Arc Iris – Moon Saloon ([PIAS])
Teniendo en cuenta que la cantante de Arc Iris trabajó para la NASA durante un tiempo, no es de extrañar que Jocie Adams se acuerde del satélite de la Tierra para poner título al segundo disco de su banda. Sin embargo, el concepto de este Moon Saloon canta sobre los dolores más terrenales y la conexión entre nuestro día a día y ese mundo de los sueños que tantos intentan perseguir.
A pesar de la inestimable presencia de Adams en la composición, el segundo LP de este trío de Rhode Island suena más a orquesta que a solista, arrancando con el chelo y la batería en “Kaleidoscope” como queriendo dejar claro desde el inicio que la percusión tendrá mucha más relevancia que en su primer trabajo. Pasado este primer encuentro, probablemente según sigas avanzando te parezca que todas las canciones se asemejan demasiado, pero lo cierto es que este Moon Saloon va separando los colores en cada escucha.
Nos entra por los oídos un CD que parece que fue editado a finales de los 90 o principios de la primera década del 2000, con una clara influencia del rock progresivo de bandas setenteras como Supertrump en los teclados de “Saturation Brain” y los saltos rápidos en los acordes dirigidos por el bajo melódico de los británicos Yes en “Rainy Days”. También nos encontramos con un toque afrancesado en “Paint With the Sun” y a la cantante con una voz en temas como “Kingdom Come” similar a la de Joanna Newsom y al segundo disco en solitario de Charlotte Hatherley.
El banjo corre feliz por los campos de “Pretending” antes de que Arc Iris baje el tono con “She Arose” apostando por los instrumentos acústicos por encima de otros recursos más modernistas como los que utilizan en “Kaleidoscope”, “Lilly” y “Johnny”, la más gamberra de la clase. La educación multi instrumental de Adams (voz, clarinete, teclados, piano…) la convierte en una líder creativa que se permite jugar con una amplia variedad de estilos, pero es precisamente con la guitarra con lo que más se gana la atención del oyente, especialmente cuando llegamos a “Moon Saloon”, la cama del álbum sobre la que descansa el resto de composiciones.
No podrás escuchar este CD sin llegar hasta la última canción. En ella, los violines aguantan una nota temblorosa mientras Adams rasga con suavidad su guitarra hasta que llega al estribillo y las cuerdas visten el preciosismo de la cantante. “Moon Saloon” es uno de esos temas que enamoran, tatúan brazos, congelan escenarios y cosechan fans.