Entrevistamos a Nudozurdo, que vuelven con ‘Clarividencia’
Con motivo del sorprendente, y anhelado por muchos, regreso de Nudozurdo, con una nutrida agenda de conciertos en sala por delante (entradas aquí) y publicación de nuevo trabajo, Clarividencia (24, Sonido Muchacho), tuvimos la oportunidad de charlar con Leo Mateos y ahondar en su siempre sugerente y particular universo personal.
“Siempre he entendido que la misión del artista debe ser contar su propia verdad”
La primera pregunta es casi obligada. ¿Por qué era el momento de resucitar a Nudozurdo?
Hace un año y medio empecé meditar la vuelta. Cuando nos separamos sentí que habíamos perdido algo de chispa e ilusión. Pero poco a poco empecé a sentirme a gusto con todo lo relacionado con Nudozurdo y a pensar en hacer un disco.
Si la memoria no me falla, la formación con la que regresa la banda es idéntica a aquella con la que disfruté alguna vez de los directos con el trabajo publicado bajo tu nombre. ¿Tuviste siempre claro que esta era la formación adecuada para la vuelta de Nudozurdo?
Fue un proceso natural según trabajábamos. Volví a sentir esa comunidad creativa y el paraguas de un grupo. Llevábamos tiempo tocando juntos y estaba muy contento con la química musical y humana que habíamos creado.
¿Qué diferencias y por qué motivo esta formación era la adecuada para grabar con el nombre de tu banda madre?
Desde un punto de vista musical, creo que es una de las formaciones más creativas y equilibradas en muchos aspectos.
¿Ha existido alguna diferencia a la hora de grabar estas canciones bajo el nombre de Nudozurdo a las que hubo, o hubiera habido, si llegas a grabar un nuevo disco bajo la etiqueta de Leo Mateos?
Habrá un nuevo disco de Leo Mateos, pero seguro que será diferente al primero. Probablemente será en un formato reducido y con pocos elementos musicales. Suelo funcionar por contrarios. Cuando salgo de un disco con una determinada energía o estilo voy buscando algo diferente que me estimule. Cada vez gasto más energías en los discos porque voy abarcando más experiencia que pongo en práctica: desde el primer boceto de la canción, pre-producción, ensayos, grabación, mezcla, masterización etc. así que suelo salir un poco atrapado del disco. Es un proceso de obsesión temporal.
¿En algún momento llegaste a barajar que estaba más cerca un segundo disco de Leo Mateos que uno de regreso de Nudozurdo?
No, aunque fue un proceso gradual, desde el principio ya trabajamos con la idea de hacer un disco de Nudozurdo.
Creo que tiene que ver con estar rodeado de buenos músicos, con buenas ideas, un código ético y empezar a levantar las canciones.
Mi disco en solitario (como Acuario) son trabajos donde, quitando las baterías, grabo todos los instrumentos. Es un trabajo bastante exigente. Pero no creo que sostenible en el tiempo, además de solitario. Pero después de estar 20 años en una banda, lo necesitaba.
¿Fue condición sine qua non que hubiera disco nuevo para volver a desempolvar el universo Nudozurdo en directo?
Condición tampoco, pero en este caso sabía que podíamos hacer un buen disco. De todas formas, no me parece mal que haya bandas que vuelvan sólo por tocar. Si hay un buen repertorio y gente que quiere escucharlo, es más que suficiente.
Algunos regresos de bandas se cuajan en torno a aparecer en los carteles de diversos festivales nacionales. Sin embargo, ese no ha sido vuestro plan, anunciando una nutrida agenda de conciertos por España, lo cual me parece algo valiente y totalmente coherente con vuestro espíritu. ¿Fue otra decisión meditada y firme?
Si, queremos tocar mucho en sala. El mundo de los festivales se está convirtiendo cada vez más en una discoteca “indie” con diferentes y extrañas repercusiones en el directo de sala. Estoy esperando un buen libro con datos que hable de todo esto. Si las condiciones para tocar en los festivales son buenas se tocará, si no, seguiremos con nuestro plan de salas.
¿Cómo ha influido vuestro fichaje por el sello Sonido Muchacho a la hora de regresar?
Desde el principio sabía que era el sitio ideal. Tienen un entusiasmo contagioso y eso fue muy importante. Es muy agradable ver gente joven y bastante preparada con ganas de seguir haciendo cosas nuevas dentro genero de guitarras.
Háblame un poco del proceso de creación y producción de vuestro nuevo disco, Clarividencia.
Han sido en 6 meses de preparación del disco. Lo hemos grabado en directo en unos pocos días en una sala muy grande. Todos dentro. Después nos hemos ido a hacer las grabaciones de guitarras a un estudio que tiene un montón de guitarras y amplis vintage. Se lo mandamos a Paul a Inglaterra, donde lo ha mezclado a su aire. Ha sido muy sencillo trabajar con él. Le ha dado un acabado espectacular. La masterización la hizo JJ Golden que respeta mucho las mezclas y retoca lo justo.
¿Qué diferencias y qué semejanzas podemos encontrar entre los Nudozurdo de 2023 y aquellos que echaron a andar a principios del siglo XXI?
Pues imagínate. Aquellos tres músicos que echaron a andar con Nudozurdo no tenían ni idea de cómo funcionaba la industria musical, tampoco les interesaba y grabar un disco en tiempo record fue una de esas cosas que veíamos casi irrealizables. Recuerdo querer grabar ese disco con la mente puesta en el directo. “Que el disco suene como sonamos en directo”. Sin filtros. Apenas hay pistas con arreglos.
Era una visión muy idealista, y quizá muy hermética de la música y de la vida. Lo vivíamos todo con mucha intensidad. Guardo muchos recuerdos muy especiales de aquella época. Éramos una familia que descubría el mundo.
Siempre me ha fascinado tu universo lírico. Esas potentes imágenes simbólicas que transmiten una percepción en el oyente casi magnética y obsesiva. ¿Sigue siendo la experiencia personal y su poso el principal aliciente a la hora de componer?
Gracias. Pues es curioso porque en mi caso, las letras van después de la música. Mi primer impulso es más universal. La música es el lo primero y lo que me lleva a escoger las palabras después. Las letras me suponen cada vez más esfuerzo porque te desnudas más, eres más consciente de todo y se ven más las costuras. Un acorde es un acorde. Más impersonal y, por tanto, más universal. Pero con las letras viene todo un trabajo más concienzudo de estilo. Tienes un millón de puertas que abrir con cada elección de cada palabra. Me sigue pareciendo importante qué mostrar de mí y, sobre todo, si soy capaz de ser un espejo fiel de lo que soy o de lo que creo ser. Intento conseguir lo que admiro de otros autores; ser capaz de transmitir la persona detrás de una estética. Aún así, sigo disfrutando del proceso y sí, la experiencia personal es lo único que me guía. Es el instinto del cazador. Te dejas llevar por aquellas cosas que te resuenan con más intensidad o hacen conexión en tu cabeza. Aunque hable de otros sólo me fío de mis sensaciones.
¿Cómo afecta la desintegración del mundo más instintivo, primario y sensitivo en un grupo tan al filo como vosotros a la hora de encontrar la inspiración?
No sé si estoy muy de acuerdo en que el mundo primitivo e instintivo está desapareciendo. Es verdad que convive extrañamente bien con un mundo superficial, pero desde que la publicidad empezó a funcionar, y la política lo ha ido puliendo, el mundo se ha vuelto más y más visceral.
En este disco se han colado aspectos ecológicos o referencias animales que no estaban en el guión. Imagino que eso también es una manera de intentar aportar desde el juicio crítico a una sociedad ensimismada e individualista
Otra seña de identidad básica de la banda ha sido vuestra tendencia a ubicaros en los márgenes, en mostrar el estandarte del peligro, la amenaza y las consecuencias de zambulliros en experiencias vitales extremas como el libro de estilo y constitución de Nudozurdo. ¿Sigue siendo así? ¿Cómo afecta vital y artísticamente envejecer a la hora de hacer un arte tan basado en la implicación de entrañas en su escritura?
Siempre he entendido que la misión del artista debe ser contar su propia verdad.
Ahora que la música se ha convertido en un bien de consumo esa parte se está perdiendo. Se pierde porque puede incomodar hablar de aspectos relacionados con nuestra contradictoria y a veces oscura condición. Vende menos en una sociedad hedonista y especialmente burguesa como la nuestra.
Ahora me interesa hablar de los mismos temas pero usando un abanico estilístico más amplio. En este disco he pretendido que las letras se te escaparan de entre los dedos. Como cuando giras la cabeza pero ya no encuentras lo que buscabas. Huir de la exactitud para llegar a la esencia de algo.
Hay una nueva generación de bandas (se me ocurren algunas como La Plata, Mausoleo, Nueve Desconocidos o Menta, incluso) en parte bastante influidas o al menos con posibilidad de ser adscritas al universo Nudozurdo. No sé si consideráis que habéis podido influir de una manera más o menos clara en toda esa escena, si os consideráis referente.
Puede ser. Es difícil saber de dónde beben las bandas. Es verdad que cuando salió Sintética había mucha gente mirando hacia nosotros. No hacíamos nada nuevo pero canciones oscuras, un sonido cuidado, incluso partes habladas de voz son cosas que estaban a lo mejor más aletargadas o que vivían por separado.
Vuestra desconfianza y posición incómoda para/con la industria y el circo montado en torno al (ay) “universo indie” ha sido seña de identidad del todo deliciosa para mi persona. ¿Seguís con la escopeta cargada contra el infecto mundo caricaturesco, mediocre, inofensivo y clónico que representa?
Bueno, hemos sido críticos con las partes mediocres de este sistema pero no todo es malo. Además formamos parte de ese sistema. España sigue siendo un país con mucha cosecha musical. Otra cosa es qué tipo de grupos potencien los sellos o la audiencia que se fomenta.
Para terminar, me gustaría como fan que me dieras una pequeña definición de lo que significan, cómo nacen o qué ocultan algunas de mis canciones favoritas de vosotros.
Dentro de él.
Recuerdo acabar de componerla, salir del ensayo y sentir que habíamos hecho una canción de verdad. Esa sensación de que si mañana se acaba todo por lo menos has tachado esa cosa de la lista de deseos. La letra me sigue pareciendo un la laberinto bien construido.
Kamikaze.
Nace de un riff de guitarra en una parte del mástil donde me gusta mucho componer. Siempre me han gustado las canciones que pasan de mayor a menor creando movimientos de tensión en la escala. Tardamos un buen tiempo en conseguir el sonido del sinte. Me parecía importante conseguir en la intro un sonido que, poco a poco, te fuera metiendo en la canción. La letra está inspirada en una historia real de un amigo. Un auténtico kamikaze.
Conocí el amor.
Surge de un riff muy sencillo. César, el que era nuestro guitarra por aquel entonces, grabó la batería (dándole un aire amateur muy chulo) y yo hice las dos guitarras. Lo interesante de la mezcla son lo altas que están las dos guitarras. Sobre todo la que funciona como colchón por debajo. Hay algo inconsciente y primitivo en ese tipo de decisiones que rozan lo irresponsable y que me alegra haber tomado.
Chicopromo.
La idea de la canción es muy antigua. Una amiga me contó que había oído llamar a alguien “Chicopromo” a toda esa gente que viste con ropa corporativa gratuita. El término era despectivo pero a mí me interesaba como idea universal. La encrucijada de vendernos en el día a día. No sólo en nuestros trabajos, sino como personas que venden, seducen e intercambian afectos.
Semillas Nuevas.
Una de mis canciones preferidas del repertorio. Ese disco está compuesto en el campo y creo que refleja un universo sensual y frágil. Se nota también que el punto de partida de esas canciones son sintes u órganos tipo Hammond. Se aleja de la fórmula clásica de canción de guitarras. Todo el disco está grabado en cinta y con equipo vintage. La idea era crear un espacio acústico donde te pudieras quedar a vivir.
Úrsula hay nieve en casa.
Éxito inesperado. Creo que en parte se debe a su estructura clásica y unos buenos arreglos que se hicieron a la antigua usanza, en el estudio, sin mucho tiempo. Puede entenderse como una canción de desamor pero creo que el desencanto del grupo y la industria están de transfondo.
Angel Genetics.
Canción antigua rescatada de las sesiones de Tara Motor Hembra aunque trasformada en algo diferente. Me gusta como flota toda la canción. Mi idea era hacer una de esas canciones que contiene dos partes diferentes y jugar hasta conseguir un puente estimulante.