Entrevistamos a Chuck Prophet
Con mucho vivido, Chuck Prophet podría ser uno de los tipos más auténticos de la escena más o menos clásica del rock americano. El ex Green On Red sigue en la brecha, publicando discos tan redondos como Bobby Fuller Died For Your Sins (2017) y girando sin descanso. Charlamos con el vocalista en una interesante entrevista que sirve como previa ante una gira que, de los días 10 al 15 de noviembre, recorrerá las ciudades de Barcelona, Valencia, Bilbao, Madrid, A Coruña y Gijón.
¿Qué hay de inédito en este disco? ¿Qué tiene “Bobby Fuller Died For Your Sins” (2017) que no tenga ningún disco anterior de Chuck Prophet?
Este disco se apoya mucho en la música de guitarras. Y Bobby Fuller fue una inspiración. Me identifico con Bobby Fuller. Me relaciono con él a muchos niveles. Para cuando The Bobby Fuller Four lograron llegar a California persiguiendo el ‘Sueño Dorado’, eran representantes del estilo de los años 50 en un mundo donde The Beach Boys habían explosionado y mandaban The Beatles y The Byrds. Estaban fuera de onda. Fuera de época. Mi primer contrato discográfico lo obtuve en el punto álgido del grunge, y cuando la discográfica escuchó el disco que les entregué dijeron: ‘¿Qué es esta mierda?’. Yo también estaba fuera de onda. Fuera de época.
“Tuve mi primer contrato discográfico en el punto álgido del grunge, y en el sello me dijeron: ‘¿Qué es esta mierda?’”
Creo que “Bobby Fuller Died For Your Sins” (2017) parte de cierto sonido clásico (rock tradicional americano) y desde ahí consigue sonar tremendamente fresco y vigente… ¿Dirías que estás en un momento compositivo especialmente bueno?
Sí, diría que estoy bien posicionado. Sé que todos vivimos en un momento de agotamiento cultural. Muchas cosas parecen estar llegando a su fin. Pero yo no estoy agotado.
Es además un elepé variado en sus formas, que incluye sencillos evidentes (“Bad Year For Rock And Roll”, la propia “Bobby Fuller Died for Your Sins” o “Killing Machine”), pero también otro tipo de canciones alejadas de esa inmediatez ¿De dónde viene esa variedad en el disco? ¿Qué ha motivado las canciones de este álbum?
Cada canción es como una película. Intento elegir los personajes correctos para protagonizarlas. Hay tanto ahí fuera… inspiración para aburrir si estás alerta. El título del disco rinde homenaje al legendario cantante de «I Fought The Law», que es la encarnación del ‘California Noir’, donde la celebridad, la muerte y la desilusión del sueño de California se cruzan. Historias de amor condenadas, soledad y violencia vertiginosa recorren todas las canciones.
En el disco también hay algún corte más cercano a la americana pura como la sentida “Open Up Your Heart”, o una joyita pop como “Rider Or The Train” ¿Qué puedes decirme de esas canciones?
Estuve escribiendo «Rider Or The Train» durante un largo período de tiempo. Se remonta a cuando estaba en la calle. A cuando estaba drogado con heroína y crack en los 90. Algunos de los personajes de la canción son personas reales. Un día allí estuve yo: escribiendo junto a ellos. Gritando a las paredes. Un día la canción terminó de salir, rebotando por la habitación. Me gustó. Y poco después grité ‘I hear that record crackle, the needle skips and jumps’ y entonces también salió ‘Bobby Fuller Died For Your Sins!’ ¡Sí! Fue un buen día. «Open Up Your Heart» también fue muy fácil de escribir.
¿Y qué hay de la provocativa “Jesus Was A Social Drinker”?
Jesús parece un personaje con el que podría haber sido divertido compartir un trago. Una de esas grandes cervezas que tenéis en España. Delante de la que se reúnen seis adolescentes con pajitas. Los británicos siempre son borrachos feos. Nunca me he encontrado con un borracho feo en España.
A primera vista (y por coordenadas estilísticas) no hubiese dicho que fueses un gran fan de Suicide, y sin embargo homenajeas a Alan Vega en “In The Mausoleum (For Alan Vega)”…
Me encanta su acorde electro-rockabilly. Siempre me ha encantado. Le echo de menos. Fue una gran inspiración. Podía hacer más con un acorde que la mayoría de la gente con toda su vida. Y sí, la canción es un tributo…
¿Qué te aporta trabajar junto a tu banda The Mission Express? ¿Da seguridad contar con una formación asentada y cómplice detrás?
Algunas noches podríamos ser la mejor banda del mundo. Siento que hacemos algo. O al menos, que intentamos cualquier cosa.
Me gusta la producción del disco: creo que aumenta la pegada del conjunto pero también el atractivo innato de las canciones ¿Cómo se enfocaron esas tareas de producción?
No te sabría decir en términos de producción. El objetivo era hacer Rock & Roll. Todavía me habla. Me refiero al Rock & Roll. Y es lo que uso para mi propia expresión personal. Grabamos en un viejo estudio donde en su momento grabó la Creedence. En cinta. Una cosa es tener algo que decir y otra distinta la manera de decirlo. Así que en mi caso siempre he recurrido a la música de guitarras. Pero te aseguro que he buscado diferentes sonidos a lo largo de los años.
En las canciones hay instrumentación expeditiva, pero también mucha melodía, inquietud a la hora de dar forma a las composiciones, y una interpretación vocal más sugestiva y cuidada ¿Cómo se juntan todos esos aspectos y en qué dosis para conseguir un resultado equilibrado?
La música encajaba bien con las canciones. Sólo escucho lo que las canciones me dicen. E intento no arruinarlas. Añadiendo demasiado, por ejemplo. En definitiva, las palabras deben tener algo de peso, pero también deben poder sentirse. Sin embargo, cuando vas más allá nunca deben convertirse en una distracción. A veces son las palabras las que llevan a una canción. Y otras veces son invisibles.
No hace demasiado también firmaste otros discos que me parecen magníficos de principio a fin: “The Age Of Miracles” (2004) y “Temple Beautiful” (2012) ¿Cómo percibes ahora esos trabajos?
Todavía toco muchas canciones de esos discos ¡Todavía aguantan!
¿Te consideras un veterano o incluso un icono del sonido pop-rock con tradicional ADN americano?
Algunas noches me siento como el último en el bar. Supongo que soy un veterano. Pero, todo sigue resultando fresco para mí.
¿Han pensado en algún momento en resucitar a Green On Red?
Creo que es una gran banda. Nunca cerraría la puerta a volver a estar juntos.
«Solo escucho lo que las canciones me dicen. E intento no arruinarlas. Añadiendo demasiado, por ejemplo. En definitiva, las palabras deben tener algo de peso, pero también deben poder sentirse»
Hay algunos nombres con lo que se te suele asociar de una u otra manera: Tom Petty, Bruce Springsteen, Jeff Tweedy, Elliott Murphy, Steve Wynn… ¿Con qué artistas te sientes tú más identificado y por qué?
Alex Chilton fue un héroe para mí. Y adoro la música que tenía alrededor cuando crecía. El Power-pop. The Plimsouls. The Groovies. El disco «Dreaming My Dreams» de Waylon Jennings fue grandioso para mí. Es un disco que tenía un sonido concreto. Y un punto de vista. Creo que los grandes son los autores. Eso incluye también muchas cosas de Bowie. Richard y Linda Thompson. La lista continúa… Nick Lowe, Alan Vega… The Rubinoos.
Imposible no preguntarte por el reciente fallecimiento de Tom Petty ¿Cómo ves su obra? ¿Qué se pierde con su muerte?
Sí, fue un joven enfadado. Y no, él no iba a cambiar. Pero era un romántico hasta la médula. Y tío, él podía llegar al hueso. Esa voz de gran corazón. Casi hogareña. Su estilo lacónico. Nunca perdió de vista el Rock & Roll que le inspiró a la hora de coger esa guitarra (o el bajo). Nunca se traicionó a sí mismo. Y raramente se daba baños de masas. Se guardó para sí mismo. Él siempre estuvo allí. Y si vivías en San Francisco, era una presencia constante. Volviendo a los días del KSAN (Nota del Autor: Emisora de radio americana). E incluso después de todos esos años, recuerdo haberlo visto con The Heartbreakers en la Super Bowl, y simplemente se quedaron allí: jodidamente parados y tocando sus canciones. Y fue muy emocionante. Son muchos recuerdos para mí. Nunca tuve a un Beatle… ¿sabes lo que quiero decir? Pero tuve a Petty. En frente y mostrándome cómo se hacía. Y la imagen de conducir por la autopista 5 cuando «American Girl» apareció en la radio y las lágrimas caían de los ojos de Stephie. Ella fue criada en base a promesas y sabía que había algo más en la vida. Es un mundo grande. Con muchos lugares para correr. Sí, y si tienes que morir en el intento, espero que lo encuentres lo que sea que estés buscando. Esa es una promesa que vale la pena mantener.
En términos de popularidad hay nombres en esa retahíla que he citado antes que han alcanzado mayor popularidad y éxito genérico que tú, mientras que por calidad creo que tú también lo merecías…
En este momento tengo que citar a Dylan: ‘Recuerdo todas las caras. De todos los hombres que me pusieron aquí’. Pensando en todos estos años atrás… cuando saqué mi primer disco, salió un artículo de David Sinclair en el Times UK donde se refería a mí como ‘un hombre con un gran futuro detrás’. «¡Upssss! Nunca olvidé aquello. Así que estoy agradecido de que la gente venga a los conciertos, escuche los discos y responda ante las canciones. Eso es lo que realmente soy. Ha sido genial. Incluso cuando apestaba.
Volverás a girar por España en breve, un país donde siempre has sido muy bien recibido ¿Qué vínculos te unen con este país?
Adoro España. Allí hay algo innatamente genial sobre el sabor del Rock & Roll. Como me gusta decir: vamos al lugar donde el Rock & Roll está vivo y goza de salud. Vamos al lugar donde cayeron los fascistas y los dictadores.
¿Qué clase de conciertos vas a ofrecer en tu próxima gira? ¿Qué debe esperar el público que asista a esos conciertos?
Si os gusta el Rock & Roll, golpearemos justo donde podáis sentirlo. Tocamos nuestras propias canciones, y algunas versiones bien elegidas. Y ofrecemos un espectáculo de rock and roll que te dará fe. Ese es el objetivo. Intento reenganchar al mundo con cada concierto. No estoy seguro de si el Rock & Roll puede hacer que la gente vote o sea más amable con los demás. Sólo estoy trasladando los cables de la batería al público, con la esperanza de mantener el circuito conectado. Simplemente no he encontrado nada que me impacte igual. Ni Instagram, ni Snapchat pueden acercarse siquiera a evocar ese sentimiento. Esa sensación que surge de juntar dos guitarras, bajo y batería.