Goat Girl – On All Fours (Rough Trade / Popstock!)
Goat Girl dan un evidente paso al frente, gracias al que es su segundo disco y con respecto a aquel debut homónimo lanzado hace ahora tres años. El combo londinense publica un álbum bastante más centrado y desde luego mejor rematado que su predecesor, en donde convergían mayoría de piezas inmediatas que a duras penas alcanzaban los tres minutos de duración junto a no pocos interludios. On All Fours (Rough Trade, 21) no solo incluye una colección de temas más sólidos y mejor trabajados que los que conformaron su estreno, sino que también contiene tonalidades inéditas y niveles adicionales de claridad, al menos en comparación con esa espereza a todas luces más evidente del estreno.
Los otrora prioritarios trazos de post-punk, garage o new-wave son ahora meros esbozos de fondo, con los que (si acaso) completar una secuencia de trece eslabones protagonizada principalmente por un inidie-pop que, eso sí, mantiene conscientemente cierto aspecto casero y sonido lo-fi. Es la apuesta favorecedora de una banda que en Goat Girl (Rough Trade, 18) parecía estar probándose a sí misma antes de encontrar (junto al productor Dan Carey) el que bien podría terminar siendo su sonido definitivo. Un hallazgo en el que destacan la inicial “Pest”, “P.T.S.Tea” y “Where Do We Go from Here?” –ambas con ecos a los cada vez más reivindicados Stereolab– y, sobre todo, esa adictiva “Sad Cowboy” que resulta ser la mejor del lote con sus teclados ochentenos alargando la composición (en realidad los sintetizadores analógicos brillan en todo el elepé). También puntúan en positivo otros cortes como “The Crack”, el single “Badibaba”, “Bang”, “Anxiety Feels” o una “They Bite On You” que hubiese funcionado bien como cierre de la referencia.
On All Fours (Rough Trade, 21) gana en detalles y ambición, así como en agilidad y ritmo, y a su vez deja la sensación de que podría haber resultado todavía más funcional, por ejemplo, de haber acortando algún tramo menos atractivo y quedar concretado en una decena de temas. El cuarteto formado por Clottie Cream, Ellie Rose Davies –aka L.E.D.–, Rosy Bones y Holy Hole juega en una liga similar a la de The Big Moon, Haim, Bleachers o incluso nuestras Hinds. Se ubica así dentro de la penúltima hornada grupos de chicas con magnetismo que, tras un buen disco como es la presente obra, dejan de paso la optimista sensación de que aún tienen por delante margen (y capacidad) de mejora.