Entrevistamos a Da Loma
Detrás de Da Loma se esconde David López, ex AR de RCA y capo del ya veterano sello Limbo Starr. Tras toda una vida dedicada de uno u otro modo a la música, el madrileño estrena ahora faceta como autor principal y publica El Espejo (Limbo Starr, 19), su debut en solitario. Un disco sincero en el que vuelca sin tapujos influencias, preferencias personales y vivencias, y sobre el que habla generosamente en la presente entrevista.
“Cuando estás feliz no sueles ir a por la guitarra, el papel y el bolígrafo”
¿Por qué era este el momento justo para debutar y publicar el que es tu primer disco?
No hay momento idóneo para llevar a cabo las cosas importantes. Y esto era algo importante, al menos para mí. No había planes. Nunca hay planes. Al menos para mí. Muy pronto descubrí que son una farsa, al menos los hechos a medio/largo plazo. Puedes planear coger un tren, un avión, aun a riesgo de perderlo. Pero lo demás… Los gobiernos cambian cada cuatro, ocho años, y cuando llega el nuevo desmantela lo hecho por el anterior sin ni siquiera ponerse de acuerdo en los asuntos esenciales. Volviendo a la pregunta, hemos publicado el disco cuando ha estado, sin tener en cuenta ninguna otra circunstancia y con la esperanza de que pueda escucharse en cualquier momento, de aquí a la eternidad e indistintamente de los ritmos de moda.
¿Estas diez canciones son recientes o han estado almacenadas durante tiempo esperando el momento idóneo para ver la luz?
Las ideas, estas y otras diez mil, sí estaban almacenadas. Y corrían el peligro de quedarse ahí, lo que hubiera sido una pena. Al menos para mí. Un día allá por 2015 me decidí a escucharlas y ahí fue cuando supe que tenía material suficiente como para darle forma y crear un álbum. Un disco, entendido como un conjunto de canciones unidas por un hilo invisible. Un disco. Un ÁLBUM. Suena sencillo, pero para mí es algo sagrado. Yo no sé lo que hubiera sido de mí sin haberlos tenido y podido disfrutar. Discos. ¡Esos discos!
¿Qué músicos te han acompañado en la gestación y grabación de “El Espejo”? Lo solido de la instrumentación es uno de los elementos destacados del disco…
Agradezco mucho tu consideración. “Sólido” me parece un calificativo bellísimo. Nadie me acompañó durante la grabación y gestación. Ha sido un proceso en la más estricta soledad. Duro, por cierto. Que hay cosas más duras en la vida, eh (ja). Lo he disfrutado por momentos, sobre todo ya en el proceso de mezcla trabajando con Rober; pero la composición, al menos como yo la concibo, es un asunto incluso doloroso, dándole vueltas a la cabeza durante meses en busca de la palabra más certera o el sonido idóneo. Pero siempre huyendo de buscar la perfección en la interpretación y preservando los aspectos humanos.
Las propias historias contenidas en las canciones resultan, por méritos propios, erguidas como protagonistas principales de la referencia ¿De dónde ha venido la inspiración para componer estos diez temas? ¿Qué te motiva o inspira a la hora de crear música?
Ese es uno de los mayores piropos a los que puede aspirar el fruto de este… trabajo. Las canciones siempre deberían ser las protagonistas, y como profesional siempre he insistido a los artistas en ese aspecto. Sí, en realidad digo muchas cosas en las canciones. Me gusta llegar hasta el final, o al menos lo más cercano. Honrar la canción y darle (sobre todo quitarle) lo que te pide. La inspiración ha venido de la vida, de mis propias vivencias. ¿Qué cosas te dejan huella? Pues las que te han dolido/marcado. También las placenteras, claro, pero eso queda más difuminado y, es un tópico, pero cuando estás feliz y a gusto no sueles ir en busca de la guitarra, el papel y el bolígrafo. Respeto a todo el mundo, faltaría más, incluso a quien escribe una canción pensando en que la audiencia potencial suba con ellos al cielo aupados por los fuegos artificiales y el confeti, pero eso no va conmigo, mucho menos como «autor/músico».
Creo que hay mucha honestidad en el revelado de estas canciones, tanto que en ocasiones terminan convertirlas en dardos afilados ¿Actuar bajo ese realismo era para ti una premisa básica al hacer el disco?
Muchas gracias. Esa era una de las premisas. Sin honestidad no hay nada. Lo de los dardos… Como mucho tendrían puntas de ventosa, como los que venden en el Decathlon. Si me he acordado de alguien en algún pasaje es porque tiene un espacio en mi corazón. Pero mi último afán en cuanto a las letras siempre fue… no contarle mi vida a nadie, sino contar vivencias que pudieran ser comunes. De hecho me preocupé de una manera consciente en que no hubiera géneros en las canciones.
Diría que otra de las virtudes del álbum es su coherencia y la fuerza del sentido conjunto que tiene el disco ¿Qué aspecto global querías que tuviese “El Espejo”?
Joder. Muchas gracias de nuevo. La coherencia es otro de los valores esenciales. Como te decía, mi anhelo era hacer un disco. Honrar a todas esas obras y artistas que han dejado un legado tan importante. Conseguir el “ambiente”, que creo que es una de las cualidades que más valoro en la producción. Tengo en mente el primero de la Velvet o de Pavement, discos que sigues escuchando después de tantos años y siguen estando vivos y, de paso, también haciéndotelo sentir.
“Mi afán último no era contar mi vida a nadie, sino vivencias que pudieran ser comunes”
Tus canciones me han recordado intermitentemente a artistas como Abraham Boba, Julio de la Rosa, Santi Campos u Ornamento y Delito. Y, de hecho, algunos de ellos han sacado sus propios discos en tu sello Limbo Starr ¿Sucede entonces que la cabra tira al monte? ¿Cuáles han sido tus principales referentes en “El Espejo”?
Qué honor. Regracias. Todos tenemos más o menos la misma edad y nos conocemos desde hace años. Tenemos un bagaje similar y las cosas que te marcan en esa edad comprendida entre los doce/catorce hasta los veinte son las que te definen y marcan tu criterio. Después siempre estás abierto y hay cosas que también te calan o detalles que vienen a ampliar esa mirada. Pero, en definitiva, si te ha recordado a ellos en algo será porque nos gustan (o disgustan) e inspiran cosas similares. Y en cuanto a los referentes, un millón, pero Lou Reed siempre en las venas.
El álbum también tiene un poso punk / post-punk evidente, además de un agradable regusto ochentero… ¿Esto de dónde viene?
¡Oh! Esto está suponiendo un agradable masaje para mi ego/alma. Para mí el punk es algo muy serio, entendido como una actitud ante la vida. Nada que ver con asuntos estilísticos. De ahí parte el “do it yourself”, el hazlo tú mismo, que siempre ha sido el motor que me ha movido a hacer las cosas de las que me siento más orgulloso. Y, sí, en los ochenta se produjo muy buena música y cultura pop en general, pero también muy mala, y cuando eres tan joven y absorbente (ja) todo eso va dejando un poso que luego no sabes por dónde va a salir. Por ejemplo, de los más contemporáneo me gustan mucho Beach House y LCD Soundsystem, y los dos son súper ochentas.
Diría que El Espejo (Limbo Starr, 19) es, en definitiva, una obra que expresa sin tapujos vivencias y opiniones personales… y que éstas tienen la propiedad de motivar cierto reflejo en el oyente ¿Buscabas despertar esa empatía áspera en el receptor de las canciones?
Claro. A todos nos gusta que las canciones digan cosas de nuestra vida, como decía Morrissey. Además, al menos para mis canciones (o al menos en este momento) no concibo la ficción.
¿Cuáles son tus expectativas con este disco? ¿Tienes interés, por ejemplo, en acceder al circuito de festivales veraniego?
Para mí el éxito ha sido acabarlo y verlo publicado. Vivir lo que tenga que venir con naturalidad. De momento estoy casi abrumado con algunas opiniones que han suscitado en personas con criterio y a las que respeto. Y por otro lado me encanta tocar y los conciertos están siendo muy especiales, vivos y distintos, que son cualidades que yo aprecio. Lo de acceder al circuito de festivales no está de nuestra mano. Si alguno quiere contar con cuatro chicos senior atractivos, estaremos encantados de valorarlo. Sin ánimo de comernos las…, para mí ha supuesto un placer y una responsabilidad grandísima contestar tu cuestionario, porque denota una profundización y un respeto que aprecio mucho. Pero… una vez dicho esto, tu gran reseña en el Mondo Sonoro creo que no debería haberse quedado en el notable bajo y debería haber aspirado al menos al alto, incluso al sobresaliente bajo; sobre todo teniendo en cuenta la media de la clase (ja). Esto último es broma. Con no ir a septiembre, todo bien. Quiero disfrutar del verano. «Me lo merezco», como dijo Michel ante Corea.
Ya has dado algunos conciertos ¿Qué formato llevas sobre el escenario y cómo son los conciertos de Da Loma? ¿Qué tal han funcionado esos primeros directos?
No me puedo sentir más afortunado en ese sentido. Mirar a izquierda y derecha y ver a Roberto Berlanga (Ornamento y Delito) y a Mikel Sagüés (Purr, Green Bananas). Pues… Y mirar detrás y ver a David Talbaila (Ornamento y Delito). Los adoro. Les dejaría la llave de mi casa (la de la moto no, ya te lo digo). Y lo más importante, cada día aprendo de ellos. Esta tanda de conciertos está resultando una experiencia muy intensa y placentera. Pero lo supone en la misma medida ir a ensayar. Esto, junto al desarrollo coherente de Limbo Starr y el disfrute armónico de mi familia (algo que no siempre ocurre, claro), me acerca a la felicidad. A disfrutar de esos momentos intensos, que por otro lado creo que es el fin último de la vida. Porque nadie nos dejó un “Libro de estilo”, que en cualquier caso siempre estamos a tiempo de corregir. Me estoy parafraseando en un intento de gancho para que quien lea esto le motive dar al click en su plataforma de streaming habitual, o ya si se anima a adquirir las cuidadas ediciones en vinilo y CD en su tienda de confianza o en nuestra propia web, eso ya sería el REéxito.
En su momento formase parte del grupo Kebrantas ¿Cómo recuerdas aquella experiencia y qué aprendiste de ella?
Con mucho cariño. Formé ese grupo siendo menor de edad y me siento muy orgulloso de haberlo hecho. El guitarrista era mi vecino, el único que tenía conocimientos musicales. El bajista era compañero de clase y amigo desde 1º de EGB. Y el batería igual desde el primer año de instituto. En esos años en los que otros iban a la discoteca a ligar, nosotros decidimos montar una banda de rock, que es una de las cosas más intensas que uno puede hacer en esa edad tan importante que es la (post)adolescencia. Aprendí muchísimas cosas, sobre todo a saber que la música es sagrada. También la amistad, aunque a veces duela.
En los 90 fuiste A&R del sello RCA durante bastantes años ¿Te gustaba ese trabajo? ¿Qué momentos o anécdotas recuerdas de aquella etapa profesional? Creo que, por ejemplo, viviste en primera persona la gestación de “Una Semana en el Motor de un Autobús” de Los Planetas…
Uno siempre se tiende a quedarse con lo bueno ¿no? Fueron años muy intensos. Me siento muy afortunado de haber vivido aquello en una edad tan temprana. Ahora no podría, creo. Haberme sentido tan involucrado en obras cultural y espiritualmente tan importantes como la que citas, o en la carrera de El niño gusano, Nosoträsh, Kiko Veneno, Los enemigos, Martirio o incluso SKA-P o Reincidentes, por citar algunos de aquí. Porque los de allí… Sonic Youth, Beck, Weezer… En el capítulo de anécdotas daría para algunas páginas, pero ya hay muchas contenidas en algunos libros; por ejemplo el relacionado con el disco que citas o lo independiente en España. Así que mejor que compremos (y leamos) libros, que Instagram y demás tienen su punto, pero por ahí vamos a aprender poco. Y me temo que tampoco nos va a hacer sentir mejor, que en definitiva es de lo que se trata.
Por otro lado, has estado al frente del sello Limbo Starr (junto a tu pareja Carmen S. Ulla) desde el año 2000 ¿Cómo ha cambiado la industria desde que inaugurasteis la discográfica hasta hoy? ¿Cuál es el secreto para sobrevivir, ahora que se venden muchísimos menos discos que entonces?
La industria… ¿Quieres creer que nunca me he sentido parte de la “industria”? Ha cambiado muchísimo, ya sabes, Internet, pero lo esencial sigue estando ahí, la capacidad de emocionarse. Y eso quizás se pueda vender, pero nunca comprar. Y no hay secreto para sobrevivir, me temo. Controlar los gastos, no hacer muchos números, recordar por qué te embarcaste en esta aventura y, sobre todo, meterte en otras que te lo recuerden o al menos no te hagan olvidarlo.
Entre unas cosas y otras, llevas toda la vida ligado al mundo de la música ¿Qué es, en tu opinión, lo mejor y lo peor de ese mundillo musical?
Lo mejor siempre es la música. La música es sagrada. Lo peor… tú ya sabes, la mediocridad de las personas. No de todas ni en todos momentos, que ninguno somos perfectos, pero…
Muchas gracias de nuevo David.
Joder, gracias a ti y gracias a Muzikalia. Son ya muchos años y el nacimiento de ambos tuvo lugar casi a la par. Brindemos por otros veinte más, por lo menos ¡Un abrazo!
suena guay