razones para considerar este conjunto de canciones una delicia.
Es posible que la saturación de sonidos tan parecidos dentro del mainstream acabe por colapsar el mercado, y sería conveniente plantear nuevas fórmulas, pero de momento éstas funcionan para pasar unos minutos muy agradables.