BlackisBack! Weekend (Matadero) Madrid 22-23/06/18
En palabras de sus propios ideólogos y organizadores, la promotora Heart Of Gold, el BlackisBack! Weekend está pensado para rendir pleitesía a la buena música negra y para que los amantes de estos sonidos degusten clásicos del género y también novedades. Regresaba al Matadero de Madrid, después de tres años en otros escenarios madrileños, con estrellas tan relevantes como: PP Arnold, The Selecter o Ronnie Spector, entre otras.
Hay muchas cosas que destacar, desde luego, pero además de la esmerada selección musical por parte de los organizadores, ha estado el sonido, magnifico de principio a fin en todas las actuaciones.
Viernes 22
Aún con los ecos de los últimos compases del final del show de JP Bimeni, que en esta ocasión se vio acompañado de The Black Belts, el Matadero de Madrid se iba llenando a pesar de las altas temperaturas y del rigor del pavimento expuesto todo el día al astro rey. Poco después comenzaba la actuación de una de las estrellas del viernes, los británicos The Selecter.
Pauline Black y Arthur Gaps siguen liderando a la leyenda británica del ska, nacida al calor de la escudería 2 Tone. Su actuación en el BlackisBack! propició que entre el público hubiera aficionados a los ritmos jamaicanos, entre los que se podía averiguar mucha ascendencia skinhead, lo que sin duda daba color al ambiente.
Dos cantantes de peso como los mencionados, tienen la partida ganada nada más salir al escenario. Si a eso unimos a una banda en plena forma y canciones atemporales, pues éxito asegurado. A algunos temas de su último trabajo Daylight (2017), se unieron clásicos como los inevitables: “Three Minute Hero”, “On My Radio”, la versión ya clásica de Monty Norman “James Bond Theme” o “Too Much Pressure”, esta última para delirio de los más entusiastas del combo inglés. Pauline Black estuvo mucho más simpática de lo habitual, se la notaba cómoda sobre el escenario. Tampoco faltaron las críticas a las políticas migratorias de Donald Trump, el personaje que se irá a la tumba con el dudoso honor – entre otros – de ser el político más mencionado en directo.
Se aproximaba la hora de otra leyenda musical de los ritmos negros, Joe Bataan, que había estado atento al concierto de The Selecter prácticamente a pie de escenario y salía a escena acompañado por su inseparable esposa Yvonne, corista de la formación y apoyo durante muchos años. Y su banda The Barrio Boys, compuesta en gran parte por músicos madrileños.
A pesar de haber tocado el cielo del éxito musical a finales de los sesenta, este represéntate y superviviente del boogaloo, cayó en el olvido a principios de la década de los ochenta, para ser posteriormente reivindicado por las nuevas generaciones de aficionados al latin soul –especial mención para la gente de Munster Records, adalides del sello Vampisoul– todo ello después de haber estado al borde de la muerte a finales de los noventa, tal y como él mismo se encargó de contar de manera muy graciosa y en perfecto castellano.
La anécdota viene a relatar que una vez desahuciado, los médicos avisaron a la familia para que se despidieran, pero una voz le dijo que despertase pues tenía una misión musical que continuar. Dicho y hecho, desde entonces este tipo incombustible ha decidido no parar la maquinaria del mambo y el soul latino. Dio gusto verle por el escenario, abandonado solo su piano para arengar a los músicos y saltar cuan jovenzuelo a ritmo de temas como “Mestizo”, “Ordinary Guy” o “Chicana Girl”.
Toda una bomba musical en forma de señor cercano a los ochenta años. Esperemos que “Mr New York” siga en forma muchos más.
Para finalizar la primera jornada del festival madrileño, nada mejor que otros clásicos del sello 2 Tone The Beat, conocidos en Estados Unidos como The English Beat, aunque los avatares de la vida y algunas desavenencias del negocio musical hayan acabado propiciando que The English Beat sea una banda en activo liderada por Dave Wakeling y The Beat sea otra, liderada por Ranking Roger, cantante original de The Beat.
Se podría decir que The Beat ahora mismo, son una empresa familiar, ya que Rank Junior colidera junto a su padre la banda con histórico nombre. Con ellos llegó la diversidad de opiniones y desencuentros musicales al BlackisBack!, ya que Ranking Roger ha dotado al grupo de un sonido muy actual –supongo que en parte por su último trabajo: Bounce (2016) un álbum que mezcla ritmos jamaicanos, pop e incluso algo de punk– cuestión sonora que no fue del agrado de cierto sector del público que, quizás, habían pensado ver a la banda de finales de los setenta, y no.
A algunos temas del citado álbum se unieron convenientemente otros de más pedigrí como “Tears of a Clown”, “Stand Down Margaret”, o “Hands Off She´s Mine”. Especialmente emotivo y celebrado fue el momento dedicatorio a su amigo Joe Strummer, con la versión de “Rock The Casbah”. Desde mi punto de vista, una manera de escapar de clichés por parte de Ranking Rogers y los suyos y otra vuelta de tuerca a su sonido. Muy bien.
Sábado 23
Me reunía con los catalanes The Excitements para charlar un poco sobre el Soul y la vida misma, mientras los madrileños Anaut descargaban su mezcla de R&B y soul bajo un sol de escándalo (próximamente podrán degustar la entrevista en estas páginas), y conseguíamos llegar a tiempo a la actuación del francés Gaspard Royant.
El cantante y guitarrista lleva tiempo acaparando atención en su país y fuera de él, en buena medida gracias al “apadrinamiento” en el 2016 por parte de Edwin Collins. Su mezcla de rock & roll, pop y soul, unido a las innegables dotes de frontman, hacen de sus directos una experiencia que nunca pasa desapercibida.
Cierto es que desprende cierto aire de “hype” tanto en actitudes como en muchos temas, que son singles desde su nacimiento, lo que le hace más interesante, si cabe, al molestar al aficionado al R&R más purista. Diatribas aparte, lo cierto es que su concierto fue una efectiva colección de temas entre los que no pudieron faltar: “New Religion”, “Hard Times” o “Marty McFly”, también hubo tiempo para homenajear a Jackie Wilson con “Higher and Higher”.
Entre cerveza y cerveza de la marca patrocinadora del evento, La Virgen, y temas en vinilo, seleccionados por los pinchas Mickey’s Monkey & Mighty Caesar, llegaba la hora para esa bomba de relojería que son The Excitements. Da igual las veces que los hayas visto en directo, sabes que nunca van a defraudar. Su soul de alto voltaje, convenientemente representado por la arrolladora Koko Jean Davis, es de lo mejor que se pueda escuchar hoy día en los escenarios.
Sin concesiones al aburrimiento, a los medios tiempos y conscientes de que no vale bajar la guardia en todo el show, la banda comenzaba, como siempre suele hacer, en modo instrumental, para pasar a presentar a la vocalista que, minutos antes, me confesaba que para ella era un sueño estar en el mismo escenario que las dos divas del soul.
La verdad es que tener a Koko en el escenario tiene sus pros y sus contras, ventajas no hace falta que las cuente, desventajas: que termina el concierto y piensas “¿Había alguien más en el escenario?” y por supuesto que sí, una banda “ametralladora” que sabe mantenerse en sitio todo el rato. Imprescindibles.
El escenario del BlackisBack! Estaba punto de ser pisado por un pedazo de historia vida del Swinging London, PP Arnold. La que fuera corista de Ike & Tina Turner, logró brillar con luz propia al rodearse de lo mejor de la escena londinense de la época, como ella misma reconoció. El concierto, que comenzó algo accidentado al sufrir una pequeña caída, en la que fue hábilmente socorrida por el guitarrista ocasional de la banda Pablo Perez y miembro del equipo de Heart Of Gold, fue toda una colección de canciones históricas, aderezadas por simpáticas anécdotas.
Así, se sucedieron los homenajes a Mick Jagger, Jimi Hendrix, The Kinks, o la mención especial a Steve Marriot, con el que presumiblemente compartió algo más que canciones durante la época según sus propias palabras. Temas como “Wat`cha Gonna Doo”, “River Deep Mountain High” o la “Stoniana” “You Can´t Allways Get You Want” sonaron rematadamente bien y dieron sentido a este tipo de eventos. En el caso de que Roger Waters no siguiera contando con ella para el tour (que parece no acabar) de The Wall, hago una misiva para que se quede a vivir en España y ofrezca un concierto al mes.
El nombre más mediático del cartel estaba representado por la neoyorkina Ronnie Spector, la líder de The Ronettes. La norteamericana nunca había estado por España e íbamos a ser testigos de su primera visita. Siempre que uno se enfrenta a este tipo de iconos en directo, es inevitable pensar en que pueda pasar lo peor, pero no fue el caso. Ronnie, arropada por su propia banda, que ya es mucho decir en los tiempos que corren, y para una estrella de su calibre, ofreció un show redondo apoyándose en anécdotas e historias, y valiéndose por imágenes clave de su historia.
Así, se sucedieron temas como: “Baby, I Love You”, “Don´t Worry Baby” de The Beach Boys, “So Young” o uno de los momentos más mágicos de la noche, con la versión de Johnny Thunders, “You Can’t Put Your Arms Around a Memory”, con la que aprovechó para homenajear a la escena del NY de finales de los setenta, mencionando también a Joey Ramone -recordemos que grabó en su día un single con el larguirucho-.
Sería de locos pedir que Ronnie Spector conservara la voz de antaño, sin embargo, hay que reconocer que es poseedora de un chorro envidiable y dota a las canciones de un aire más “bronco”. También tuvo tiempo de recordar a la malograda Amy Winehouse, de la que grabó una versión en 2010, del “Back to Black” y a la que tenía gran aprecio. Y es que las canciones que Ronnie canta se sustentan sobre lo mismo que las canciones Amy, la materia prima con la que se fabricó el Halcón Maltes: el material con el que se fabrican los sueños.
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Un festival necesario para Madrid. No defrauda