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Entrevistamos a Cala Vento, que presentan ‘Casa Linda’

La total independencia en la industria musical es una suerte de quimera que la gran mayoría de bandas anhelan en sus comienzos, pero que muy pocas logran alcanzar con un considerable éxito. Cala Vento son la rara avis dentro de una industria cada vez más exigente y agobiante, que apenas deja margen de error a quienes, como ellos, apuestan por hacerlo todo a su manera.

Joan y Aleix renunciaron a su autonomía vital para lograr otro tipo de independencia: la musical. Para ello, tomaron el camino contrario a sus contemporáneos: dejaron su piso en Barcelona para volver a casa de sus padres, ahorrar, fundar Montgrí y vivir de la música. Cuatro años más tarde, estrenan su cuarto largo, el segundo (casi) totalmente DIY de su repertorio.

Hace unos días me senté a charlar con ellos, Cala Vento, en el ruidoso centro de Madrid, lejos de su tranquilo y silencioso Empordà gerundense, donde han establecido el corazón y la Casa Linda de su independencia musical. Joan y Aleix saben de lo que hablan y lo que piensan lo argumentan sin reparos. Hablamos sobre ese camino empedrado que les llevó a Montgrí, sobre la senda aún más complicada que está tomando la industria musical y sobre ese alegato reivindicativo por la libertad, la autogestión y la diversidad musical que es su “Casa Linda”, símbolo de su quimérica, pero saludable y eficaz manera de entender la música.

“En el camino que está tomando la industria musical, el más malo va a ser más malo aún y el más rico va a ser más rico aún”

Ocho años tocando, sois un grupo que siempre ha sido muy bien recibido por la crítica, siempre muy arriba en los rankings de mejores discos del año… Sin embargo, creo que todavía no disfrutáis de ese éxito que grupos que llevan mucho menos que vosotros han conseguido de la noche a la mañana.

Aleix: Antes quizás debemos hablar de qué es el éxito.

Joan: Claro, cada uno lo vive como quiere, ¿no? Si te refieres a repercusión mediática y envergadura en general, yo creo que la nuestra se limita a nuestras buenas canciones. Lo importante para nosotros es la canción y todo lo demás da igual. Al final hay muchas otras cosas en un proyecto musical que pueden hacer crecer al grupo, ya sea polémicas u otras cosas que no juegan a favor de la canción en sí… O colaboraciones estratégicas para llegar a un público más diverso. Nosotros al final hemos ido haciendo colaboraciones porque las sentíamos.

Aleix: Es que nosotros no consideramos que no tengamos éxito…

 

Claro, yo me refiero, por ejemplo, a un grupo como La La Love You, que hasta hace poco años apenas tenía seguidores. De repente, Amaia habla de ellos en La Resistencia y solo cuatro años después van a hacer un WiZink. ¿Que vuestro crecimiento sea un poco más lento es, de alguna manera, el precio a pagar por querer ser totalmente independientes?

Joan: Seguro. De eso hablábamos. Al final es muy diferenciador que una persona con tanto poder mediático como Amaia diga que eres la hostia en el programa de máxima audiencia de España. Al final esas son cosas que hacen crecer al grupo. A nosotros no nos ha pasado. Además, obviamente también influye que nosotros siempre hemos tirado de la cuerda del underground y de la autogestión.

Han pasado cuatro años desde el último largo, ¿os lo habéis tomado con tranquilidad para intentar hacer algo más cuidadoso y con más atención a los detalles?

Aleix: Ha sido también consecuencia de la pandemia, obviamente, que dilató un poco todo. Había mucha incertidumbre. No sabíamos muy bien si ponernos a componer otro disco o incluso grabarlo, porque tampoco sabíamos cuándo tendría sentido sacarlo. A finales del 21, que ya vimos que la cosa empezaba a normalizarse y que pudimos hacer toda la gira de despedida de Balanceo en condiciones normales, ya empezamos a reservar las fechas de estudio y a tener un poco más la idea de grabar un disco para sacarlo en 2023, porque parecía que todo se estaba recuperando. Luego, evidentemente, como hemos tenido más tiempo, pues se han hecho las cosas de manera distinta.

Hablando de la pandemia, vosotros, justo antes, conseguís profesionalizaros y vivir de la música. Tomáis una decisión muy arriesgada y de repente, pum, confinamiento y cerrojo.

Aleix: Bueno, todo ha sido muy natural siempre. Yo creo que la decisión de creer en esa dirección llegó en 2017, cuando salió Fruto Panorama. Dijimos “queremos meterle todo el tiempo posible al proyecto y es nuestra prioridad número uno. Vamos a reducir gastos de manera que no tengamos que dedicar tiempo a trabajar y cubrir ese gasto, sino para dedicar tiempo a la banda”. Y nos fuimos a vivir a casa de nuestros padres, que esa sí que fue la decisión definitiva para apostar por ello.

Joan: Es que al final estábamos pagando un piso en Barcelona para no estar los fines de semana… Era como, bueno, pues a lo mejor ahora es el momento de volver al Empordà, de estar en casa de nuestros padres hasta que esto funcione o no, y luego ya veremos si buscamos un curro o si esto funciona… y funcionó.

Aleix: Fue funcionando poquito a poco, cada vez te repartes más dinero…

Joan: Pero el cambio vino en la gira de Balanceo. Yo ya no tuve que currar en verano… Esas cosas que de repente pasan y dices “vale, esto va en serio».

Aleix: También nos autoeditábamos, o sea, el dinero del disco iba íntegramente para nosotros…

Ahí se toma la decisión, supongo, de tirar hacia adelante con Montgrí. Entra Lagartija Nick y pasáis a crear un sello que es muy independiente, pero también con una personalidad muy marcada.

Joan: Básicamente antes de sacar Balanceo y de crear Montgrí, estábamos entre eso o fichar por otra indie grande o por fichar por una multinacional. O sea, estábamos con todas las ofertas encima de la mesa.

Aleix: Queríamos cambiar algo la fórmula.

Joan: Queríamos hacer un cambio. Estábamos bien en BCore, pero queríamos hacer un cambio para un lado o para adelante o para atrás, da igual, pero queríamos cambiar para no repetirnos. Al final vimos que para nuestra forma de ser lo mejor era hacer Montgtrí y lo hicimos solo para Balanceo. Pero, al cabo de muy poco, Lagartija Nick llamó a las puertas porque básicamente nuestro manager en ese momento era el mismo manager que Lagartija Nick. Ellos estaban con una de las multinacionales que nos hizo una oferta y básicamente cuando nosotros les decimos que no, se enfadan y dicen que entonces Lagartija tampoco… y se vienen con nosotros. Así abrimos las puertas a fichar más grupos, porque la idea al principio era no hacerlo. Luego llegaron Los Manises y se abrió la veda.

Como empresarios musicales, ¿hacia dónde créeis que camina la industria?

Joan: Yo creo que el más malo va a ser más malo aún y el más rico va a ser más rico aún y que al final lo único que queda es intentar hacer o crear comunidades más reducidas.

Hace poco, en una entrevista, el director de Live Nation dijo que a él le parece que los precios de las entradas están muy infravalorados y que deberían ser más caros. Estaban hablando de una entrada para Bruce Springsteen por cinco mil dólares. Y él decía: es que mientras un fan quiera pagar quince mil dólares, yo estoy perdiendo el dinero. O sea, estás poniendo el límite del precio al fan más rico… Yo creo que desgraciadamente todo va a peor y que lo que hay que hacer es reducir los círculos, los nichos, y crear comunidades donde tú te puedas sentir bien y puedas estar currando y generando y ser autosuficiente. Nosotros hemos creado ahora nuestra propia etiqueta para no tener que lidiar con eso.

Aleix: Yo no sé si es tanto el reducir el círculo o crear comunidades pequeñas. Creo que al final se trata de hacer las cosas por tu cuenta y eliminar intermediarios. Si nosotros, por ejemplo, queremos hacer un concierto en el WiZink y el WiZink no nos lo alquilan por el motivo que sea, porque somos lo somos unos colgaos, outsiders completamente, porque no trabajamos con las agencias que ellos trabajan, ya encontramos la manera de hacer algo parecido en otro lugar. A veces nos vemos muy limitados y, en realidad, las limitaciones las ponemos nosotros mismos. Lo mismo ocurre con tocar en festivales. Es algo que está muy sobrevalorado, tanto para el público como para el músico. No sé hasta qué punto es la mejor experiencia…

Joan: El claro ejemplo es el Coachella. Este año, el 80% de los artistas que tocaban eran del mismo manager… Esto va a terminar pasando.

Aleix: Pero no hay que temerlo, no pasa nada. Por dar un ejemplo: Fito y Fitipaldis no tocan en festivales, se montan ellos siempre sus giras, sus barras y se lo hacen ellos todo. Vale, es un grupo muy grande que tiene mucho poder de convocatoria y, por tanto, puede hacer eso porque tienen recursos para contratar gente y montarlo bien, pero si ellos pueden hacerlo a su escala, nosotros también podemos hacerlo a nuestra escala. O sea, que en ese sentido estamos tranquilísimos, porque nuestro modelo, nuestra forma de entender la música, va por ese camino. Nosotros hemos trabajado muchos años para que este camino tenga sentido. Vamos a tocar mucho a las salas, nunca pedimos cachés desorbitados, sino que pedimos lo que creemos que podemos generar en ese lugar… Esta es nuestra actitud y nuestra política de empresa, porque creemos que es la que se puede aplicar siempre bajo cualquier circunstancia y que no vamos a depender de nadie. O sea, no hay nadie que pueda comprarnos. ¿Quieres programarnos en este festival? Páganos esto. ¿Que no nos pagas esto? Pues ya haremos un concierto en sala y ganaremos lo mismo.

 

Sin embargo, se hace necesario tocar en festivales. Sin ir más lejos, vosotros este verano vais al Cruïlla, al BBK…

Joan: A muchos, a muchos, y para nosotros no es una mala experiencia. Son experiencias distintas. Lo que pasa es que nuestra filosofía es no depender de esos festivales, porque hay grupos que sí que dependen de eso y si no, no pueden pagar a los músicos, porque luego en salas no venden tickets y tal. Nuestra filosofía es que si quieren que nosotros vayamos a tocar a un festival, iremos, joder, estará nuestro público ahí y nos lo pasaremos que flipas. Y una de las mejores cosas que pasan en los festivales es que te descubre mucha gente que no te conocía… y sin conocerte no van a pagar una entrada para ir a verte en salas.

Volvamos al disco. Han sido, como hemos hablado, cuatro años sin sacar un largo. Sin embargo, una vez se estrena el álbum, ya conocemos seis canciones.

Aleix: No sabíamos cuál escoger.

Joan: Era como blanco o negro, era sacar seis singles o no sacar ninguno. Y como no nos poníamos de acuerdo, como podíamos ir probando, así lo hicimos… Nunca sabremos si fue una buena decisión o una mala decisión (risas).

Antes hablabais de que las colaboraciones que hacéis las escogéis porque las sentís. En este nuevo trabajo, son muy eclécticas. Pasáis de Amaral a Gorka, de Berri Txarak, pasando por un coro góspel. ¿De qué manera estos tres artistas tan distintos se relacionan con vuestra forma de entender la música?

Aleix: Hoy leía una entrevista que le hacían a Jaco Pastorius, el famoso bajista, en la que le preguntaban qué consejo le daría a los músicos jóvenes y mayores, da igual la edad, y decía: “que tengan la mente abierta. Yo, cuando llegué a Nueva York, la gente solo quería tocar jazz. Y yo pensaba: pero por qué, si tenéis el rocanrol, el blues, el funk… Hay mil estilos que se podrían mezclar”. Creo que una de nuestras grandes virtudes es que tenemos la mente muy abierta en lo que a música se refiere. Y creo que Casa Linda es un gran ejemplo de ello. Es lo que nos da vidilla: tener esa sensación todo el rato de que todo es posible y que de repente puede pasar algo que nos sorprende a nosotros mismos. Es con lo que jugamos. Y también somos dos, así que tenemos que encontrar nuevas maneras de sorprender y hacer que todo sea más dinámico.

Joan: Estos artistas forman un triángulo en el que nosotros podríamos estar en medio moviéndonos con un pie en cada lado. Gospelians es un coro amateur, y son de Girona. Está Amaral, con una carrera estratosférica, canciones mega pop bien hechas, súper hits. Somos súper fans de todo lo que han hecho. Luego está Gorka, que es como el sinónimo de independencia y de llevar la carrera como él ha querido cuando ha querido. Yo creo que esas tres patas podrían ser un buen estandarte de Casa Linda.

 

De ahí también me surge la duda de cómo habéis integrado todas las influencias de este disco. Tenéis una lista de reproducción en Spotify con las referencias del álbum y he encontrado gente muy variopinta: Avril Lavigne, Olivia Rodrigo o hasta Kase O. Me resulta difícil vislumbrar de qué manera esas referencias tan distintas entre sí luego se ven reflejadas en el resultado final.

Aleix: Es difícil de decir, porque al final tú te haces tu mapa mental de las cosas que te gustan. Hay canciones en esa lista que lo que nos atrae de ellas es una sensación. No es ni un acorde, ni un arreglo, ni una melodía, ni una letra, sino simplemente una sensación. Y nos guiamos bastante por eso. Al final, creo que en Casa Linda hay un abanico bastante amplio de sensaciones… y es gracias a que nuestra paleta de influencias ha sido muy amplia.

Es cierto que es una paleta muy amplia de sensaciones, pero creo que a su vez es un disco muy Cala Vento, muy rockero. Aunque también sorprende: el álbum acaba con dos canciones muy rompedoras: un acústico precioso con un mensaje muy reivindicativo, como es “Casa Linda” y, sobre todo, “Conmigo”, en la que aparcáis las guitarras, vuestro signo de identidad. Rompéis totalmente con lo que nos tenéis acostumbrados.

Joan: Sale un poco de intentar divertirnos, de decir “hostia, esta canción que nació como acústica y voz, que es “Conmigo”, vamos a transformarla en algo que podamos hacer luego en directo dándole el play”, clarísimamente en esa dirección de cerrar un concierto y un disco. Pura diversión. Con este disco hemos tenido cero prejuicios. Teníamos la tranquilidad, no sé muy bien por qué, de que a la gente que nos sigue le daría un poco igual lo que hiciéramos, porque al final hemos intentado tener siempre un trato muy cercano a la peña que nos escucha. Yo creo que nos conocen lo suficientemente bien como para identificar que nos estamos divirtiendo y que estamos haciendo cosas que nos gustan. A lo mejor hay gente a la que no le mola tanto, pues no sé, pueden escuchar los discos anteriores y esperar a que salga uno que le mole más. Teníamos esa tranquilidad y por eso mismo hemos podido hacer realmente lo que hemos querido sin pensar en ningún momento qué pensaría la peña.

Aleix: Salir por la tangente es algo que nos encanta y hay varios pequeños detalles en este disco que si los ves, si lo miras de primeras, no tienen ningún tipo de sentido, como “Conmigo”. Otro ejemplo es el bombo a negras súper contundente al final de “Equilibrio”, para pasar del final del estribillo a esa parte acústica. Él dijo: “voy a poner aquí un bombo, TUM TUM TUM”, pero no tiene ningún sentido aquí… Y tampoco tiene ningún sentido que de repente en una canción de rock haya un coro de gospel. Son cosas que nos divierten y que creo que también marcan nuestra identidad.

Joan: Aparte, somos dos personas y repetirnos haría que el grupo se terminara. Obviamente, al final también es una excusa, ¿no? Poderme comprar unos congas y unas percusiones y decir “va, en este disco se juega con esto, así en directo puedo tocar alguna cosa más».

Ángel, el autor de la foto que ilustra esta entrevista y acérrimo fan del dúo, no puede evitar intervenir:

Es que se nota. Yo he escuchado todos vuestros discos y se nota la diversión. Y eso se agradece. El cómo estáis produciendo, cómo lo estáis montando… Se nota que vais a vuestro rollo y que lo hacéis como queréis.

Joan: Eso es algo que no teníamos nunca en cuenta y que ha costado, después de unos cuantos años. Todo el mundo nos lo dice, “buah es que lo hacéis como os da la gana, a vuestro rollo”, pero al final es algo que nosotros hemos hecho de manera natural y que ahora la gente se da cuenta y nos lo pone en valor. Y es como, joder, gracias, peña, porque realmente son decisiones muy importantes de la carrera de un grupo. Es lo que has dicho: a lo mejor Cala Vento podría estar en una multinacional, ganando dinero y tocando en el WiZink, pero así estamos bien… y si tiene que pasar, ya pasará, pero a nuestra manera.

Me da curiosidad saber cómo vais a trasladar tantos sonidos al directo.

Joan: Lo conseguimos bastante bien, eh, voy a aquí a tirarme un poco de flores, porque yo tampoco las tenía todas conmigo, aunque hay alguna cosa que es imposible porque nos faltan manos, nos faltan extremidades (risas). Pero yo creo que hemos intentado estar bastante cerca de lo que está en el disco y creo que está bastante bien.

De nuevo, Ángel:

Mientras producíais el disco, ¿cómo se os ocurrían esos pequeños detallitos de producción? ¿Los pensabais previamente o poco a poco ibais pillando el rollo?

Joan: Yo creo que lo guay de tener un estudio ha sido eso, que hemos podido producir los detalles y teníamos todo el tiempo del mundo para hacerlo. Por ejemplo, la intro de “Más que satisfechos” está grabada en acústico, con unas percusiones, con los coros de las percusiones, con un sinte por ahí… Eso es porque hemos tenido nuestro estudio y tiempo. En un estudio al que vas diez días, no puedes gastar tres o cuatro en crear eso.

Aleix: Ha habido algo en este proceso que ha sido clave: ir a grabar con varios productores a distintos estudios y luego llevarnos las pistas a nuestro estudio, montarlo en el ordenador para grabar las voces y, en ese proceso, empezar a darle una segunda capa de trabajo. Incluso cambiamos cosas de estructura que habíamos probado en el estudio y que no nos convencían. «Aquí faltaría grabar un subgrave; aquí, este arreglo de percusión; aquí, tal». Pusimos el toque final a todo y eso no lo habíamos podido hacer hasta ahora.

Joan: Y algo que no hemos pensado durante la grabación es cómo haríamos luego eso en el directo.

Aleix: Sí, pero ya con “Balanceo” nos quitamos esa limitación.

 

Eso mete miedo a la hora de grabar.

Aleix: Sí, claro. Sería imposible haber compuesto una canción como “Equilibrio” o “Ferrari”, por ejemplo, pensando en el directo.

Joan: Es que, al terminar el máster de “Equilibrio”, cuando sale de fábrica, es una canción que nunca hemos tocado juntos. Nunca la hemos ensayado.

Aleix: Es creación pura de estudio.

Joan: “Ahora me grabo esta parte que Joan está en no sé dónde y luego cuando él vuelva se graba la batería. Luego, metemos esta guitarra, luego estas percusiones…” Todo por capas y, de repente, termina la canción y decimos “Hostia, ¿y esto ahora cómo lo tocamos? (risas).

¿Y qué tal la primera vez que la tocasteis juntos?

Aleix: Hostia, fatal, fatal.

Joan: Un cristo. Porque el ritmo de la guitarra no va con la voz, se han compuesto en momentos distintos…

Otro ejemplo es la línea de bajo de “Ferrari”. Youth, que es bajista, preguntó si podía grabar el bajo e hizo una línea que yo no puedo hacer [en directo]. Normalmente los bajos de Cala Vento siempre los pensamos para que yo los pueda hacer mientras hago el resto, pero en esa canción es imposible. En otro momento, igual habríamos cogido ese bajo, lo hubiéramos borrado y habríamos grabado uno más sencillo que podríamos tocar en directo. Pero fue como “no vamos a borrar el bajo de Youth, o sea, el puto bajista de Killing Joke. No podemos hacer eso” (risas).

Ha habido un cambio de productor, pero ¿en qué más ha cambiado Cala Vento de “Balanceo” a “Casa Linda”?

Joan: Son cuatro años. Son muchas cosas: las influencias han cambiado, la forma de tocar ha cambiado, la exigencia ha cambiado, la autogestión…

Aleix: Lo más relevante es que nos hemos sentido muy refrendados por nuestro público, sobre todo por lo que decía: nos hemos quitado mucho prejuicio de encima y esto se puede ver en el resultado de las canciones, en nuestra convicción de cómo hacemos las cosas, en la idea de hacer una newsletter o la ticketera… Hemos insistido en el proceso de independencia de Cala Vento, lo hemos llevado más al extremo. También en las letras: nos hemos preocupado menos y hemos ido más al grano, a decir lo que queríamos decir con más seguridad. Hemos ganado tranquilidad en general y eso se nota mucho. Pero por otro lado, como ya hace mucho tiempo que hacemos esto, tenemos ciertos vicios con los que a veces cuesta convivir o cosas que igual no te hacen tanta ilusión como te hacían antes y dices “¿pero cómo coño no me va a hacer ilusión esto si es la hostia?” Pero cuando has tocado ya no sé cuántas veces en un sitio, ya no te hace la misma ilusión… y es lo más jodido de llevar.

Creo que Casa Linda es vuestro disco más reivindicativo… o, quizás, el más directo.

Joan: Sí, es el más directo.

¿Sentís que tenéis esa misión, que se os ha otorgado en ocasiones desde la crítica de ser voz de una generación un poco abatida y desencantada?

Joan: Yo creo que nunca nos hemos sentido responsables de ser esa voz. Lo que pasa es que sí, que en este disco, y va un poco ligado con lo que decía Aleix de los prejuicios, nos hemos desnudado un poco más. En Balanceo había mucha crítica, pero más maquillada o camuflada en las letras, por decirlo de alguna manera. Pero este disco habla más directo.

Aleix: Tampoco nos debemos mucho a lo generacional. Gracias a la música nos hemos empezado a relacionar con gente que no es de nuestra generación y entonces todos nuestros inputs y nuestra idea del entorno es mucho más transversal. También nuestro público es súper heterogéneo y al final nuestras canciones van dirigidas a él. La verdad es que ahora que trabajamos en el sello con bandas que tienen un componente más generacional como Yawners, por ejemplo, o Biznaga, nos intentamos poner en esa tesitura, así que no te sabría decir muy bien si realmente somos muy generacionales… o cero.

 

Pero “Tu lugar” [sobre la imagen que damos en redes sociales] y “Casa Linda” [sobre el problema de la vivienda], por ejemplo, hablan de problemas recurrentes que tenemos los jóvenes de hoy en día. Quizás lo hacéis sin intención porque es lo que os preocupa a vosotros también…

Aleix: También creo que estamos en un punto en el que los problemas de nuestra generación ya están empezando a contagiar las generaciones pasadas.

Joan: Ya no es problema solo de los jóvenes el no encontrar piso.

Aleix: De hecho, el otro día escuché que el tema que más preocupa a la sociedad española es la vivienda… y nadie está hablando de vivienda.

¿Echáis de menos más reivindicación por parte de la música española y, en concreto, de los que se hacen llamar “indies” o alternativos?

Aleix: No, que reivindique quien quiera reivindicar. Al final en la música cada uno es libre de hacer lo que quiera y tampoco creo que que solo haya que reivindicar en la música. Creo que estaría bien que la gente lo hiciera independientemente de si se dedica al arte o a la creación, sino que lo hiciera en su día a día, a su manera. No hay que cargar siempre con eso a los músicos. Si nosotros en el siguiente disco no queremos reivindicar absolutamente nada, pues que tengamos la libertad de hacerlo. Creo que ya hacemos mucha reivindicación con nuestra manera de hacer las cosas: lo que hacemos en el sello y cómo tratamos nuestra actividad artística, que eso también es importante. A fin de cuentas, también creo que es un punto de reivindicación no tan lírico, ni tan poético, pero que también tiene su poso.

Dais mucha importancia a lo visual y lo gráfico. Lo vimos con la web que creasteis para presentar Fruto Panorama o con la película de tráilers de Balanceo. ¿De dónde viene esa estrecha relación con otras disciplinas artísticas y, sobre todo, lo audiovisual?

Joan: Desde mi punto de vista, un grupo de música tiene que hacerlo bien todo. Al final todo lo que sea arte, que salga de ti o que sea tu imagen, ya sean fotos, portadas, diseños, vídeos… Todo lo que tenga que ver con la música tiene que estar cuidado. El merchandising, también. Yo he estudiado audiovisuales y al final tengo una relación muy estrecha con todo esto, porque es algo que me gusta mucho.

Aleix: Aparte de que nuestros referentes musicales siempre han sido grupos o artistas que lo han cuidado mucho, emana mucho de nuestra formación. Yo soy arquitecto y cuando presentaba mis proyectos, no solo me valoraban que la estructura del edificio estuviera bien, sino también que el documento que estaba presentando, el plano, que fuera bonito y que la presentación estuviera acorde con el proyecto que estaba presentando.

Joan: Aparte, además, también viene de la vocación DIY (do it yourself) de tener que estar en todo el proceso. Si pudiéramos, ya tendríamos una fábrica propia de vinilos, que no la tenemos porque cuesta mucho dinero (risas).

Lo pasaréis mal cuando algo se escapa de vuestro control…

Joan: Se pasa mal al principio, pero luego se pasa bien. Por ejemplo, ahora estamos haciendo el diseño de luces para el show y lo pasamos mal al principio por no formar parte de la fabricación de esas cosas. Luego dices “bueno, a ver, que me estoy quitando cosas encima, también está bien”. O sea, hay que aprender a no estar en todos lados.

¿Dónde veremos el toque audiovisual en Casa Linda?

Joan: Hay una intención, no sé cómo materializarla aún, de hacer algo especial en la gira de salas. No te puedo adelantar nada porque no sé aún cómo será (risas).

Y ya hay fechas para esa gira, pero… ¿habrá Riviera?

Joan: Habrá Riviera. Hay que quitarse la espina de hacer una Riviera sin la gente sentada (risas).

 

Próximos conciertos Cala Vento

24/06 – MADRID – FESTIVAL TOMAVISTAS
27/06 – LEÓN – FIESTAS DE SAN JUAN Y SAN PEDRO
07/07 – BARCELONA – FESTIVAL CRUÏLLA
08/07 – BILBAO – FESTIVAL BBK
22/07 – PALAFRUGELL – FESTA MAJOR
27/07 – MAÓ – ES CLAUSTRE
28/07 – PORRERES – MOBO FEST
25/08 – OLIVENZA – CONTEMPOPRANEA
26/08 – MANRESA – FESTA MAJOR GUIRIGALL
31/08 – MÁLAGA – CALA MIJAS FEST
01/09 – TBA
23/09 – OURENSE – COSTEIRA SONORA
06/10 – LLEIDA – CAFÈ DEL TEATRE 
07/10 – TOLEDO – ERATO FEST
08/10 – CASTELLÓ – SALA TAL
14/10 – TBA

19/10 – VALLADOLID – SALA PORTA CAELI
20/10 – SANTIAGO DE COMPOSTELA – SALA CAPITOL
27/10 – TBA
10/11 – ZARAGOZA – SALA LAS ARMAS
11/11 – SALAMANCA – SALA CAMELOT
17/11 – VALENCIA – SALA MOON
18/11 – ALICANTE –  SALA MAGMA
01/12 – TBA
08/12 PALMA DE MALLORCA – SALA ES GREMI
15/12 – TARRAGONA – SALA ZERO
16/12 – GRANADA – SALA EL TREN
22/12 – GIRONA – SALA LA MIRONA

2024

19/01 – TBA
20/01 – GIJÓN – SALA ACAPULCO
26/01 – MURCIA – SALA REM
27/01 – TBA
03/02 – BARCELONA – SALA PARAL·LEL 62
04/02 – TBA
09/02 – TBA
10/02 – DONOSTI – SALA DABADABA
15/02 – CÓRDOBA – SALA HANGAR
16/02 – ALMERÍA – SALA BERLIN CLUB
17/02 – SEVILLA – SALA X
24/02 – AZPEITIA – CC SANAGUSTIN

Entradas en su web.

Escucha Cala Vento – Casa Linda

 

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