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Entrevistamos a Ash

Ash publicaban en mayo de este año Islands (Infectious/[PIAS], 18), un séptimo disco de estudio con el que demuestran seguir en plena forma tras aunar melodías irresistibles y consistente instrumentación. Los norirlandeses fueron uno de los protagonistas del pasado Visor Fest celebrado en Benidorm, con el trío ofreciendo un concierto potente y sin fisuras en el que alternaron composiciones recientes con sus grandes clásicos. Unos días antes habíamos contactado con Rick McMurray, simpático batería del grupo, para repasar buena parte de una carrera que ya dura 25 años. 

“Las referencias musicales del Britpop fueron demasiado limitadas. Para nosotros había más música que Beatles y Stones”

Vuestro último disco, “Islands” (2018), incluye una docena de composiciones consistentes, pegadizas (aquí hay muchos singles claros) y cargadas de guitarrazos. Además son temas que siguen luciendo ampliamente vigentes… ¿Qué aspecto queríais que tuviese el disco?

Creo que en este disco ha habido mucha más espontaneidad; Normalmente tenemos varias sesiones de preproducción y empleamos más tiempo en elegir aquellas canciones que pasarán el corte final. Esta vez, todos parecíamos estar de acuerdo en que este conjunto de canciones nos emocionaba, y sentíamos como si realmente tuvieran que estar juntas. Supongo que en comparación con el anterior álbum, “Kablmmo!”, éste es un poco más diverso y ecléctico.

El disco propicia esa agradable sensación derivada del reencuentro con la banda reconocible de toda la vida, pero… ¿Qué os motiva a la hora de escribir canciones en la actualidad? ¿De dónde ha venido la inspiración para componer estas nuevas canciones?

«Islands» está inspirado principalmente por una ruptura por la que Tim (Wheeler, cantante, guitarrista y principal compositor del grupo) había pasado justo antes de que comenzase el proceso de creación. Si bien su composición musical es diversa, a nivel de letras es un trabajo muy coherente, con temas que tratan la pérdida y también la posterior redención.

En vuestros comienzos, sobre todo en “Trailer” (1994), mostrabais una faceta más punk, mientras que en los últimos años el grupo ha tendido más hacia el pop y el cuidado de la melodía (siempre con poderosas guitarras, en cualquier caso). Obviamente no es algo malo, pero… ¿Dirías que habéis ido perdiendo esa parte más agresiva? ¿Se podría llamar madurez creativa?

Yo lo pienso más en términos de luz y de sombra. Necesitamos mantenernos entusiasmados con lo que hacemos, y creo que cualquier banda se cansaría de hacer discos de puro punk durante 26 años ¡Incluso los Sex Pistols! (Risas). Y supongo que incluso en todo nuestro material anterior siempre había también ramalazos de pop; Cojamos la canción «Jack Names The Planets», por ejemplo. Eso es bastante melódico para una banda de punk. Y tampoco es como si esa parte punk ya no estuviera aquí con nosotros ¡Sólo tienes que echar un vistazo al tema “Buzzkill” del nuevo disco!

El caso es que lleváis 25 años facturando un excelente indie-pop de guitarras ¿Cuál es el secreto para seguir haciéndolo con energía, convicción y pasión después de tanto tiempo?

Si supiera la respuesta a esa pregunta, en este momento estaría promocionando el libro que habría escrito sobre el tema ¡Pero el libro está en blanco! (Risas). Supongo que todavía estamos muy enamorados de lo que hacemos, y creo que se notaría si perdiésemos las ganas de levantarnos y dar el mejor espectáculo que podamos cada vez que tocamos.

Durante todo ese tiempo, los tres habéis estado siempre en la banda (durante un tiempo –un par de discos creo– Charlotte Hatherley se unió a vosotros) ¿Cómo se consigue aguantar tanto tiempo en un grupo con los mismos tipos? ¿Ha peligrado en algún momento la existencia de Ash? 

Desde que éramos adolescentes los tres hemos pasado por las mismas experiencias, como grupo y también como personas. Ese vínculo compartido nos ha unido más a lo largo de los años, y creo que algunos de los momentos más difíciles han servido para unirnos más, en lugar de separarnos. Tenemos nuestros desacuerdos, por supuesto, pero junto con eso también tenemos la certeza de que todos llevamos los intereses de la banda en el corazón.

“1977” (1996), “Nu-Clear Sounds” (1998) y “Free All Angels” (2001) suele ser la trilogía sagrada para el fan de Ash ¿Qué significan para ti esos discos?

Por supuesto esos discos significan mucho para nosotros; “1977” nos puso musicalmente en el mapa; “Nu-Clear Sounds” fue nuestra manera de intentar frenar la locura que vino con el éxito ¡Y “Free All Angels” fue donde arrancamos la victoria de las fauces de la derrota!

 “Si vomitar y tropezar es tu idea de diversión, entonces los 90 fueron el lugar perfecto para estar…”

Incidiendo un poco mas en el tema ¿Cómo recuerdas el proceso de grabación de cada uno de ellos?

“1977” fue grabado pieza por pieza, con los primeros singles grabados durante las vacaciones escolares cuando aún éramos niños. Creo que ahí es donde aprendimos a sentirnos cómodos en el ambiente del estudio. La mayor parte del álbum se realizó a principios de 1996, después de que hiciéramos nuestra primera gira mundial para promocionar «Girl From Mars» y «Angel Interceptor». En el estudio se escribió mucho sobre la marcha, lo que echando la vista atrás parece una locura, pero aporto intensidad y frescura al álbum.

“Nu-Clear Sounds” fue una experiencia muy diferente; Nos encerramos en un estudio para escribir durante meses, mientras intentábamos unir las canciones para el disco. Fue un momento difícil para nosotros; Tim estaba lidiando por primera vez con el bloqueo del escritor, y pasaron meses antes de que las cosas comenzaran a fluir. Las sesiones de grabación empezaron bien, pero en la etapa de mezcla se hizo evidente que se necesitábamos trabajarlo más. Trajimos de nuevo a Owen Morris (productor del disco), para ayudarnos a recuperar ese nervio que estábamos perdiendo. Finalmente conseguimos el disco que habíamos querido hacer desde el principio, pero fue un trabajo muy duro y desde luego no fue el álbum más agradable de hacer.

“Free All Angels” fue diferente a todo lo que habíamos experimentado hasta entonces. Después del álbum anterior que no funcionó demasiado bien si tenemos en cuenta los estandartes que nos marcaba “1977”, sentimos que ese podría ser nuestro último disco. La burbuja de los grupos de guitarras había estallado en el Reino Unido, y semana tras semana veíamos como se separaban bandas contemporáneas a la nuestra. El sentimiento en la banda fue que, si ése tenía que ser nuestro último álbum, queríamos dejarlo con un arrebato de gloria; Y casi lo conseguimos. La compañía discográfica no estaba contenta con la canción “Shining Light”,  pero nuestro manager y el productor de la banda sabían que era el sencillo perfecto para nuestro regreso. Cuando se negaron a pagar el tiempo que pasamos en el estudio, empezamos a gastar nuestro propio dinero (el último que nos quedaba) en el estudio, y esa canción cambió nuestra suerte de un día para otro. Grabamos la mitad del álbum en el estudio de Van Morrison y la otra mitad entre Ronda y Puerto Banús ¡Probablemente lo más divertido que puedes hacer cuando estás casi en quiebra!

Hubo un momento en el que decidisteis que no ibais a publicar más álbumes, sino solo singles sueltos y de manera periódica ¿Por qué tomasteis esa decisión y por qué luego cambiasteis la forma de pensar?

¡Definitivamente fue más que un momento para nosotros! (Risas) Anunciamos que “Twilight Of The Innocents” sería nuestro último álbum justo antes de su lanzamiento en 2007. En ese momento sentí que era el fin del negocio de la música tal y como lo conocíamos. Sentimos que en el futuro teníamos que idear un nuevo modelo de lanzamiento de material que reflejase cómo el público consumía la nueva música. De ahí la decisión de abandonar el formato de álbum para pasar a los singles en esa forma de la serie A-Z (Nota del autor: Ash sacaron continuadamente una canción suelta que comenzaba con cada letra del alfabeto, desde la A a la Z). Si hubiera funcionado comercialmente, habríamos tenido un single en el top 40 del Reino Unido durante todo un año, pero la industria fue demasiado lenta para captar los enormes cambios que tenían lugar debajo su nariz, y no obtuvimos el respaldo que esperábamos. Como esfuerzo creativo fue realmente inspirador y valió la pena hacerlo ¡Después de un descanso de tres años desde nuestra última visita al estudio nos juntamos para hacer “Kablammo!”. Sabíamos que la industria todavía estaba centrada en el álbum como vehículo de lanzamiento favorito, ya que los cambios sísmicos que predecimos años antes nunca se materializaron. Así que sabíamos que era hora de hacer un cambio de sentido con respecto a lo de ‘no más álbumes’.

Personalmente me gusta mucho ese disco, “Kablammo!” (2015) ¿Qué sientes ahora cuando lo escuchas? ¿Es un álbum importante para el grupo?

Sí, me encanta ese disco y todavía me encanta tocarlo en directo. Fue muy divertido de hacer. Supongo que sentimos la presión de volver al formato de álbum. Era como si necesitáramos que fuera tan bueno como “1977” y “Free All Angels” para justificar la creación de otro disco. Pero la energía que creamos durante su composición fue increíble… sentíamos los escalofríos adecuados por la espalda. Escuchándolo ahora, creo que soporta muy bien la comparación con nuestros álbumes clásicos. Para ser honesto, diré que tal vez es incluso más redondo que aquellos.

¿Cómo recuerdas toda la época dorada de los 90 –la de la trilogía de la que hablamos antes– que trajo consigo el éxito masivo del grupo?

¡Recuerdo que «1977» fue número en Reino Unido y luego no mucho más durante diez años! Fue solo un torbellino de giras constantes que duró una década. No creo que realmente hiciéramos balance de lo que habíamos logrado en esos años hasta que todo había pasado.

Con frecuencia fuisteis incluidos dentro de la etiqueta del Britpop ¿Qué opinión tienes del movimiento?

No es una etiqueta con la que una banda de Irlanda del Norte se sienta cómoda. Creo que musicalmente no estábamos del todo a tono con eso, a pesar de que trabajamos con Owen Morris, quien saltó a la fama como productor de Oasis. Las referencias musicales involucradas en la escena fueron demasiado limitadas. Para nosotros había más música que los Beatles y los Stones.

Te lo pregunto precisamente porque parece que ahora cualquier grupo reniega de haber formado parte del Britpop ¿Por qué crees que hay esa animadversión general de los propios protagonistas hacia la etiqueta?

Bueno, creo que por nuestra parte y tal y como te explicaba antes, simplemente el Britpop no se situaba musicalmente donde nosotros estábamos. En cuanto a las otras bandas, creo que tal vez muchos de ellos estaban a la cola de las tres grandes bandas: Blur, Oasis y Pulp. Incluso se podría argumentar que para cuando esos grupos publicaron sus grandes discos, los medios de comunicación ya afirmaban que el Britpop había acabado. Personalmente, las primeras bandas me parecieron las más interesantes; Suede fueron geniales con Bernard (Nota del autor: se refiere a Bernard Butler, guitarrista y co-compositor junto a Brett Anderson de los dos primeros discos de Suede), y The Auteurs fueron para mí los más interesantes.

 Tengo una curiosidad… En “1977”, cuando terminaba la última canción («Darkside Lightside») y tras un rato de silencio, se escuchaba a alguien vomitando ¿Quién era? ¿Fue aquella una época tan divertida para vosotros como parecía desde fuera?

Debía de ser Mark (Hamilton, bajista del grupo) y Leif, nuestro técnico de guitarras. El resto de nosotros estábamos en un viaje de ácido. Si vomitar y tropezar es tu idea de diversión, entonces los 90 fueron el lugar perfecto para estar…

 ¡Recuerdo que «1977» fue número en Reino Unido… y luego no mucho más durante 10 años!

¿Cómo crees que ha cambiado la industria musical desde vuestros comienzos hasta ahora? 

Casi todo ha cambiado desde entonces. Cinco veces de más gracias a la revolución permanente de la World Wide Web.

En unos días vais a actuar en el Visor Fest de Benidorm ¿Qué tipo de concierto vais a ofrecer? ¿Cómo va a ser el repertorio que toquéis en ese festival?

Va a ser la mayor parte del nuevo álbum “Islands”. Todas las que podamos meter en el set, pero salpicadas de un montón de singles clásicos. Echad una oída a «Islands» antes de venir, si es que aún no lo habéis hecho.

Por ese festival van a pasar otros grupos ilustres de los 90 como Ride, The Flaming Lips, Saint Etienne o The Jesus & Mary Chain ¿Os apetece ver a algún grupo en concreto?

Es un gran cartel ¡Me gustaría verlos a todos! ¡España sabe cómo hacer un festival!

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