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Desgranamos ‘Lento y salvaje’ (Plaza y Janés) con Ricardo Lezón

Estos días se publica Lento y salvaje (Plaza y Janés), autobiografía de Ricardo Lezón, líder de McEnroe. Un libro lleno de verdad y afectos, que ahonda en la propia vida de un músico que durante los últimos 20 años se ha hecho un hueco en nuestros corazones gracias a su especial habilidad para conectar con los sentimientos más profundos.

Doscientas páginas que nos ayudarán a conocer mejor no solo su historia más personal, sino la de la propia banda y las experiencias y vivencias que derivaron en muchas de esas grandes canciones. Un ejercicio de memoria y vida abordada con esa habitual humildad «no es una historia de alguien especial. Yo no soy especial. Cualquiera tiene una historia parecida que podría contar», en la que al final cuesta no sentirse reflejado de algún modo.

Nos sentamos con Ricardo para desgranar las partes más representativas del libro, y ahondar en las motivaciones que han hecho de él un autor tan atípico y necesario.

«Me han hecho tantas veces las pregunta de que por qué solo escribo canciones de amor, que parece que no se lo preguntan a nadie más»

El libro que engancha, me lo he leído en dos ratos.

Eso me ha dicho mucha gente. No sé si porque es muy corto… había escrito más, pero confío en el criterio de los editores. Al final quedó así.

No tiene un orden cronológico ni lineal, va saltando adelante y atrás en el tiempo, con una numeración de capítulos un tanto extraña.

No sé a qué responde (risas). Para eso igual tenéis que hablar con el departamento editorial.

 

Pero vamos, es lo de menos. Es muy ameno y se sigue bien.

Mi problema es que soy muy desordenado y muy impulsivo. Yo le iba mandando a Cris la pesadilla de cualquier editor. Le iban llegando cosas de aquí y de allá, hasta que tomamos la decisión de contarlo así. Empecé a contarlo de manera temporal y cuando llevaba una página y media estaba ya en 2025… Para ajustar el libro a como soy, había que escribirlo desordenado. Ella ha hecho una labor maravillosa.

Un buen trabajo de edición.

Sí, creo que además sabes lo que es eso. La forma de ajustarlo, saber lo que hay que hay que incluir y lo que no. Todo con sugerencias, no con obligaciones, y al final ha quedado así. Mucho más fácil de leer, menos farragoso.

Este es tu primer libro de prosa, ya tienes otros de poesía.

Sí, me autoedité un libro (‘Extraña forma de vivir’) en 2014  o por ahí, que iba ilustrado por Estíbaliz Fernández de Miguel; después publiqué con la editorial cordobesa Bandaàparte ‘Los minúsculos latidos’ en 2016; y después ‘El corazón es un combustible peligroso’ (2021) con Sr Scott. Eran de poesía, pero también había pequeños relatos. Siempre he tenido la intención de escribir prosa, pero soy malo para la ficción. Inventarme una historia… Yo creo que las tienes que tener dentro para que broten.

Aquí la historia es tu propia vida.

Sí, al principio iba a ser un libro sobre la historia de los 20 años de McEnroe, con fotos, entradas antiguas y demás, pero soy cero mitómano, no me gustan nada esos libros. Prefería una autobiografía o contar la historia utilizando la prosa. Y bueno, debutar en prosa hablando sobre ti mismo no es muy recomendable, pero me lancé.

¿Tenías algo esbozado o te lo encargan así?

Tenía la idea en la cabeza que me bullía y muchas ganas de lanzarme. Fue como una conjunción de todo. Se descartó esa primera propuesta y al final lo que ha salido es esto.

Un libro que puede servir de guinda a esos 20 años de McEnroe.

Sí, ha coincidido en tiempos, aunque ya son 21 de McEnroe y cuando me dé cuenta serán 30. Ya había acabado la gira, está todo muy fresco y es una bonita manera de completarlo.

Hay mucha verdad en esta historia y muchas cosas con las que gente que hemos vivido cosas similares nos sentimos muy identificados.

Es que no es una historia de alguien especial. Yo no soy especial. Cualquiera tiene una historia parecida que podría contar. Al final sirve un poco como terapia, escrito para mí. Ahora me cuesta leerlo.

Escarbar en el pasado y mirarse en tu propio espejo a veces cuesta.

Se mezcla eso con más cosas. Me ha costado escribirlo, porque yo quería saber de dónde vienen las canciones, por qué empiezo a hacerlas. Al final no se trata de ajustar cuentas ni de buscar razones de por qué soy así, es poner en palabras mi propia vida. Recuerdo que la primera vez que fui a ver a un psiquiatra que era amigo de mi padre, lo cuento en el libro, me puso un ejercicio: Escribe tu vida en un papel. Se la llevé y me dijo: Ahora me la lees en voz alta. Esto es lo mismo, pero un poco más largo.

Fue el que te trató la ansiedad.

Sí, fue lo que me diagnosticó y ese fue el primer paso para que dejara de ser un infierno. La ansiedad es un infierno, pero cuando no sabes que es ansiedad es doble infierno.

 

Al final es como cuando escribes canciones, que también las escribes para ti.

Yo creo que todo el mundo lo hace, claro. Aunque las canciones luego van acompañadas, hay una música y una gente que le meten un aroma personal que no había en lo que tú habías creado. Hay canciones de nuestro primer disco, ‘Mundo Marino’ (2008), que no sé de qué hablan. No tengo ni idea. “Los números pares me ayudan a olvidar” no sé qué quiere decir y ya han pasado 15 años. El libro fue un poco eso, saber de dónde viene todo. Luego no me ha servido mucho, sigo sin entender muy bien, pero he podido ordenarlo.

Bueno, ya sabes que cuando haces una canción está abierta a muchas interpretaciones según quién la escuche.

Las canciones dejan de ser tuyas en el momento en el que las publicas, al igual que el libro. Eso es lo bonito de la música. Muchos te preguntan, “oye, ¿‘Asfalto’ de qué trata?”, ¿Y qué más da? Recuerdo que cuando escuchaba a los Smiths sin saber mucho inglés había una frase que por lo que sea me llegaba mucho. Ya entonces te creabas tu propia historia. Había una especialmente que me ponía los pelos de punta. Me había hecho una historia maravillosa hasta que me dijeron: “No, es de no comer carne”… Joder, ¡me la has reventado! (risas).

Al final estamos ante un libro sobre el amor hacia tus hijos, tus amigos, tu familia y la música.

Es un libro sobre el afecto, exacto. Me han hecho tantas veces las pregunta de que por qué solo escribo canciones de amor, que parece que no se lo preguntan a nadie más. No creo que Robert Smith cantara sobre los astilleros de Glasgow. Aparte de que el amor es todo. Una vez le leí a alguien una respuesta que me encantó. Le preguntaban algo que también me han preguntado a mí, que por qué no hacía canciones políticas. ¿Qué hay más político que el amor? La política es como trates al que tienes al lado. La gente se pone etiquetas de todos los colores y se cree que eso le hace mejor que al resto, pero lo que importa es cómo trates a los que tienes al lado y a los demás. Hubo una época en la que le di más importancia a las palabras que a los hechos y esa es la trampa actual.

Todo es amor. Pero al final los fans de McEnroe lo que esperan son canciones de McEnroe.

Es que tampoco se me ocurre sobre qué otras cosas podría escribir.

«¿Qué hay más político que el amor? La política es como trates al que tienes al lado»

Ya lo hemos hablado en alguna ocasión y lo recalcas en el libro. La música te ha ayudado a vivir pero nunca has vivido de ella. ¿Si tuvieras la obligación de vivir de ella cambiaría tu percepción?

Ramón (The New Raemon) hablaba de ello muy bien en una entrevista que leí. Hay un salto no sé si imaginario o real que acojona. No solo acojona que no puedas vivir de ello y te estrelles, es algo que le puede pasar a cualquiera que inicie un proyecto de lo que sea, sino que hay un salto de decir: ahora voy a tener que hacer esto para vivir. Ese salto asusta, aunque lo puedes convertir en un reto. Me asusta más que verlo como un reto. A veces también pienso en intentarlo, sobre todo pienso si sería capaz de hacer una música que gustara a más gente. No sé si lo haría muy bien. Ese hueco da miedo y tienes que estar dispuesto. No recuerdo haber tenido nunca el objetivo, y con McEnroe tampoco. Yo admiro a la gente que lo ha conseguido, yo aún no sé si sabría hacerlo porque tampoco lo he querido.

Volviendo a Ramón, ambos compartís eso de dar pocos conciertos. De hacerlos muy escogidos para que la gente que realmente quiere veros sea la que acuda.

Con el tiempo es una de las cosas que más claras tengo. Cuando empezamos no sabíamos hacia dónde iba a ir la música, que se iba a convertir en un circo que al final es lo mismo en cada ciudad. Con sus excepciones, que hay algunos festivales que sí mantienen su propia esencia. Pero es que esto al final se ha convertido en las fiestas del pueblo, pero siempre del mismo pueblo.

Al principio quieres tocar cada vez para más gente, hasta que te das cuenta de que no tiene ningún sentido tocar para la que no le interesa lo más mínimo lo que estás tocando. Yo le tengo mucho miedo a los festivales, aunque tampoco me van a llamar. Pero también le tengo miedo a los conciertos gratuitos. Somos inseguros, no somos grandes músicos y para que se cree un ambiente propicio tiene que ver conexión con ambos lados, en los festivales es difícil que la haya.

 

Sé que estás grabando disco con Ramón, que nos lo comentó recientemente, pero han pasado cuatro años desde La Distancia (2019). ¿Para cuándo uno nuevo de McEnroe?

Bueno, a McEnroe lo que nos ha mantenido en movimiento es no saber lo que vamos a hacer. Hay canciones, con lo que ya llegará. Nunca nos ha funcionado lo de ponernos plazo. Sé que un día se pondrá todo en movimiento y como no somos de darle muchas vueltas a las cosas, será rápido. Ojalá sea pronto.

El libro termina en el concierto de McEnroe La Riviera con el que se cerró la gira 20 aniversario. Me sorprendió y me alegró mucho ver a tanta gente muy joven cantando vuestras canciones.

No sé si lo digo ahí, pero ha sido la gran alegría de toda esta gira. Es algo que ocurrió en todos los conciertos, ver a gente que nos ha seguido toda la vida y también a gente muy joven. Una sorpresa increíble, verles con la camiseta, que se sabían las canciones. Te hace ser consciente de eso que suena tan solemne, que al final hemos tenido un éxito que trasciende. Ese es el éxito que interesa.

Puedes comprar Lento y salvaje (Plaza y Janés) de Ricardo Lezón, en la web de su editorial.

 

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