En el jardín del Festival de Les Arts 2024
Valencia es una ciudad que siempre te trata bien. Desde mis primeros conciertos con Radio 77 y Micromachines siempre he regresado a la ciudad del Turia con una sonrisa en la boca, pero si encima es para ir por primera vez al Festival de Les Arts, la ocasión la pintan calva.
Con 15 años a sus espaldas y un escenario de ciencia-ficción, este Festival merece estar, por derecho propio, en el Olimpo de los certámenes culturales del país.
Llego a la estación Joaquín Sorolla temprano, lo que me hace dar una vuelta por los aledaños y empaparme de valencianismo antes de ir al Airbnb del barrio de Ruzafa en dónde me quedaré tres días.
La juventud de viaje de fin de curso inunda la estación y yo me creo que son todos festivaleros, con lo que eso de “señor, ¿está usted bien?”, empieza a retumbarme en los oídos.
Pero no pasa nada, tenemos a Arconada, así que suelto mis cosas en mi nueva casa temporal y me voy al recinto temprano después de comer frugalmente.
El primer artista que veo es a Carlos Sadness. Shinoflow siempre da buen rollo y su música festiva es perfecta para un festival, valga la redundancia.
Seguimos con la vasca de pro, Natalia Lqcunza, que desde que la vi por primera vez en el Phe Festival de Tenerife en 2023, ha mejorado un huevo y lo peta por todos los lados. Más guapa y exultante que nunca, Natalia, al igual que Bowie, ha venido para quedarse.
Un diez de actuación, punto y pelota.
Continuamos con La la Love u y pienso… ”Subterfuge lo ha vuelto a hacer”.
La visión de Carlos y Gemma para localizar y polarizar un fenómeno INDIE-POP DE MASAS en nuestro país solo lo hace Luis Calvo de vez en cuando (véase La Casa Azul) o Manuel Torresano en un “antaño” ya muy lejano (La Buena Vida) y no por eso menos añorado.
Bolazo de los madrileños de los que luego me haría colega tras colarme en el backstage (una vez más).
Remata la noche esa bestia parda de los escenarios de nombre MIKEL IZAL, al que luego me presenta el no menos bestia Manuel Notario, su manager. Con Mikel hablo de depresión, de felicidad, de puesta en escena y, sobre todo, de MÚSICA.
Porque la banda de Mikel parece la de Jamiroquai, y el bolo que acabo de presenciar bien podría haber ornado cualquier edición de GLASTONBURY y no desmerecer en absoluto con respecto al de otras luminarias del rock mundial.
El día que Mikel Izal toque en GLASTO yo estaré allí para contároslo, os lo prometo.
Acabo la noche con La La LOVE U en el XL y, después de conocer a una actriz alemana en ciernes, le firmo un contrato como agente y me voy a la cama, que al día siguiente hay que irse de museos y exposiciones.
Sábado en el día, que (no) diría Moris.
Me voy a la Fundación Hortensia Herrero a ver una de las mejores colecciones de arte contemporáneo que te puedes encontrar en España y en Europa, y me quedo en éxtasis místico. ANISH KAPOOR, DAVID HOCKNEY, EQUIPO CRÓNICA…Como diría mi querido e idolatrado Guille Milkyway, “hoy todos pintan para mí”.
Y es que el ARTE con mayúsculas funciona como el jengibre y te limpia el alma de música para reseteártela en busca de más notas y más colores.
Antes de comer con mis amigas Cristina y Madi cerca del puerto me doy una vuelta por mis dos tiendas favoritas de la capital: KOWALSKI y HARMONY. Dejo mi libro “Así se baila el Siglo XX” en depósito en la primera en donde intimo hasta límites insospechados con Marcos, su dueño y señor. Le digo que es la tienda más bonita del mundo y es VERDAD.
Me la compraría entera, pero ya no tengo apenas huecos en mi casa para tanta cultura.
Al final solo me compro 50 discos y un poster de Depeche Mode de Violator entre las dos tiendas, así que salgo triunfante del envite. Todo lo que sea menos de 100 es un triunfo en mi caso, así que acabo las compras y me piro con mis amiguis.
De la Malvarrosa a la ciudad de Les Arts en “tásis” y tiro porque me toca.
Esta vez me voy con Madi, así que la espera de la pulsera se hace más corta y placentera. Madi es una de mis mejores amigas festivaleras, y llevamos muchos FIBs y Lows juntos, además de un OASIS en Marrakech, pues Madi es de ascendencia marroquí y bella como una odalisca, tanto por dentro como por fuera.
Entramos con Cupido (subidón), seguimos con Dani Fernández (directazo) y nos vamos directos a backstage porque Gilbert de los Crystal Fighters nos tiene que dar nuestras pulseras de ARTISTAS, que es lo que somos.
Resulta que solo le han dado una “de más”, así que gentilmente se la cedo a Madi y empiezo a pensar en cómo colarme de nuevo. Esta vez no va a ser tan fácil, porque los seguratas están sobre aviso de que hay un conejo travieso que ronda el backstage, pero al final, y como siempre, me logro pergeñar en medio de la Zona de Artistas one more time (léase como Daft Punk).
Y aquí empieza el verdadero FESTIVAL.
Se desata una tormenta de fuerza 10 y las actuaciones de los platos fuertes del día, Love of Lesbian y Crystal Fighters, se ven amenazadas por un negro horizonte.
Aún cuando hablo con Ricky Faulkner y Santi Balmes parece que puede amainar, pero cuando me topo con la tormenta eléctrica en persona, Gilbert Vierich, me doy cuenta de que el festival se va a suspender.
El corral se ha vuelto loco, que dirían los más grandes, Glutamato Ye-Ye, y todos nos esforzamos por mantener la calma y no perder los papeles. Acabamos hablando de marketing, de baloncesto, de las olimpiadas y de mi amado Joe Llorente (todo el mundo es FANS suyo). Está claro que nadie más va a tocar, pues cuando ves sillas volando cuál Monegros Festival in 2008, sabes que cuando se hace POP, ya no hay STOP.
Las autoridades desalojan al público y nosotros, mientras tanto, nos encerramos con bebida y comida en el camerino de Crystal Fighters, y cantamos canciones de Dylan a la guitarra acústica.
Maravilla de final superando los propios conciertos de Love Of Lesbian y Crystal Fighters, que seguro que hubieran sido la hostia en verso.
Pero todo no se puede en esta vida, así que después de conocer personalmente a los dueños originales del festival y congeniar maravillosamente con ellos, todo el mundo que quedamos en el back vamos a ver pinchar a Meneo en el PICADILLY.
Aún recuerdo un SOS Murcia del que me echaron cerrando junto a Albert Salmerón y a Roger, los dueños del festival.
La vida es un loop y a ti te encontré en Levante.
Germán de El Café La Palma dice que Meneo es “una mierda pinchada en un palo”, y es que se cree el ladrón que todos son de su condición…
Pero eso ya es otra historia de (no) AMOR.
Mientras tanto…”LARGA VIDA A LES ARTS”.
Lee todas las entregas de En el jardín de Gerardo Cartón.
Gerardo Cartón es una agitador de la escena musical española. Lo más probable es que estos últimos 20 años os hayáis cruzado con su nombre en algún lado, bien en alguna de sus sesiones como el chico biónico, como 2PIASdjs, con alguno de sus podcasts o en algún que otro concierto o festival. Él es uno de esos tipos de la industria que han estado en todos los frentes. Dirigiendo el sello [PIAS] en España en su momento más exitoso, tocando en bandas como Micromachines o escribiendo libros tan divertidos como los dos volúmenes del Manual del Perfecto Festivalero o Así se baila el siglo XX (Muzikalia).