Daughn Gibson – Me Moan (Sub Pop)
Daughn Gibson desarrolla sus canciones en unas coordenadas poco frecuentes. Lo primero que llama la atención es su voz de barítono, poco dada a seguir los compases de la melodía pero indudablemente eficaz en dar a sus temas una profundidad y espacio más que evidentes. Luego, a pesar que sus canciones las podríamos situar cerca del country, utiliza principalmente como instrumentalización un sintetizador y una steel guitar con buenas dosis de reverb. Y además su nuevo disco suena en su mayor parte pesado y tan viciado como el aire de una casa cerrada durante años. Casi parece haber estado grabado en una cueva prácticamente a oscuras. La sensación de claustrofobia y una curiosa sensación espectral se hacen evidentes a lo largo de muchas partes del disco.
Me Moan es pues un trabajo oscuro y un tanto difícil. Incluso en algunos pasajes se deja notar la incómoda sensación que Gibson esté haciendo una parodia. No obstante es un disco tremendamente satisfactorio y posee pasajes realmente conseguidos. Quizás albergue ciertos momentos más flojos y algunas canciones podrían haberse resuelto de una manera más directa y eficaz pero de ninguna manera resulta un disco aburrido. Con el tiempo Daughn Gibson logra atrapar la atención con esa voz que al final adquiere tintos hipnóticos y las canciones van haciéndose más y más cercanas.
No es fácil encontrar el momento en que nos decidimos a escuchar de nuevo Me Moan pero una vez vencida esa recurrente reticencia la sensación es mucho mejor de lo que recordábamos. Daughn Gibson es el reverso gótico y pantanoso de la ligereza melódica de un James Blake o el esqueleto desnudo y sobrio de unos primeros Portishead. Es alguien que ha encontrado un sonido muy particular y que lo defiende con algunas canciones de una difícil belleza. Además, las dos últimas canciones del disco, que se desmarcan de la estética gótica que domina el resto del álbum, apuntan a una posible reinterpretación más ligera de su sonido que quizás podría hacerle ganar en un futuro a un público más pop friendly.