Cultura Pop. Asistimos al festival madrileño encabezado por Fountains Of Wayne
El Festival Cultura Pop es un evento mayoritariamente gratuito que, alrededor de la idea de que el pop es cultura, reúne música, exposiciones, teatro o conferencias durante un intenso fin de semana. Este año se celebraba su sexta edición, cuya principal novedad ha sido el estreno de una nueva ubicación en el Matadero de Madrid, lo que puede suponer la explosión definitiva de un evento organizado con el mimo de las cosas bien hechas.
El viernes el cartel musical estaba encabezado nada más y nada menos que por Fountains of Wayne, quizás la mejor propuesta de power pop que actualmente puede disfrutarse en concierto y un grupo, que, desgraciadamente, no se prodiga mucho por nuestro país.
Antes, abría una noche marcada por la lluvia y el frío David Mead, cantautor de prodigiosa voz y equilibrada apuesta por el pop y el folk americano más clásico. A pesar de que tocó en medio de un importante bullicio, logró imponer sus canciones y hacer entrar en calor para los afortunados que prefirieron su música a las tertulias. Tras el de Nashville, era el turno de The Fakeband, combo formado por músicos norteños de John Wayne, Tulsa o Smile, que hicieron honor a su nombre y suspendieron la actuación.
Fountains of Wayne estrenaban disco, Sky Full of Holes, un trabajo que no ha entusiasmado a la crítica. A pesar de que es cierto que en varios momentos le falta la chispa de antaño, mantiene la calidad y yo lo prefiero al 70% de los discos que he escuchado este año. En cualquier caso, los neoyorquinos parecen asumir que no es un disco redondo y en directo no le hacen demasiado caso, diluyéndolo en un setlist que recorre su discografía completa con especial predilección por Welcome Interstate Managers (Stratosphere Sound, 2003), del que sonaron hasta cuatro canciones.
Así, comenzaron con «Little Red Light» (Welcome Interstate Managers), para luego saltar a 1996 con «I´ve Got a Flair» (Fountains of Wayne), 2007 con «Someone to love» (Traffic and Weather), 1999 con «Denise» (Utopia Parkway), y cerrar este curioso y exhaustivo viaje por todos sus discos con «Summer Place», quizás lo mejor de su último disco.
Planteado en estos términos, el concierto puede parecer que estaba siendo histórico, pero la realidad no era esa. A Chris Collingwood se le veía muy cansado (contó que venía de tres días sin electricidad en casa), por lo que su voz no terminaba de explotar, mientras Jody Porter se distraía unos ratos con una chica de la primera fila, y otros peleando con los pedales y el técnico que trataba sin éxito de ajustarlos. Adam Schlesinger, el más animado (que ya es decir), hacía lo que podía poniendo la voz amable entre canción y canción, de las que dedicó tres a España.
A pesar de todo, los temas de Fountains of Wayne son enormes, así que el concierto discurríó con bastante dignidad entre melodías y estribillos redondos, e incluso alcanzó la brillantez con «Mexican Vine» o, llegando al final, en «Hey Julie» y «A Dip in the Ocean».
Para el cierre, tan urgente como todo el concierto, primero una triste del Utopia, «Red Dragon Tattoo», y luego dos brillantes y animados chispazos de su primer disco, «Joe Rey» y una deslucida (falló de nuevo el pedal de Jody y aquello se convirtió en un mezclaíllo de sonidos) «Radiation Vibe». Tras la pausa y en el bis, final feliz con lo más conocido de su discografía, «Stacy´s Mom».
La segunda jornada (en lo tocante a conciertos) del festival Cultura Pop contaba con un cartel más que apetecible, con jóvenes bandas, que no por ello nuevas, como es el caso de los madrileños Maybe Tonight. El quinteto estuvo a la altura de las circunstancias y su pop fresco con tintes “nueva oleros” con voz femenina al frente fue un buen comienzo para la noche del sábado. Temas como “New Town” o “Hear the Dawn” dejaron patente que estos chicos caminan sobre seguro.
Roger Sincero es el nuevo proyecto de Sergio Cerro el que fuera cantante, guitarrista y culpable de la mayoría de las canciones de un grupo mítico de los noventa en Madrid; The Happy Loosers. En esta ocasión se hace acompañar de amigos de otras bandas como por ejemplo Pepe Bermejo, bajista del grupo Mamá. Sus canciones de Pop con mayúsculas pasearon por el escenario de la Nave Vacas, llenándolo de las grandes sensaciones que emanan de las mismas. Solo con “Nada Pasara” y “Mi Paraguas Gris” el concierto ya hubiera merecido la pena.
Llegaba la hora de una banda que no solo es un grupo de Power Pop, son toda una institución dentro del panorama nacional. Los de Barcelona no solo se dedican a cantar por todas las partes que les dejen, sus canciones les han llevado hasta Japón, también son unos activistas de las melodías urgentes. No es casualidad que actuaran el mismo día que The Rubinoos, en buena medida ellos son grandes culpables de que los tuviéramos por aquí una vez más. Hablo, claro, de Suzy Chain y B.B Quattro o lo que es lo mismo Suzy y los Quatro. Su Power Pop siempre efervescente y a prueba de aburrimiento fue el perfecto detonante para la comunidad que se iba reuniendo en las primeras filas.
The Feedbacks levantan pasiones entre los powerpoperos españoles, solo había que echar un vistazo por las primeras filas para ver congregados a viejos conocidos del foro de Powerpopaction. El cuarteto asturiano salió al escenario reconvertido a sexteto gracias a la presencia de un grande de los escenarios españoles, Octavio a la guitarra (Paul Collin´s Beat, Protones, Riffbackers, y ocasionalmente Amaral) y otro Ex Protón a la guitarra. Poco queda de esos chicos que nacieron emulando a Bum, The Parasites, Queers… bueno, sí, las ganas y la potencia en sus canciones, en lo que respecta al sonido han avanzado hacia un Rock de guitarras de corte muy norteamericano con melodías vocales (eso sí) que siguen manteniendo el espíritu de la Nueva Ola. “Wrong Girl”, “Laugh” o la estupenda versión de “When you Walk in the Room” de Jackie DeShannon (aunque mucho me temo que ellos tocan el cover de los Seachers) dejaron constancia de la buena forma de The Feedbacks a pesar de los dieciséis años que llevan a cuestas con los instrumentos.
Si estos jóvenes tienen a sus espaldas dieciséis años de carretera, cuantos no tendrán Mamá, unos clásicos incomprendidos de la (a veces) demasiado aclamada “Movida Madrileña”. Culpables de canciones que te ponen los bellos de punta como “Nada Más”, versionada en su día por La Costa Brava, que sí la tocaron para gozo del personal, o “Chicas de Colegio” que no estaba en el setlist para desgracia de los más nostálgicos. El grupo de Jose Maria Granados se decantó por demostrar que siguen componiendo grandes canciones y tiró del nuevo disco, editado recientemente; Solo por Hoy. Concierto arriesgado y energético del que salieron airosos a pesar de alguna queja, por parte del sector más veterano, por no haber tocado más clásicos.
Llegaba la hora del otro plato fuerte del festival, aparte de Fountains of Wayne, los californianos The Rubinoos. El cuarteto liderado por Jon Rubin debe haber perdido la cuenta de las veces que nos ha visitado, ya que España es una de sus plazas fuertes (además de Japón) desde que reunificaran a la banda en 1994, después de haber estado inactivos desde mediados de los ochenta.
Lo de los californianos no es ni medio normal, la banda se formó originariamente en Berkeley en 1973, actualmente está formada por Jon Rubin (guitarra voz), Tommy Dumbar (guitarra solista, voz y compositor de la mayoría de los temas), Al Chan (bajo y voz) que se unió a la banda en la segunda formación, y el batería original que volvió con ellos hace pocos años; Donn Spindt.
Sirva esta pequeña introducción para que el lector se haga una idea de la edad que manejan los “chavales”. No exagero si digo que el tiempo no parece haber pasado por ellos, la voz solista de Jon Rubin se mantiene en plena forma y es capaz de sacar las mismas melodías que cuando era un veinteañero, la guitarra de Donn es la acompañante ideal, sabiendo cuando ser “Killer” y cuando acariciar suavemente los registros de Jon, y la base rítmica certera como pocas. Así, pudimos disfrutar de clásicos como “Two Guitars, Bass & Drums”, “I Wanna be your Boyfriend” (sí, la canción de la discordia con Avril Lavigne) con la que cualquiera hubiera pensado estar en una convención de fans de Mazinguer Z, por la cantidad de puños en alto y lo talluditos de sus dueños, su particular visión del “Shake Some Action” de Flamin Groovies, u otro de sus éxitos “I Think We´re Alone Now” originalmente compuesta por Tommy James & The Shondells.
Siempre es un placer ver a Jon Rubin hablando a la audiencia en su particular castellano y a Al Chan insistiendo en que tocar por aquí es como tocar en su casa (Hawái). Para ir finalizando se marcaron una versión del “My Girl” de The Temptations a capela que hubiera ruborizado a más de un joven concursante con aspiraciones a cantante, su canción más “Rockera” e incluso Heavy Metal “Rock & Roll is Dead” y “Party Till We Die” con la que suelen cerrar todos sus conciertos.
Minutos antes de su actuación uno de los organizadores del evento se subió al escenario para presentar a The Rubinoos, lo hizo refiriéndose a ellos como a una de las mejores bandas de la historia de la música Pop. Pues eso.