Blur – Think Tank (Virgin)
A mediados de los 90 vivimos una absurda rivalidad entre Blur y Oasis en la que se intentaba dilucidar cuál de las dos bandas era la mejor representación del pop británico. Con el paso de los años, hemos asistido a la evolución de ambos y mientras los Gallagher se anclaban en una mediocridad reiterativa, Damon Albarn y los suyos han demostrado, sobre todo tras el decepcionante The Great Scape (95) , un espíritu inquieto, experimental y una evolución hacia otros caminos al margen de estereotipos y tópicos que es de agradecer.
Con Blur (97) , uno de los momentos más interesantes de su carrera, iniciaron una segunda etapa creativa alejada de su sonido inicial y se acercaron al rock americano, al folk y la electrónica, algo que mantuvieron con algo menos de acierto en el ocasiones espeso 13 (99).
Tras la salida de Graham Coxon, aventuras como Gorillaz o Mali Music y una grabación junto personajes como Fat Boy Slim en Marruecos, el regreso de Blur estaba plagado de incógnitas que finalmente se han desvelado de manera afortunada, ya que Think Tank, no es ni un trabajo continuista, ni un trabajo electrónico, ni una vuelta a sus orígenes, simplemente supone una evolución en el sonido del ahora trío británico.
Un disco donde la variedad de estilos es un acierto, en el que pasamos de las guitarras españolas del single “Out Of Time” a las delicadas melodías de piezas como “Good Song” o “Sweet Song”. De las experimentales “Moroccan Peoples Revolutionary Bowls Club” o “Jets” a los sonidos convencionales de “On the Way to the Club” o “Crazy Beat”, que encajan a la perfección en el repertorio clásico de la banda. Tampoco faltan las habituales píldoras punk como “We’ve Got a File On You” o los momentos ensoñadores de “Caravan” o la inspirada “My White Noise”.
Ya llevan más de una década con nosotros y siguen demostrando que aún tienen cosas que ofrecernos, porque a pesar de que hay opiniones encontradas al respecto, Blur son la prueba fehaciente que hay vida después del britpop.