Doble Pletina (Siroco) Madrid 10/06/16
Doble Pletina acaban de publicar con Jabalina su segundo largo, Así es como escapó, justo a tiempo para llenar el vacío de propuestas de pop detallista que vivimos desde la desaparición de La Buena Vida, Klaus & Kinski, y tantos otros. Ahora lo que está de moda es el garaje, afición muy seria y respetable, pero tampoco pasa nada, de vez en cuando, por elevar la melodía a la condición de deidad y tocar algo más despacio.
Los catalanes presentaban el disco en Siroco, su sucursal en Madrid, por las muchas veces que ya han tocado en una sala estupenda, salvo por el terrorífico precio de la cerveza, donde rivaliza ya con La Riviera. A pesar de conocer bien el terreno, al comienzo del concierto no tuvieron suerte con el sonido, sobre todo en cuanto a las voces de Laura y Marc. Por suerte, después de cuatro o cinco canciones, los problemas desaparecieron. Hasta ese momento, había sonado la parte más delicada del nuevo disco, que quedó algo deslucida. No lo suficiente para no destacar a Francina en las voces.
“Electrobolero”, acompañada por “Cruzo los Dedos” o “Música para cerrar las Discotecas” fueron las responsables de una rotunda remontada culminada por las emocionantes “Llenamos vacíos” o “¿Puede callarse todo el mundo?”. Si tienen oportunidad de asistir al FIB o al Vida, no se pierdan a Doble Pletina, pocos conciertos más bonitos podrán ver en cualquiera de los dos festivales.
Abrió la noche Caliza, que gana enteros con bajo y guitarra, y firmó un concierto redondo. Oscuridad ochentera que provoca adicción cuando se pone bailable, la propuesta en solitario de Elisa Pérez (Cosmen Adelaida, Rusos Blancos), parece el reverso minimalista de El Último Vecino. Synthpop de referencias rastreables, que por obra y gracia del talento, se ha convertido en un oasis de originalidad.