Iron and Wine – Around the Well (Sub Pop)
Un disco atemporal en tiempos veraniegos. De hecho, hay discos que amas porque con tan solo unas pocas escuchas recreas o recuerdas sus canciones en momentos determinados. Te acompañan. Cuando estás triste, contento, agobiado, tranquilo, relajado o estás apunto de meterte en la cama. Aquella lista musical que cada uno tiene en mente. Pues bien, las canciones de Around the Well (Sub Pop, 2009) perduran porque pueden acompañar distintas situaciones y sentimientos.
Una doble joyita. Así definiría este gran descubrimiento llamado Around the Well. A lo último de Iron and Wine no le falta ni le sobra nada. Esta compilación de caras B y versiones, está trazada con aquella bonita sencillez alejada de lo cursi. Si no se es fan de un grupo no es lo más recomendable comenzar un viaje iniciático con un disco de rarezas. Sin embargo, no es el caso de este cd.
Es sincero, desnudo, acústico, grabado, el primer cd de los dos, en esa baja calidad que le da a las canciones clase y melancolía. «Morning» (segundo corte del primer cd) es una auténtica declaración de intenciones. La susurrante voz, los coros y la guitarra acústica que la acompañan claman por esta máxima de que en lo sencillo está lo bello. El doble disco de este grupo de folk pop es directo desde su primera canción, «Dearest forsaken» hasta la última «Trapeze swinger».
En la misma dinámica desnuda del resto del disco, Iron and Wine versionea de forma más que sobresaliente preciosas canciones como «Waitin for a superman», de The Flaming Lips; «Such great heights», de The Postal Service, o «Love Vigilantes», de New Order. El grupo norteamericano reinventa estos temas hacia esa misma dirección: la acústica melancólica. Escuchando los originales de estas tres grandes bandas, uno aprecia de la belleza que emana de unos acordes acústicos con la voz de Sam Beam.
No son nuevas las comparaciones con los cantautores Elliott Smith o Nick Drake, pero las melodías y el mundo creado por el cantautor estadounidense Sam Beam anda por si solo. Ya lo demostró en discos anteriores de la banda, The Creek Drank the Cradle (2002), Our Endless Numbered Days (2004) y The Shepherd´s Dog (2007), así como en el fabuloso In the Reins W / Calexico.
Muy buen disco.