Conciertos

El Hijo + Maronda – Sala Wah-Wah (Valencia)

No está hecha la miel para la boca del asno. Si no fuera porque más de uno me tildaría de vago (y quizá de maleante), finiquitaría esta reseña así, con una frase.

En cualquier caso, no quiero extenderme en exceso. Sintiéndolo mucho tanto por Abel Hernández y Nacho R. Piedra como por los amables componentes de Vinilo Valencia, que tanto hacen por la música en directo en Valencia, no voy a poder decir mucho más del concierto de El Hijo. No por nada: porque no tengo los elementos necesarios para juzgar. ¿Cómo se escribe de un concierto en el que sólo oyes la voz y unos efectos electrónicos de vez en cuando, y a duras penas la guitarra acústica? No se puede.

Eso sí, os puedo hacer una crónica de cómo llegó a la sala el tipo que, delante de mí, le daba la espalda al escenario. Apasionante. Del resto de las conversaciones que se solapaban, a gritos, con el concierto de El Hijo, no os puedo decir mucho porque, claro, se solapaban entre ellas también. Y creo que os interesarían tanto como a mí.

Del concierto de El Hijo sólo me quedarán dos recuerdos (además de las proyecciones): Abel Hernández gritando “¡bla, bla, bla!” en “El testigo luminoso” mientras miraba a un sector del público, y un héroe anónimo que, desde el sector contrario, espetó un glorioso (y valenciano) “xe, calleu ja, hòstia!” (“¡che, callaos ya, hostia!”). La intensidad del despropósito parlamentario de anoche fue histórica. A un concierto se va a disfrutar, no a enfadarse, pero este hombre tenía toda la razón del mundo. Ya se ha expulsado el humo de las salas de conciertos, ¿cómo vamos con lo de la falta de educación y la impertinencia? ¿Habrá que hacer otra ley?

De ese sector del público poco interesado en el concierto de El Hijo nada más se supo: porque en Maronda se callaron, o porque la propuesta del dúo es evidentemente más contundente que la del exMigala y se impuso. De Pablo Maronda y Marc Greenwood, que alternaron temas de su brillante nuevo disco con otros aciertos pretéritos, cabe esperar que crezcan mucho más en directo. Tan pronto como se hagan a ese formato en directo de batería programada o “fichen” a uno de carne y hueso, lo que llegue antes, las canciones de La Orfebrería de los Místicos crecerán exponencialmente. Están hechas para eso.

Hoy, Doctor Divago y Lagartija Nick cerrarán en lo más alto los conciertos del séptimo aniversario de Vinilo Valencia.

 

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