Julio de la Rosa – Hoy Se Celebra Todo (Ernie)
Han pasado cuatro años desde que Julio de la Rosa publicara su última colección de canciones. Entre el celebrado Pequeños Trastornos Sin Importancia y el disco que nos ocupa, Hoy Se Celebra Todo, han pasado cuatro años que justifican de forma tangible el lugar común: Julio de la Rosa no ha dejado de hacer cosas. Las pruebas más evidentes se refieren al desarrollo de su faceta como compositor de bandas sonoras -que no ha salido precisamente de la nada y va casi de la mano con su carrera en solitario-: su vertiente paralela fue premiada en los Goya de 2014 y 2016, donde se reconoció su trabajo para La Isla Mínima y El Hombre de las Mil Caras, respectivamente.
Su inquietud por la confección de las bandas sonoras ha crecido paralelamente a su carrera posterior a El Hombre Burbuja, lo que ha permitido, además de dotar a ambas de la misma importancia, que exista un trasvase entre las dos. Por eso las tres primeras canciones de Hoy Se Celebra Todo tienen un cariz tan cinematográfico en su propuesta sonora; los elementos extramusicales en “Malapascua” o la riqueza instrumental de “Las puertas” y “Juegos de mesa” se pueden entender mucho mejor en un escenario en el que el autor es capaz de crear en diferentes direcciones.
Sin embargo, lo más destacable del nuevo disco de Julio de la Rosa tiene que ver, por encima de todo, con la confirmación de lo que asomaba en sus anteriores dos discos: la creación y el cultivo de un género propio. Lejos de sus apasionantes primeros dos discos en solitario, más en la línea del transicional El Espectador, Hoy Se Celebra Todo es la institucionalización de una propuesta única más allá de los personalismos: el género Julio de la Rosa. En lo musical, pero también en lo que se refiere a las letras, existe un hilo invisible que une los últimos tres discos del cantante, y se puede tirar de él para entender de qué va la película un poco mejor. “Hasta que te hartes” (2010) y “Gigante” o “Un corazón lleno de escombros” (2013) están íntimamente relacionadas con canciones que, como “Con las cosas que pasan” o “Juegos de mesa”, llenan de juliodelarrosismo el último disco del jerezano.
El riesgo de cultivar un género propio potencia el que ya existe de serie, el de centrarse en exceso en lo que le sucede a uno. Quizá por eso, tras una primera mitad que satisfará frontalmente a los amantes del género, Hoy Se Celebra Todo se mueve hacia territorios menos explorados; por ejemplo, el spoken word de “El desvarío de un superviviente”, con reminiscencias de “Kill the mosquito” -más cinematografía, por cierto-. Quizá también por ese mismo motivo, Julio de la Rosa imprime meticulosidad, reflexión y menos urgencia a la segunda parte del disco, que baja en pulsaciones al tiempo que gana en interés. No parece casualidad que tres de las cuatro canciones más largas de la colección, apoyadas en una producción minuciosa, se ubiquen al final de la misma; junto a ellas, además, “Asueto”, apenas dos minutos de instrumental digna de banda sonora.
Me parece un disco maravilloso