Aina + No More Lies – Sala Apolo (Barcelona)
Dicen los rumores que los Aina sólo ensayaron juntos durante un día, y que Pau llevaba casi tres años sin tocar la batería, desde el momento en que el grupo decidió separarse y se marchó a vivir a Nueva York. Uno desconoce si la rumorología acierta en esta ocasión, pero si así fuera, el tirón de orejas de Aina a la escena barcelonesa fue antológico, y es que como decía un buen amigo, con tan sólo un día de ensayo demostraron estar en mejor forma que el 80% de bandas barcelonesas que deambulan por los escenarios catalanes creyéndose los reyes del mambo.
Abrieron No More Lies, con una sección rítmica infalible a un volumen ensordecedor, y un Santi García en estado de gracia perenne. El power trío más contundente del panorama nacional desgranó su impronunciable 41º46.5’N 3º1.9’E ante un público sorprendentemente animado y saltarín. Luego comprendí la razón, y es que en el público asistente había gente de toda España y buena parte de Europa. Y en Barcelona no, pero en otras ciudades, en los conciertos se salta, se vibra y se disfruta. Casi lo había olvidado.
Tras los 40 minutos de No More Lies, los 4 Ainas salieron al escenario a afinarse, colocar sus cabezales, caja, platos… Me vino a la cabeza una palabra que no se iría en todo el concierto: honestidad. Y así fue su directo, una demostración de honestidad combinada con elementos innatos de la banda: una fuerza descomunal, una originalidad a prueba del paso del tiempo, y una conexión con el público desde el minuto 1 hasta el final de la prórroga. Que pena que los horarios inflexibles de la sala no nos dejasen disfrutar de, al menos, un par de penaltis…
Si bien la noche servía para recaudar fondos para el pequeño Cal Robbins, acabó siendo un gran homenaje (1000 personas llenaban el Apolo) a las cosas bien hechas. No More Lies se llevaron su parte, totalmente merecida, Aina esa noche volvieron a ser la mejor banda de indie-rock del país, de Europa, y quién sabe si del mundo, y un sello como Bcore recogió a lo grande el fruto de un excelente trabajo que ya va para los 20 años. Nadie debería olvidarse que Aina y Bcore ya estaban allí, abriendo el camino a hachazos, cuando muchos de nosotros ni siquiera los entendíamos. Por todo eso, gracias No More Lies, gracias Aina, gracias Bcore, y mucha suerte, Cal.
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