Discos

Big Thief – Two Hands (4AD/Popstock!)

Adrianne Lenker es una mujer dotada con un talento fuera de lo común. Sus letras son bellos y atribulados retazos de un (¿su?) diario personal. Cada página es una descarnada demostración de que la vida se compone a partes iguales de compasión y pérdida, pero también de saber atrapar el gesto trascendental y único que retiene y perfila nuestra manera de ser en la vida. Big Thief son así.

Leía hace unos días en el diario Independent una entrevista con ella en la que aseveraba esto: “Everything is fleeting and passing and impermanent in life; relationships, people, our finite physical forms… We let go of our childhoods, we let go of different parts of our body, we lose elasticity in our skin, and we lose hair and we lose teeth. So we’re in this process of letting go of our own attachments to our physical forms and to the people we love, and… basically everything. Life is like this one big process of letting go. That’s what makes it so sweet, is that it is finite, that it is passing, so you can just really come into the present.” La deriva emocional que tanto nos aterra. La música de Big Thief no es apta para corazones blindados en hormigón armado.

Este es el año de la banda neoyorkina. Si hace meses Raúl Julián reseñaba U.F.O.F, y más de uno ya pensamos que ese manojo de canciones era insuperable, van y lanzan una especie de continuación de éste que me ha dejado doblemente noqueado. Two Hands (4AD, 2019) son emociones en ebullición, y me permitirán decir que esto huele a nuevo clásico moderno.

Las notas se deslizan lentas, y van cayendo como una fina lluvia al atardecer: “Lean on your table/Ask what you want of me/I am unable/Cry with me cry with me” musita Lenker poniendo la vida en cada sílaba en el precioso tema que abre el disco, “Rock And Sing”, que ya nos pone sobre aviso de que nos hallamos ante algo excepcional.

Un rock que hace guiños cómplices al pasado para levantar los cimientos de la música más hermosa del presente: la hercúlea figura de “Forgotten Eyes” y “Shoulders” encarnan el imperecedero legado de Neil Young, y turban los sentidos. En la cimbreante “Not” las heridas supuran, y un reguero de electricidad catártica escolta a nuestra crooner favorita con una dicción a punto de quebrarse. ¿Canción del año?

“Has the feeling como to pass? musita atrevida en “Wolf” y me recuerda a esa orfebrería que salía de la manufacturera regentada por Kath Bloom y Loren Mazzacane Connors. Cierran con la enigmática estampa de “Cut My Hair” que va escurriéndose por su boca como si fuera pétalos de una flor silvestre.

Escucha Big Thief – Two Hands

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